Knuckle Joe

Creo haber comentado ya que, en mi vieja barriada, había una pequeña hamburguesería (si no lo he hecho, lo habré hecho en otra entrada que aún estoy escribiendo y que publicaré cuando la termine... sí, no llevo un orden muy... ejem... ordenado). Pues en aquella pequeña hamburguesería, tenía una recreativa, la cuál iban cambiando cada cierto tiempo, y una de ellas era este Knuckle Joe, juego que, por mucho tiempo, yo pensaba que se llamaba "Uncle Joe"... cosas del alzheimer que no tengo.
 Como las propias imágenes muestran, este es un juego de mediados de los 80, de esos que aún tenían aroma retro (aun en su época me parecieron "retro", algunos los jugué ya en los 90), con una paleta de colores algo chillona, muy típico de Taito en aquella época y con mecánicas no muy pulidas aún. Y es que estamos hablando de una especie de beat'em'up, muy simple (que no fácil) que aunque sus mecánicas son simples, a día de hoy no resulta demasiado intuitivo ni agradable de jugar. 
 Mi intención es no alargarme mucho, últimamente estoy más ocupado y no tengo tanto tiempo para escribir para el blog, y no quiero dejar de publicar chorradas, por lo que prefiero publicar poco, pero seguir publicando, de ahí que no me vaya a extender demasiado en una intro súper elaborada de como conocí este juego... estaba en la hamburguesería de mi barrio, fin, bueno, también lo vi después en uno de mis recreativos favoritos de la época... "El Buche", creo que se llamaba, aunque hace tanto tiempo que puede que me esté confundiendo. Ese recreativo mostraba todos los estereotipos que se les podía achacar a aquellos locales en aquellos años. Un sitio oscuro, de techos bajos, suelo lleno de aserrín, olor a tabaco, colillas en las máquinas, un par de salones separados del principal, ¡aún más oscuros!... era un buen sitio, allí pude jugar a 1942, Combat School, Dragon Ninja y muchos, muchos más juegos... pero bueno, que me da la nostalgia y me desvío.

Aquí, nuestro prota, examina el "paquete" del enemigo. Todo ok

 Knuckle Joe era un juego de peleas callejeras, muy simple, con escenarios pequeños, y en los que teníamos que derrotar a cierto número de enemigos. Ya está, fin. Bueno, a ver, obviamente había diferentes tipos de enemigos, algunos te atacaban cuerpo a cuerpo y otros tenían armas de fuego, lo que les daba una ventaja muy injusta, a menos que ya fueras un máquina. El juego utilizaba dos botones, uno para patada, y otro para puñetazo, y podías combinarlos para hacer un bloqueo... creo, ya que nunca utilicé dicha mecánica, yo era más de atacar a lo loco (y así me iba). La jugabilidad era muy simple, como digo, tenía un mínimo componente plataformero, ya que podías saltar sobre muros, ventanas o camiones para escapar de los enemigos, o para alcanzarlos, obviamente, pero no tenía la más mínima sutileza, no necesitabas (ni podías) ser especialmente preciso a la hora de calcular los saltos, y eso era porque el control del personaje era muy raro, muy, muy raro. El más leve toque al control podía hacer que saltaras media pantalla, el personaje golpeaba a la velocidad de la luz (o casi), y aún así recibías golpes enemigos, yo, al menos, nunca tuve una sensación de verdadero control sobre el personaje.
 Lo bueno, es que si le pillabas el truco (yo nunca lo hice), el juego se volvía frenético, yo veía jugar a gente experta, y saltaban y corrían como si no hubiera un mañana y terminaban con los enemigos a toda velocidad, mientras que yo tenía problemas para acabar con UNO, como digo, nunca le pille el tranquillo. Aunque debo decir que, al menos, me llegaba a la primera fase de las motos... ¿cómo, no he dicho que había niveles motorizados? A parte de los niveles de scroll horizontal, por así decir, también había niveles en los que pilotábamos una moto y debíamos derrotar a más enemigos, también motorizados, para mi gusto, lo mejor del juego, ya que casi parecía un shoot'em'up.

Aunque sólo hay tres enemigos en pantalla no os confiéis, son unos hijos de la gran pu...

 El juego tenía también algún que otro power-up, que nos ayudaba a derrotar a los enemigos, pero debías ser rápido para cogerlos, ya que desaparecían, y bastante rápido, he de decir.
 La historia del juego, se supone, transcurre en un mundo postapocalíptico al estilo Mad Max, con pandilleros locos y demás, cosa que estaba muy de moda en aquellos tiempos, pero no es que aportara mucho, recordemos que estábamos en una época en la que la "historia" no importaba mucho en los videojuegos, incluso los RPG (que yo no conocía aún) de aquellos tiempos solían tener historias bastante simplonas, por lo que no hay mucho que objetar.
 Este es de esos juegos que disfruté más MIRÁNDOLOS que jugándolos, porque como digo, sus mecánicas me parecían muy arcaicas (en su época, repito. El control me parecía muy malo, excepto en los niveles de motos, el sistema de colisiones (aunque en aquellos tiempos no supiera ni lo que era eso) me resultaba lamentable y, en definitiva, casi todo me echaba para atrás. Lo único que quizás me atraía era el hecho de que el protagonista me recordaba a Hulk... creo que se ponía verde si cogías un power-up (¿por qué si no me recordaría a Hulk?), y el hecho de que fuera un beat'em'up, muy arcaico, eso sí. De hecho, me parecía mucho más jugable el mítico Kung-Fu Master que este, y aunque debería mirar fechas, yo diría que es más antiguo. 

Nada, aquí, utilizando al colega como si fuera una alfombra voladora

 Una cosa "positiva" que tenía el juego, si eras bueno, es que era un juego de esos denominados, "de loops", juegos cortos, con pocos niveles, pero que te permitían seguir jugando después del "último nivel" literalmente hasta que te quedaras sin vidas. De hecho, como era habitual en ese tipo de juegos, en la pantalla te ponían un simbolito por cada loop, así, cuando alguien miraba tu partida, podía quedarse con la boca abierta al ver cuantas veces le habías dado la vuelta al juego.
 Sé que me va a quedar una entrada muy corta, pero es que no puedo decir mucho más del juego. Éste no es un blog de "crítica" al uso, sino que hablo más de mis experiencias personales y de mi relación con cada juego, y los recuerdos que tengo de este juego, en realidad, son muy poquitos, es más, me vienen recuerdos que no tienen nada que ver con él, como cuando mis colegas me llamaban para jugar al futbol y, luego, íbamos a echar unas monedillas. No es mal juego, pero no es de los que mejor han envejecido, de hecho, Green Beret, que es, más o menos, de la misma época, me parece mucho más jugable y divertido, hasta el Renegade original, que tenía una mecánica similar pero con un combate mucho más sofisticado me parece mejor. En definitiva, si te gusta el género, lo puedes probar, pero debes ser "muy cafetero". Y bueno, hasta la próxima.

Destruction Derby

 No se puede negar que Psygnosis apostó fuertemente por PlayStation en sus primeros años, ofreciéndonos, por ejemplo, algunos de los juegos de carreras más espectaculares de aquellos años. Aquí mismo ya hablamos del primer WipEout, que además fue mi primer juego de PlayStation. Y al igual que dicho juego, yo ya conocía Destruction Derby por las revistas. Me parecía una pasada, ¡carreras de coches en las que los vehículos se rompían en tiempo real!. Un juego así, obviamente, debía ser mío.
 La introducción de hoy es muy cortita, de hecho, no quiero extenderme demasiado con este título, ya que aunque no me parece malo en absoluto, no lo disfruté tanto como me hubiera gustado, pero ya hablaré de ello más adelante.
 Como el propio nombre del juego parece indicar, Destruction Derby nos lleva al famoso (en USA, al menos) espectáculo de las carreras de destrucción, carreras en las que el público aplaude más los choques de los coches que al campeón de la carrera... o eso creo yo, que nunca he visto un espectáculo de esos. 

 En Destruction Derby teníamos cinco circuitos, ambientados en lugares muy diferentes, desde ciudades hasta desiertos, y un "ruedo" en el que lo único que debíamos hacer era durar todo lo posible contra el resto de "corredores". Y los problemas empiezan pronto. Aquí, lo importante son los choques, aunque llegar el primero también es importante, y el primer problema es, precisamente, el diseño de los circuitos, que son demasiado estrechos y de diseño no demasiado inspirados. Y sí, entiendo la época de la que estamos hablando, pero ya me parecían feos en su época. Es evidente que el diseño de los circuitos está hecho para fomentar los choques, incluso hay circuitos en los que la pista tiene cruces, pudiendo chocar con corredores atrasados y haciéndote perder puestos, que en un principio parece divertido, pero si eres de los que quieren ganar a toda costa, te va a dar mucha rabia perder una carrera por un choque totalmente fortuito. El caso del "ruedo" es diferente, ahí no nos andamos con tonterías, veinte coches, sí, VEINTE COCHES, chocando a diestro y siniestro a ver quién es el guapo que aguanta hasta el final. Y aprovecho para comentar las cosas buenas.

 El control del coche es bastante bueno en realidad aunque la velocidad máxima no es que sea una locura, el juego tampoco lo requiere, además, la conducción se verá afectada por los daños del coche, pudiendo llegar el punto en el que ni siquiera podremos girar... era "súper divertido" pilotar utilizando los bordes del "ruedo" intentando esquivar a los conductores con coches en mejores condiciones. Las físicas tampoco estaban mal, nuestro vehículo giraba como loco si recibía un impacto en la zona adecuada, y notábamos que los coches tenían peso, eso sí, los coches no volcaban nunca, pero eso lo veo como una virtud en realidad. Otra cosa positiva, es que podías jugar a dobles CONECTANDO DOS PLAYSTATION, cosa de la que nunca disfruté, por cierto, para comprobar como iba. También poseía diferentes modos de jugo, incluido una especie de "modo carrera" en la que recibías puntos dependiendo de tu posición en la carrera y de los daños que infligieras al resto de corredores. También podías correr carreras individuales y practicar, en ese sentido el juego estaba muy bien, todo ok. ¿Pero por qué no disfruté de un juego que parecía ser tan divertido?
 Primero que nada, y sumado a lo soseras que eran los circuitos, debemos decir que TODOS LOS COCHES eran iguales (imagino que para ahorrar memoria) aunque tuvieran "skins" diferente, y de todas maneras tampoco podías elegir coche. Gráficamente, no estaba mal, pero se veía anticuado (recordemos que yo me compré la Play cuando ya llevaba un par de años, quizá más, en la calle, y que ya había jugado a juegos más modernos cuando compré Destruction Derby), pero por ahora no hay nada de verdadera importancia que me impidiese disfrutar del juego, ¿verdad?... Se corrompían los archivos de guardado... No sé si era un problema de mi juego en particular o era algo generalizado, pero cuando cuardabas el "modo carrera", siempre, siempre, se acababa corrompiendo el archivo en cuestión, y ojo, que NO PODÍAS BORRAR DICHO ARCHIVO ni desde el menú de la PlayStation. Por suerte, y ya lo comenté en la entrada del primer Crash Bandicoot, el juego del famoso marsupial sí me permitía borrar dichos archivos... por lo que a la cuarta vez que tuve que recurrir a Crash perdí la paciencia, estaba harto de comenzar un campeonato una y otra vez para nunca poder terminarlo, y abandoné el juego, literalmente sólo lo jugaba, y muy de vez en cuando, por el propio Derby de demolición, vamos, el "ruedo", porque las carreras normales no tenían ningún atractivo real más allá de ganar, que era muy fácil en realidad, y claro, por aquella época yo ya tenía juegos de carreras mucho mejores (y que no corrompían las partidas... ), por lo que esté acabó abandonado en mi caja de juegos. 
 A pesar de todo, Destruction Derby tuvo relativo éxito, por lo que llegó a salir una segunda parte, segunda parte que nunca probé, ni siquiera en emulador, ya que este juego me dejó un mal sabor de boca que me quitó las ganas de jugarlo... ya han pasado muchos años, quizás le doy una oportunidad.
 Y realmente no tengo mucho más que decir, la verdad, esta será una entrada bastante corta, pero es que el juego tampoco tiene mucho que comentar, un juego de carreras con daños en tempo real, que no está mal, pero que podría haber sido mucho mejor, y el problema de los archivos corrompidos es imperdonable. Pues eso, podéis probarlo, aunque hay muchas mejores alternativas en el mercado. Hasta la próxima.