Bienvenidos

Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

miércoles, 31 de julio de 2013

Pokémon








    Hay que ser de otro planeta, o de una zona en vías de desarrollo, para no conocer el juego del que voy ha hablar hoy, Pokémon, sí, ese en el que debes capturar dulces criaturas para luego someterlas a crueles entrenamientos para luego obligarlas a luchar hasta la extenuación. No hablaré de ninguna edición en especial ya que he jugado a casi todas ellas, solo haré un ligero repaso por alguno de mis favoritos ya que son tantos que sería un latazo hacer una entrada para cada juego.
    Como todo aficionado que se precie ya sabrá, los juegos Pokémon siempre salen en pareja, desde las ediciones Roja y Azul de Game Boy hasta las versiones más modernas. En cada edición el juego se mantenía prácticamente igual aunque con suficientes diferencias para enganchar a los fans. La principal diferencia estaba en los diferentes Pokémon específicos que solo se podían capturar en uno de las dos versiones y que solo se podían conseguir en la edición contraria intercambiándolo con un amigo. A medida que la serie iba creciendo se fue adaptando a consolas más nuevas y potentes, aumentando el número de Pokémons y creando diferencias más notables entre ediciones.
    Parece ser que el origen de la serie se debe a que a Satoshi Tajiri, el creador, le gustaba coleccionar insectos o algo así, en Japón es bastante habitual tener un escarabajo como mascota. Pensó que sería genial poder tener toda una colección de bichos en tu bolsillo y poder intercambiarlos con tus amigos y bueno, la lucha es algo que nos gusta a todos, sobretodo si no somos nosotros los que nos llevamos las hostias.





Dan ganas de decirle un borderio.
                                      




    Los primeros Pokémon salieron para la antigua Game Boy, si, esa que era del tamaño de un ladrillo y era en blanco y negro. Los gráficos del juego eran muy primitivos, y aunque no se podían criar Pokémon sí que sentó las bases de lo que sería la serie. Jugar hoy en día a esas ediciones está solo reservado para los muy fans de la serie, los gráficos son insufribles, el sonido horroroso y, evidentemente, es el que menos Pokémon tiene disponibles, es mejor jugar a los remakes de GBA, el Rojo Fuego y el Verde Hoja que además permiten el intercambio con los demás juegos de dicha consola.
    En mi humilde opinión, los juegos que convirtieron la serie en mítica fueron las ediciones Oro y Plata, de GBC, gráficos aceptablemente superiores tanto en resolución como en colores, más Pokémon, DOS regiones para explorar, sí ok una era la del juego original pero hacía el juego casi el doble de largo, y lo mejor, aparecía la guardería pokémon, criar un buen Pokémon es lo suficientemente complicado como para no querer hablar en profundidad sobre ello, solo diré que hay que dejar a dos Pokémon de distinto género en la guardería y esperar un buen rato, sin son especies compatibles crearan un huevo y aunque el nuevo Pokémon será de la misma especie de la madre puede aprender ataques ajenos a su especie... pfff, eso no es más que la punta del iceberg.
    Otra cosa que es introdujo en lo que luego se llamó Segunda Generación fueron los Pokémon variocolor, o shiny. Ahora que se podían mostrar colores a cada especie se le otorgó unos patrones "normales" y otros "variocolor", un Pokémon variocolor tiene colores diferentes a los del resto de su especie y son excepcionalmente difíciles de encontrar por lo que un simple Ratata puede adquirir un gran valor a la hora del intercambio.



Sí, sabes mi nombre pero hace un segundo no te acordabas de cual era.





    Para ser sinceros, Pokémon no me atrajo en un principio es más lo odiaba, no es que quiera ir de hipster, pero odio cuando la gente juega a algo solo porque está de moda y, hay que admitir que Pokémon se puso de moda y, además, era exclusivo de Nintendo por lo que nunca estuvo siquiera en mi mira, fue mi hermano, poseedor de una GBC, el que me introdujo en ese mundo de Pikachus y Lapras.     Cuando el tenía que estudiar o hacer algún recado me pedía que "entrenara" sus Pokémon... era la edición Oro, y aunque no llegó ha engancharme, sí que creó el germen de mi afición, con el tiempo, pillar a Ho-Oh fue toda una satisfacción, así como capturar a los tres perros legendarios... ah, que tiempos aquellos en los que "casi" podías completar la Pokédex sin trampas.
    La segunda generación se completó con Pokémon Cristal, una edición especial que incluía casi todas las características de Oro y Plata en un solo cartucho, esa fue una costumbre que se mantiene hasta hoy por lo que se puede decir que cada generación posee tres juegos, no dos, evidentemente no cuento los diversos remakes. Oro y Plata regresaron muy mejorados en Nds, gráficos a años luz de los originales, música superior... solo he de decir que Oro de Nds es mi juego favorito de toda la saga, derrotar a Rojo a todo color y con efectos increíbles fue una de las mejores experiencias que los videojuegos me han ofrecido.




Bueno... me gusta Digimon, no son incompatibles, ¿o sí?




    Con la llegada de la GBA el universo Pokémon creció de forma desmesurada, Rubí y Zafiro, acompañados de Esmeralda eran las ediciones "oficiales", pero Game Freak se sacó de la manga las reediciones de Rojo y Azul, aunque con cambio de nombres y de color ya que la edición Azul fue renombrada como Verde Hoja, y la Roja pasó a ser Rojo Fuego. Ambos juegos fueron algo más que meras reediciones, ya que eran compatibles con los demás juegos de la gba.
    Para algunos fans, las ediciones Rubí y demás fueron un paso atrás, por una razón de peso y que a pesar de ello he olvidado comentar.
    En Oro y Plata había día y noche, lo cual no era meramente estético ya que dependiendo de la zona y la distinta hora del día podíamos encontrar distintos Pokémon, en Rubí y Cia se suprimió ese detalle, siempre era de día, y aunque la crianza aún se conservaba para algunos fue un pequeño descalabro en la saga, por lo demás mantenía la esencia ,más Pokémon, más ataques, cultivo de bayas, concursos de belleza... vamos, de todo un poco. Uno de los detalles más importantes de esta generación fue que era la primera edición en la que podíamos escoger ser niño o niña.




Gilipolleces, todos dicen gilipolleces.



    Aquellos que nunca hayan puesto una mano encima a ningún juego de Pokémon les puede parecer que la única novedad entre ediciones son los Pokémon en si... y aunque no tengan razón del todo esa teoría tampoco es nada descabellada, hagamos un breve resumen de lo que podría ser Pokémon Rosa Furcia. Primero que nada una breve explicación de lo que son los Pokémon, elige sexo y tu nombre, ocasionalmente también el del rival, apareces en tu casa de la cual tu madre parece deseosa que te marches, visita (o rescate) del profesor de turno el cual te dejará escoger uno de entre los tres Pokémon iniciales, por cierto, siempre se repiten los tipos, uno de agua, otro de fuego y el último tipo planta. Tu rival tiene ventaja ya que elige después que tú, y como es muy listo escoge aquel que sea fuerte ante tu Pokémon. El doctor te dirá que rellenes la dichosa Pokédex, esa que pese ha estar estudiando Pokémon toda su vida tiene vacía. De una forma u otra te dicen que debes viajar, luchar contra todo el que te desafíe y retar a los líderes de gimnasio de la región, para así optar a luchar en la liga Pokémon... para adornar un poco el juego siempre habrá un grupo, o dos, que te molesten por el camino con sus planes estúpidos y que no te importarán demasiado a menos que seas un crío de ocho años o sea la primera vez que juegues Pokémon. En un momento dado tendrás que luchar con el Pokémon legendario de tu edición, de lejos el más fácil de conseguir, ganarás las ocho medallas y desbaratarás los planes de los malos, y al fina de todo conseguirás ganar la Liga Pokémon... esto vale para tooodos los juegos.



Uno de mis Pokes favoritos.





    Pokémon no es Final Fantasy, tiene una historia muy simple y con pocos giros, los personajes son predecibles y un tanto idiotas, nada realistas, ni en comportamiento y ni siquiera en lo que dicen, casi parece que dejaron el guion en manos de un niño de seis años. La gente te regala cosas porque sí, aunque te hayas colado en su casa sin permiso, vamos que los npc de esta saga son más planos que un folio aplastado, por no hablar de la preocupante obsesión que tienen todos por los Pokémon, todos hablan de ellos, da igual que sean viejos o jóvenes, parece ser que lo único que les guste A TODOS son los Pokémon.




No voy a hacer ningún chiste sobre sistemas sanitarios.




    Pero bueno, el que juega Pokémon no lo hace por el argumento, aunque sí que es cierto que en las últimas ediciones están más trabajados, lo importante en Pokémon es completar la Pokédex y retar a tus amigos, la Liga solo vale para adornar tu tarjeta de entrenador.
    Una vez ganada La Liga, el juego no acaba, al contrario, ahora es cuando empieza de verdad ya que hay Pokémon que solo se pueden conseguir una vez declarados campeones, en otras ocasiones se desbloquean ciertas opciones, tales como conectarse a otros juegos Pokémon... son muchos juegos y cada uno tiene sus propios secretos, no voy ha enumerarlos todos.
    Sea como sea, lo importante es llenar la Pokédex, conseguir tu Pokémon favorito en variocolor y ser el mejor entre tus amigos. Para completar la Pokédex era necesario un gran esfuerzo, cada vez mayor ya que con cada edición el número de Pokémon aumenta. Conseguir los de la región del juego es relativamente sencillo, pillar todos los de tu edición e intercambiar los de la contraria, un poco de crianza y algunos intercambios y la Pokédex se va llenando. Lo malo son los Pokémon de evento, esos son más difíciles ya que se suelen repartir "en mano" en fechas y lugares específicos, la cosa empeora si son legendarios ya que estos no pueden reproducirse, por lo que es raro que alguien se quiera deshacer de ellos, eso por no hablar de aquellos eventos que solo se dieron en Japón... y no sigo hablando porque me caliento.
    En las primeras ediciones, completar la Pokédex era solo cuestión de tiempo, en las nuevas... si no eres japones... y eso que con la Nds, al tener conexión wifi puedes intercambiar Pokémon con cualquier jugador del mundo.



Una cajita, llena de Pokémon ,oh oh oh oh ooooooh.



    Nintendo sacó su Nds, consola con doble pantalla, una de ellas táctiles, y con características que podían ofrecer nuevas experiencias a los aficionados. La doble pantalla agilizaba los combates ya que los comandos se podían introducir en la pantalla táctil de una forma más rápida que utilizando el mando, incluso el micrófono de la consola se podía utilizar, para liberar a nuestro personaje de ciertas trampas.
    En esta generación podíamos viajar al subsuelo, para excavar y encontrar diversos tesoros, en esa zona a veces hay trampas y en el caso de caer debemos escapar utilizando los diferentes "periféricos" de la consola.
    También se introdujo un parque en el que podías pasear con un Pokémon de tu elección, de entre los permitidos, el Pokémon caminará contigo y en ocasiones encontrará cosas, suena chulo para los amantes de los Pokémon pero eso queda en nada, ya que en los remakes de Oro y Plata para la misma consola permitía que el primer Pokémon de tu grupo te acompañara siempre, al estilo del Pikachu de Ash, sin importar que fuera un pidgeotto o un tentacruel, una delicia para los fans que no se mantuvo en las siguientes ediciones.




La doble pantalla era muy útil, sobre todo a la hora de los combates. 




    De Pokémon podría hablar largo y tendido, de los legendarios errantes, profundizar en la crianza, el "dopaje" Pokémon, las MT y MO, las técnicas huevo, las naturalezas, los tipos, los puntos de esfuerzo. Son tantas cosas ha tener en cuenta a la hora de conseguir el Pokémon Perfecto que no sorprende que enganche a muchos adultos, porque no nos engañemos, son muchos veinteañeros... y treintañeros, los que juegan, a escondidas o ,no a este juego de coleccionar bichitos, porque en definitiva es eso, coleccionar bichitos



En todas las ediciones se introduce un ratón del tipo eléctrico, en esta edición fue Pachirisu.



    No me apetece alargarme más, como dije al principio solo hablaría un poco por encima, sin profundizar demasiado ya que son muchos juegos y, aunque no lo parezca en ocasiones, lo suficientemente distintos para merecer cada uno una entrada... ¿Quién sabe si un día me apetece hablar más tranquilamente de Oro o Rubí. Bueno, no me alargo más. Evidentemente puedo recomendar casi cualquier juego de la saga ya que muchos se pueden conseguir con facilidad, sobre todo los de Nds y los de GBA, el resto... y sí, no he hablado de la edición especial Pikachu ni de Blanco y Negro pero bueno, por algo será.





Imágenes by-http://www.futura-online.com/blog/detalles-pokemon-world-tournament/
                    http://www.dragoart.com/tuts/11348/1/1/how-to-draw-pokemon.htm
                    http://es.pokemon.wikia.com/wiki/Pok%C3%A9mon


 Excepto las capturas, que son mías.

domingo, 21 de julio de 2013

Phantomas (1 y 2)









    Hoy me apetece hablar de nuevo de mi viejo Spectrum y para ello recurriré a otro juego español, dos en realidad y que vinieron en aquel mítico pack que aún perdura en mi memoria, Phantomas 1 y 2.
 Ambos protagonizados por el mismo personajillo achaparrado amigo de lo ajeno. El argumento de ninguno de los dos juegos estaba demasiado claro, Tom Clancy aún no se dedicaba a eso de guionizar videojuegos e Hideo Kojima rechazó la oferta... ya en serio, lo único que sabíamos era que nuestro personaje era un ladrón, o algo así y, oh bueno... en el segundo juego debíamos enfrentarnos a, oh my god, el conde Drácula.



Una barra de vida era lo único que nos separaba de la muerte.



    Phantomas pudo ser, casi son total seguridad, el primer juego de plataformas que pasó por mis manos y probablemente el más laberíntico. A pesar del "argumento" pseudorealista del juego nada en él ´lo era, desde el poder saltar de nube en nube hasta los diferentes enemigos pasando, como no, por el diseño de nuestro personaje que casi podría pasar por el primo macarra de Pacman. El diseño de los niveles, o mejor dicho, de cada pantalla, podía ser cualquier cosa menos real, pudiendo encontrar en nuestro camino cohetes espaciales o helicópteros, en los que podíamos viajar a ciertos lugares. Solo hay que mirar las pantallas para darse cuenta de lo extraño, e inquietante, que eran los escenarios.




Toca cualquier cosa y perderás algo de vida.


    Ya he comentado que el argumento de ninguno de los dos juegos era digno de ir a los Oscars aunque el desarrollo del juego era entretenido, y bastante complicado. Debíamos avanzar por un extraño mapeado, en ocasiones sin lógica alguna, pulsando palancas y esquivando cualquier enemigo que hubiera en la pantalla.
    Se puede decir que el diseño del juego era muy básico, los enemigos se limitaban a seguir una rutina de movimiento por lo que bastaba con esquivarlos, para ello teníamos a nuestra disposición dos tipos de salto, uno largo y otro alto, obviaré la explicación de para que servía cada uno de ellos. Por lo demás no podíamos usar armas contra ellos, aunque contra Drácula había una excepción.









    Los dos juegos eran bastante complicados, el mapa era absurdamente laberíntico, los enemigos, y ciertos objetos, te quitaban vida solo con tocarte y MIENTRAS se mantuviera dicho contacto, si recibías un flechazo durante un salto tu vida bajaría hasta que la flecha siguiera su camino o tu descendieras lo suficiente, si por alguna razón caías sobre un enemigo que caminara en la misma dirección que tú debía ser rápido, en ocasiones bastaba con girarse para saltar sobre él cuando se girase, pero si había pollos voladores, más alguna trampa de dardos unido a varios obstáculos en tu camino la cosa se complica bastante, cada pantalla era un reto de por sí.
    Por su complejidad, estos dos títulos casi podrían parecer algo así como antecesores prehistóricos de juegos del tipo Tomb Raider, al fin y al cabo se tratan de un saqueador que tendrá que evitar fosos, trampas de dardos, encontrar llaves, pulsar palancas y... saltar, saltar mucho.  





La cosa amarilla al lado de la nube era una llave, prueba de que la lógica no imperaba en este juego. 


    Aunque los dos juegos eran muy parecidos, P2 poseía gráficos ligeramente mejores, con enemigos más raros aún. Y además podíamos matar a Drácula con una pistola láser montado en un jetpack... sí, suena espectacular, muuuy friki, pero espectacular, y aunque durante nuestra búsqueda encontrásemos los objetos necesarios para el combate, lo que nos encontrábamos al final era una especie de bola con pinchos que flotaba en nuestro televisor en un fondo cutremente estrellado mientras le disparábamos rallas de colores que parecían salir de la nariz de nuestro protagonista, y del "ending" mejor no hablo que me cabreo.
    Phantomas 1 y 2 eran juegos entretenidos, muy extraños, pero entretenidos, con la dificultad habitual de los productos de Dinamics y una duración directamente proporcional a nuestra paciencia ya que, si éramos muy torpes, o novatos, podíamos morir decenas de veces en las primeras pantallas, y cuando digo pantalla quiero decir Pantalla, aquí no había niveles, ni fases ni mundos, solo un laberinto y una única vida, al menos en Tomb Raider podías guardar.





LOL, un pollo (asado) volador.


    No voy a mentir, ninguno de estos dos juegos son de mis favoritos, demasiado lío para un loco de las naves como yo, estos juegos están aquí porque vinieron en el pack de mi primer ordenador pero eso no quita que al ver sus pixelados gráficos se me escape una lágrima, no puedo recomendarlo para jugadores actuales, demasiada dificultad para tan escasa recompensa, solo para los muy fan de lo retro.












Caratula by: http://www.elmundodelspectrum.com

sábado, 13 de julio de 2013

Final Fantasy VIII





 Bueno, al fin ha llegado el día, finalmente me he decidido, así, sin anestesia.


HOY TOCA, FINAL FANTASY VIII. 


    FFVIII fue el penúltimo juego de la saga del que pudimos disfrutar los afortunados propietarios de una PSX, el primero en venir en cuatro cds y el primero en tener personajes cuya escala intentaba acercarse a la realidad, poseía gráficos mucho mejores que su predecesor en PSX y una historia quizá menos enrevesada y enfocada, puede que buscando público femenino, en el amor de los dos protagonistas principales.




La enfermería es lo primero que vemos tras la intro.



    Hablemos un poco del argumento, intentaré no hacer ningún spoiler, pero no prometo nada. Nuestro protagonista es Squall, un cadete que estudia en el "jardín" de Balamb para convertirse en Seed. Sí, bueno... dicho "jardín" es un especie de Templo Jedi, donde jóvenes de todo el mundo estudia para convertirse en una especie de soldado de élite... sí, suena muy raro pero el argumento del juego te explica el por qué de esos "jardines", lo pongo en plural porque resulta que hay varios jardines en el mundo, todos dedicados al entrenamiento de Seeds.

    El joven Squall Lionheart, protagonista principal del juego, será el primero en hacer su aparición, tras una larga y espectacular secuencia de introducción generada por ordenador, nuestro joven protagonista despertará en la enfermería del jardín de Balamb donde, medio dormido, será consciente de la visita de una joven desconocida.
    Quistis Trepe, su profesora y también personaje protagonista, le recogerá tras un pequeño rapapolvo y una conversación en la que ya se entrevé que Squall tiene serios problemas para relacionarse con los demás, la profesora le propone ir a cierta cueva como entrenamiento para el examen de Seed.



La joven profesora tras leer un par de capítulos de cierta novela que está muy de moda hoy en día.


    Tras el entrenamiento, y un par de charlas no demasiado profundas en las que se presentan algunos personajes importantes, entre ellos Zell Dincht y Seifer, se le asigna a nuestro personaje una sencilla misión, que hará las veces de examen. Junto a los dos personajes mencionados deberá apoyar a las fuerzas de élite del jardín que han sido contratadas para ir a Dollet para repeler una invasión. La misión se complica y terminan en una gigantesca antena de telecomunicaciones luchando con un bicharraco enorme, algo típico en FF dicho sea de paso.
    La misión es un éxito, Squall se convierte en Seed junto a Zell y Selphie, una "estudiante de intercambio" que también es protagonista.
      Hasta ahora todo es bastante normal, acción, combates y búsquedas, pero entonces, durante el baile de graduación, es cuando ya vamos entendiendo el por qué del logo de FFVIII. Mientras todos bailan y se divierten, Squall se queda en un rincón pasando de todo, hasta que una bella joven se le acerca y, tras un par de pases mágicos, consigue sacarlo a bailar... el que haya jugado el juego sabrá que es lo que quieto decir.
    Final Fantasy VIII tiene muchas escenas de vídeo, muy buenas, a pesar de que me gustaron más las de FFIX sería absurdo negar que eran excelentes. Ver a Rinoa intentar que Squall bailara era una delicia, el tipo se hacía el patoso para que ella le dejase en paz, incluso chocan con otra pareja, pero entonces ella le mira con dulzura y él, sin poder evitarlo, comienza a bailar bien, a los pocos segundos  los dos observan unos preciosos cohetes y en aquel instante, cuando más anonadado estaba Squall, la chica se aleja con una disculpa en la mirada.





Con el ordenador de nuestro pupitre podemos entrar en Twitter y en  Facebook.



    Squall se queda con cara de tonto pero su vida personal no importa, al día siguiente ya tiene su primera misión, le acompañaran Zell y Selphie, cual no será su sorpresa al ver que debe ponerse a las órdenes de la hermosa desconocida que le sacó a bailar... Y se acabó el spoilear xd. 
 FFVIII es, básicamente, una historia de amor, supongo que buscaban cazar al público femenino, que por entonces ya empezaba a abundar, y ya sabemos que a las féminas les van las cosas esas del amor y tal. 
    Para ser sincero no me supuso ningún problema que el tema principal del juego fuera el amor, de hecho hubo un par de escenas que consiguieron encogerme el corazón, como esa en la que Rinoa se queda flotando en el espacio quedándose sin oxígeno, si esa escena no te conmueve no tienes corazón.
    El problema que sí tiene este FF es que el argumento, a mi manera de ver, es demasiado sencillo, no tiene apenas giros, y la mayor sorpresa del juego es que TODOS se conocían desde pequeños pero lo habían olvidado, sí, bastante flojo todo. Lo único que mantenía el juego era la relación Squall-Rinoa y el deseo de la segunda de conseguir la independencia de su país, lo cual estaba relacionado con la bruja malvada... Edea, ojalá todas las brujas fueran así. Pero no pensemos cosas pervertidas y hablemos del juego.




¿...?¿...?¿...?¿...?






Podemos guardar las magias o lanzarlas al extraerlas.




    Dejando de lado que el argumento me pareciese bastante flojo hay que reconocer que en su día me gustó, hasta aquel entonces solo tenía como referencia de su género el FFVII (casi nada), y aunque FFVIII pintaba bien no me llenó tanto.
    Una de las razones fue el argumento ya lo he dicho, y la otra el sistema de enlaces. ¿Qué es el sistema de enlaces?, pues es la forma en la que podemos mejorar las características de los personajes asociándolas a alguna de las magias que tengamos a nuestra disposición, pero para que me entendáis debo explicar las cosas desde el principio.
    En FFVIII hay unos seres, llamados Guardianes de la Fuerza, y que no son más que las invocaciones que ya conocemos de los juegos anteriores, más algunas nuevas. Dichos G.F. se podían obtener de diversas formas, derrotándolos en combate o extrayéndolo de algún enemigo, por poner un par de ejemplos.
    Dichos G.F. son parte importantísima para el desarrollo de los personajes y para el juego en si ya que si no tenemos ninguno enlazado los protagonistas solo tendrán la opción de atacar disponible en el menú de combate.
    Por suerte obtenemos dos G.F. nada más empezar la historia, suficiente para equipar uno a Squall y otro a Quistis antes de ir a la cueva de fuego donde nos haremos con Ifrit.




Las ciudades se ven más grandes que en FFVII.




    Los G.F. son prácticamente imprescindibles, ya que son ellos, y no los personajes en si, los que aprenden las diferentes habilidades que luego podremos utilizar en combate y, como ya he dicho, un personaje sin ningún G.F. enlazado, en combate solo podrá utilizar el comando "atacar", ni siquiera podrá utilizar magias ni extraerla de los enemigos.
    Sí, el sistema de magias... es el más sencillo e insulso de toda la saga. En FFVIII no hay materia, ni los hechizos se aprenden por nivel ni se compran en las tiendas, se extraen, ya sea de los diferentes enemigos con los que luchamos o de alguna de las diversas fuentes de magia que encontraremos por el mundo. Como es de suponer, el tipo de enemigo impondrá qué magia podremos extraer de él, a más fuerte sea el enemigo más poderosa serán las magias que podremos robarle. Al contrario que en casi toda la saga, al utilizar un hechizo no gastamos "pm", sino una unidad de dicha magia. Un ejemplo, si tienes 48 unidades de magia Cura, y utilizas una para sanarte se restará 1 del total con lo que te quedará, siempre según las matemáticas 47. Con ese sistema es muy improbable quedarse sin magias durante un combate, ya que aunque utilices todas las de fuego, por ejemplo, aún te quedarían las de los demás elementos e incluso llegando al extremo de quedarte sin ninguna siempre puedes extraer más a tu enemigo.
    Otra forma de conseguir magias es trasformando algunos de los objetos que consigues tras los combates tales como los guijarros, las piedras y las rocas mágicas, pero para hacer eso debes hacer que el G.F. en cuestión aprenda la habilidad. Cada G.F. nos proporciona la habilidad de crear magias compatibles con su tipo.




Ifrit poco antes de ser derrotado




    Y a todo esto, ¿Cómo aprenden habilidades los G.F. sencillo, luchando. Todo aquel G.F. cuyo poseedor luche en un combate ganará experiencia, con lo que podrá subir niveles, y puntos de habilidad, que son los que nos interesa tener controlados.
    El sistema de desarrollo de los G.F. es bastante sencillo en realidad, de hecho podemos dejar que vaya aprendiendo las habilidades por si solo, el problema es que de ese modo primero aprende las habilidades que aumentan las características del G.F. el poder mágico y tal, y aun son cosas útiles hay habilidades más necesarias a corto plazo. Por eso, en su pestaña correspondiente podemos elegir a qué habilidad van a ir los puntos de habilidad ganados en combate. Este sistema es muy práctico y dinámico, a medida que un G.F. aprende habilidades otras nuevas van apareciendo, y podemos cambiar la habilidad a aprender en cualquier momento, aunque aún no se haya aprendido la actual. No solo eso, hay diversos objetos, con los que podemos borrar habilidades o, aún mejor, enseñarlas para así conseguir un G.F. a nuestro gusto.
    Para terminar ya con los G.F. con ellos adquirimos la habilidad de enlazar las distintas características de los personajes a una magia en particular, con habilidad y los G.F. bien repartidos, podremos enlazar todas las características de nuestros personajes, aumentando así su poder considerablemente. El problema es que este sistema disuade a la hora de utilizar dichas magias, ya que del número de ellas que poseamos dependerá la bonificación.





Zell Dincht



En FFVIII también hay gatos "trolls".



    Una de las cosas que más me llamó la atención, y que más me decepcionó, fue el cacareado sistema de las dos historias paralelas.
    En la publicidad daban a entender que el juego seguía dos historias, la de Squall y sus amigos, y por otro lado la de Laguna Loire y su panda, luego explico eso, lo que sucedía en realidad era que el juego tenía la historia principal y, de vez en cuando... muy de vez en cuando, los protagonistas caían en una ensoñación en la que revivían escenas pasadas del tal Laguna, escenas bastante cortas la mayoría de las veces y tremendamente escasas para llegar a tener una importancia real en la experiencia del juego, eso sí la música de los combates era mucho mejor que la de la historia principal.
    Y bueno, ¿Quién es Laguna?, pues un antiguo soldado de Galbadia bastante torpe y con poca experiencia con las mujeres, y aunque en un principio nada parece tener ni pies ni cabeza poco a poco vamos descubriendo por qué tenemos esos sueños raros.



 
My favourite girl in this game



    Hablemos del apartado técnico. No creo necesario decir que FFVIII tiene los mejores gráficos de la saga en Psx, y si no está bastante cerca. Posee una larguísima y espectacular intro y los mejores créditos que he visto en mi gris, Selphie grabando con su cámara a los invitados en la fiesta de celebración donde vemos muchas cosas divertidas, como a Zell a punto de atragantarse por comer como un cerdo o a Irvine Kineas intentando ligar con Quistis.
    Las magias y lo G.F. son debidamente espectaculares y los combates contra los muchos jefes son divertidos y en escenarios bastante espectaculares también. Una cosa que me decepcionó fue el número máximo de enemigos en un combate, normalmente dos o tres, raramente más, eso sí el diseño de algunos monstruos rozaba el preciosismo, casi daba pena matar algunos enemigos.
    El diseño del mundo era superior a su predecesor, con texturas más complejas y con unas ciudades algo mayores, me refiero a la representación que se nos mostraba en el mapa del mundo.
    La calidad de los distintos escenarios era diversa aunque por lo general era más que buena, cuevas, ciudades, montañas, daba igual el escenario nuestros personajes se movían por ellos en perfectas 3D, a pesar de ser fondos en 2D.
    El único pero al apartado técnico, al menos para mí, es la música. Me encanta Uematsu, de verdad, pero a parte de varios temas sublimes, FFVIII, está repleto de temas soporíferos. La canción que suena en el jardín de Balamb da ganas de acostarse, el tema del mundo lo mismo y la música de batalla no motiva como debería, es más no motiva nada, mejor la hubieran intercambiado por la música de batalla de Laguna.
    De paso debería decir que el juego es demasiado corto, casi diría que el tiempo que tardabas en FFVII en salir de Midgar es lo que dura el primer cd de este juego, al menos son 4. Otra cosa que estropea la experiencia del juego al final es el hecho de que, en el cuarto disco, no puedes acceder a las diversas ciudades del mundo.





-Prrrrrrrrr



    Pero bueno, no todo son cosas malas, FFVIII tiene muchos secretos, algún que otro G.F. secreto, enemigos casi imposibles, escenas curiosas difíciles de ver... el juego puede tener una historia bastante más sencilla de lo habitual para un FF, pero una vez entendido de qué va, no puedes dejar de disfrutarlo. Es muy fácil enamorarse de Riona y meterse en la historia, no quieres que le pase nada y eso hace que cada escena en la que está a solas con Squall vaya ganando en emoción a medida que la historia avanza y Squall va cambiando su forma de ser. Yo le daría al personaje de Rinoa el 90% del mérito en el juego, sin ella FFVIII no tendría sentido ya que, como dije al principio, el tema principal del juego es el amor, amor sobre trenes a toda velocidad, amor en el espacio o en la pista de baile, es cierto, hay amor por todas partes pero sin llegar a ser empalagoso, en parte gracias a que Squall pasa de todo y de todos, al menos al principio. Solo hay una escena en la que se le ve sonreír.
    Y bueno yo ya quiero ir terminando esto, solo decir, así por encima, que los monstruos no nos daban dinero tras los combates sino que se nos otorgaba una asignación según nuestro rango seed, y que no había tiendas que vendieran armas, sino herrerías en las que llevando los materiales adecuados se nos fabricaba el arma deseada.

    Ya para terminar; este no es, ni de lejos, mi FF favorito, eso no quiere decir que piense que es un mal juego ni mucho menos, tiene muchos motivos para ser jugado, personajes "queribles" historia sencilla de seguir y cientos de cosas que descubrir, mi consejo es este; juégalo hasta el final, luego otra vez aprovechando lo que conoces y explorando el mundo más exhaustivamente y luego, para terminar, busca una guía, te sorprenderás de la de cosas que te dejaste por el camino.