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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

lunes, 27 de febrero de 2012

Double Dragon







    Este es uno de esos juegos que por mucho que duela admitirlo no resultan tan geniales al jugarlo con el paso de los años, seguro que habrá gente que no esté de acuerdo en lo que digo, pero hay que admitir que hay muchos juegos de este tipo que «envejecieron» mejor con el paso de los años, baste mirar entradas anteriores para ver juegos que incluso hoy siguen resultando divertidos, Double Dragon puede ser una leyenda de los videojuegos, pero a mi modo de ver es una leyenda sobrevalorada, algo así como el Anelka de los videojuegos.
     ¿De verdad es necesario decir de qué iba DD?, si hasta lo he utilizado como ejemplo para describir videojuegos más moderno... metías la moneda en la ranura del arcade y solo debías avanzar por diversos escenarios de una ciudad y liarte a hostias con todo aquel que se atreviera a mirarte, vamos un juego tipo Double Dragon cof, cof.



Aquí podemos comprobar como los primeros videojuegos promovían la igualdad de la mujer.



     El videojuego tuvo sus puntos, no digo que no, solo que jugarlos después de tanto tiempo después te deja una extraña sensación agridulce, sobre todo «agri», y enseguida me explico.
    Después de tantos años jugando videojuegos de todo tipo e índole uno se va haciendo más y más exigente, no solo con los juegos nuevos sino con aquellos con los que nos iniciamos en este afición. Double Dragon parecía genial en su época, dos amigos juntos podían enfrentarse a toda una horda de pandilleros y maleantes a puñetazo limpio o utilizando las diversas armas que aparecían en el juego, que no eran pocas para aquellos tiempos, los escenarios eran coloridos y bastante distintos unos de otros, lo cual era un punto a su favor, los personajes tenían una gran cantidad de movimientos distintos, desde puñetazos y patadas a cabezazos y codazos, todo dependiendo de como pulsásemos los botones y el propio joystick, todo pinta muy bien ¿cierto?, vayamos ahora a lo malo. Los enemigos en pantalla apenas llegaban a cuatro y eso provocando unas ralentizaciones mortales. Los movimientos, sí geniales... pero al final solo utilizabas el codazo porque el resto de movimientos eran bastante inútiles, sobre todo la patada en salto ya que la mayoría de veces los enemigos se agachaban o retrocedían esquivando tu ataque y porque, por alguna razón el codazo no fallaba nunca, ni siquiera los puñetazos normales eran tan efectivos ya que los enemigos podían golpearte mientras atacabas. Los escenarios, sí resultones pero increíblemente cortos, el segundo lo puedes terminar acabando con siete u ocho enemigos. De la música no hablemos ya que excepto la del principio las demás son bastante «rayantes». Los gráficos de los enemigos, bueno, esto es ya bastante fuerte, yo creo que los creadores de DD son cooperantes de Greenpeace o algo de eso, lo digo por su amor al reciclaje, solo hay que mirar a los dos protagonistas, son el mismo «sprite» al que le han cambiado el color de la ropa, se mueven igual, tienen los mismos ataques y se mueren igual, pero la cosa no acaba ahí ya que diversos enemigos utilizan los mismos «sprites» pero cambiándole el color y la cabeza, ¿tanto costaba diseñar y programar «jefes» que no utilizaran los gráficos de los protagonistas?, pero bueno, dejemos de recordar las cosas malas de este juego ya que por algo está aquí.



El supercodazo en acción.


    A pesar de todo lo dicho anteriormente DD era bastante divertido, sobre todo con un amigo al que poder golpear, tenía sus puntos originales, había trampas a lo largo del escenario, agujeros por los que caer, puentes rotos y estatuas que te atacaban con lanzas. El número e enemigos era escaso sí, pero en ocasiones se agradecía ya que no se limitaban a ir a por ti a pegarte sino que intentaban rodearte para poder atacarte por la espalda, pero recordemos el poder desmesurado del codazo y esa preocupación desaparece de nuestra mente.
    Particularmente no me gustaban los «pros» que solo utilizaban el codazo, yo siempre intentaba hacer uso del resto de ataques, aunque me costase no llegar tan lejos como los «pro», demasiado tarde me di cuenta de que no valía la pena el esfuerzo, intentar utilizar todos los ataques era una insensatez ya que te llevabas palos por todos lados, incluido tu amigo «pro» que te grita durante todo el juego «¡usa el codazo joer, el codazo!».





Por alguna razón al tío de verde en mi barrio le llamaban "El Lechuguino"



    Sé que no debería ni explicarlo pero allá va, el mayor reclamo del DD era el sexo, sí tal como suena, o bueno no tanto, lo que quiero decir es que el argumento del juego (por llamarlo de alguna manera), estaba hecho para despertar ese lado que todo adolescente de la época tenía a flor de piel, el deseo de tener a una tía buena... bueno, algunos aun lo seguimos teniendo. La cosa era así, al empezar el juego se ve como los malos se llevan a una chica, con un golpe en el estómago que bien podría salir en todos lo diarios de sucesos del país y nuestro deber era rescatarla derrotando al malo final, pero si jugábamos de dobles también debíamos derrotar a nuestro «amigo» quedándose la chica con el vencedor... ¡qué romántico!, has de matar a tu hermano para quedarte con su novia (si eras el segundo jugador claro).




Las ventajas de picarte una araña radiactiva.




    El juego fue un bombazo, quizá porque no había mucho donde elegir en aquella época o por lo que fuese, el juego se convirtió pronto en objeto de culto, la gente se pasaba horas junto a la máquina solo para poder jugar, algunos curiosos incluso solo miraban para ver si tenían la suerte de topar con alguien lo suficientemente hábil para acabar el juego y así poder ver el final, que al final tampoco era gran cosa por cierto. Se hicieron conversiones para casi todas las consolas posibles, Nintendo fuera posiblemente la que más juegos pudo disfrutar en sus diversas consolas, incluso salió una versión bastante mejorada para la Game Boy Advance que solo sirvió para alimentar el mito.

     Ahora vayamos a lo peor...


     Las secuelas.

    Double Dragon II era prácticamente lo mismo que la primera parte, pero incluso peor en algunos aspectos ya que incluso el modo de combate se complicó un poco al haber dos botones de ataque, uno para atacar hacia la izquierda y otro hacia la derecha ¿Ein?, explicación; podías atacar tanto hacia adelante como hacia atrás con el mismo botón dependiendo de hacia donde mirase el personaje, si pulsabas el botón derecho y el personaje miraba en esa dirección daba puñetazos normales pero si te girabas (o pulsabas el otro botón) atacaba hacia atrás, quizá fuera un método práctico... pero no llegué a jugar lo suficiente como para averiguarlo ya que las ralentizaciones eran tan grabes esta vez que aparecían incluso cuando solo luchabas con un «Jefe» y como no ofrecía nada nuevo a excepción de los enemigos nuevos y los colores de los protagonistas lo dejé de lado.

    Double Dragon 3 sí fue un gran cambio... demasiado grande a mi gusto pero que podría haber sido un gran juego si no fuera por los enormes fallos que poseía.
    Los gráficos eran radicalmente distintos a los otros DD, con personajes más «realistas» y estilizados, podías escoger entre diferentes personajes, sí, esta vez eran diferentes y no solo eso, a lo largo del juego habían diferentes tiendas en las que podías comprar armas o incluso nuevos luchadores. Todo suena bastante bien teniendo en cuenta los juegos anteriores sobretodo DD II, pero este tercer juego también tenía lo suyo.
    Por lo menos las asquerosas ralentizaciones habían desaparecido, menos mal, había más variedad entre niveles, aunque dentro de ellos esa variedad no lo fuera tanto y tenía una jugabilidad bastante mejorada, al menos para mi. Siendo sinceros casi diría que era el mejor de los tres DDs, solo corregiría un par de fallos, el primero de ellos la horrorosa animación de los personajes, sobretodo la del principal que me llama más la atención. Atacar lo hacía bien, saltaba con fluidez digna de admiración es cierto, pero el simple hecho de caminar por los diferentes escenarios era un suplicio, ¿recordáis las antiguas maquinitas «hand held?, ¿no?... puf, era como si el juego corriera a... ¿tres frames por segundo?.



¿Qué sería un juego de lucha sin una putilla con un látigo?, pues un juego de lucha sin putillas con látigo.


    Las "hand held" (o game & watch) eran unas antiguas máquinas que utilizaban pantallas de cristal líquido, similar a cualquier reloj Casio y que los niños de los 80 que no podían costearse una consola de mesa poseían. Los gráficos eran siempre negros claro, recordad que en el fondo no eran más que unas calculadoras con el fondo de colorines para simular un escenario, y los personajes solo podían moverse de forma prefijada y solo donde la pantalla tuviera «predibujado» el «sprite», ejemplo del reloj Casio, un asio puede «dibujar» cualquier número de el 0 hasta el 9 y cualquier figura que sus líneas le permitan como sería el caso de una P una A una S por ejemplo, pero no podría dibujar una T porque su diseño no se lo permite, pues la máquinas de las que hablo eran así, si había cuatro frames de izquierda a derecha solo podías moverte de izquierda a derecha y siempre con esos mismos cuatro frames, no había una auténtica animación, que rollo ¿no?, pues imaginad que una recreativa de a mediado de los noventa tuviera una animación de personajes similar. En ocasiones era como si parpadeásemos cada medio de segundo y que por eso nos perdíamos la transición de un frame a otro, decir que el movimiento de los personajes era espasmódica es como decir que el Barcelona juega bien.
    La segunda cosa que yo corregiría sería la dificultad del juego, o bueno de los jefes más bien ya que no dan la sensación de ser de esos jefes que con la práctica se hacen más fáciles de matar... da igual lo bueno que seas si un enemigo te pilla y te mata de tres puñetazos, y no quiero extenderme en ese tema que me caliento.


    La Puta Película de los Cojones.


    ¿Pensáis que la película de Super Mario bros era una mierda?, ¿creéis que la de Street Fighter II era patética?, ¿no os gustaron las inspiradas en Tomb Raider?... por vuestros hijos, no veáis esta porquería.
    El «argumento" no tiene naaada que ver con ninguno de los videojuegos (aunque en DBIII sí había alguna chorrada "mística"), de la ambientación mejor no digo nada, buscad en Google y fliparéis... los protagonistas... se supone que eran hermanos gemelos, y en la película son dos actores totalmente diferentes y aquí una de las cosas que más me jodió. Uno de los protagonistas era Marc Dacascos, un experto de artes marciales que dejaba en bragas a Jean Claude Van Damme, puede sonar algo exagerado pero si veis alguna de sus películas, de las «buenas» claro, me entenderéis. Pues a lo que iba, contrataron a un gran experto de artes marciales para una película inspirada en un juego de lucha, algo parecido con el anteriormente nombrado Van Damme, y las escenas de lucha resultaron una puta mierda, una caca de la vaca, un zurullo como la torre de Pisa, al menos en Street Fighter Van Damme hizo su papelito.



El puente de la muerte, si lo saltáis a la primera os regalo un Bollicao.



    Lo que me da igual.

    La aparición de los hermanos Lee no solo fue en forma de secuelas o conversiones domésticas, también tuvieron «colaboraciones» o «apariciones especiales» con otros famosos personajes de los videojuegos, y me refiero a las Battle Toads, que también tuvieron sus buenas dosis de continuaciones y tal y compartieron videojuego con los hermanos Lee en un videojuego llamado Double ragon vs Battletoads en el que a pesar del título ambos bandos colaboraban contra un enemigo común.

    Los hermanos Lee también tuvieron su ración de 1vs1 tipo Street Fighter, tanto en Snes como en arcade, lo cual me hace pensar que los años les ha pesado demasiado y que no debían estar contentos con su imagen, si echáis un vistazo al juego Rage of the Dragons sabréis a qué me refiero. Los hermanos Lee tienen ahora un look claramente animé e incluso un tanto «metrosexual» diría yo... por dios, ya ni los luchadores tienen aspecto de tíos duros.

    Conversiones, conversiones everywhere.

    Lo dicho, casi cada consola y cada ordenador tuvo alguna versión de este juego o de alguna de sus secuelas siendo algunas de ellas incluso superior a las originales, yo le echaría un vistazo a las de Nes que pese a los parpadeos son bastante jugables, sobre todo la versión de DD II.
    Spectrum, oh Spectrum. Sí, tuvo su versión de Double Dragon, y aunque no fue la mejor conversión de la historia era bastante jugable, yo incluso diría que algo más que el arcade al carecer de las ralentizaciones y que el famoso codazo no era tan superpoderoso por lo que podía jugar a mi gusto.     Recuerdo que venía en una caja de cartón enorme, digna más de un juego de Mega Drive que de una cinta de casete, y que tenía una ilustración muy buena en la que se nos presentaba a uno de los dos hermanos ¿con barba?, bueno eso era lo de menos, la conversión era aceptable aunque perdía puntos por la inevitable multicarga.

    Bueno pues eso es todo, esta vez no sé si recomendar este juego, si sois fanáticos del genero hay juegos más modernos e interesantes, solo mirad más abajo y lo comprobaréis.
    Double Dragon, es un buen ejemplo de  como el tiempo hace caer a las leyendas.