Destruction Derby

 No se puede negar que Psygnosis apostó fuertemente por PlayStation en sus primeros años, ofreciéndonos, por ejemplo, algunos de los juegos de carreras más espectaculares de aquellos años. Aquí mismo ya hablamos del primer WipEout, que además fue mi primer juego de PlayStation. Y al igual que dicho juego, yo ya conocía Destruction Derby por las revistas. Me parecía una pasada, ¡carreras de coches en las que los vehículos se rompían en tiempo real!. Un juego así, obviamente, debía ser mío.
 La introducción de hoy es muy cortita, de hecho, no quiero extenderme demasiado con este título, ya que aunque no me parece malo en absoluto, no lo disfruté tanto como me hubiera gustado, pero ya hablaré de ello más adelante.
 Como el propio nombre del juego parece indicar, Destruction Derby nos lleva al famoso (en USA, al menos) espectáculo de las carreras de destrucción, carreras en las que el público aplaude más los choques de los coches que al campeón de la carrera... o eso creo yo, que nunca he visto un espectáculo de esos. 

 En Destruction Derby teníamos cinco circuitos, ambientados en lugares muy diferentes, desde ciudades hasta desiertos, y un "ruedo" en el que lo único que debíamos hacer era durar todo lo posible contra el resto de "corredores". Y los problemas empiezan pronto. Aquí, lo importante son los choques, aunque llegar el primero también es importante, y el primer problema es, precisamente, el diseño de los circuitos, que son demasiado estrechos y de diseño no demasiado inspirados. Y sí, entiendo la época de la que estamos hablando, pero ya me parecían feos en su época. Es evidente que el diseño de los circuitos está hecho para fomentar los choques, incluso hay circuitos en los que la pista tiene cruces, pudiendo chocar con corredores atrasados y haciéndote perder puestos, que en un principio parece divertido, pero si eres de los que quieren ganar a toda costa, te va a dar mucha rabia perder una carrera por un choque totalmente fortuito. El caso del "ruedo" es diferente, ahí no nos andamos con tonterías, veinte coches, sí, VEINTE COCHES, chocando a diestro y siniestro a ver quién es el guapo que aguanta hasta el final. Y aprovecho para comentar las cosas buenas.

 El control del coche es bastante bueno en realidad aunque la velocidad máxima no es que sea una locura, el juego tampoco lo requiere, además, la conducción se verá afectada por los daños del coche, pudiendo llegar el punto en el que ni siquiera podremos girar... era "súper divertido" pilotar utilizando los bordes del "ruedo" intentando esquivar a los conductores con coches en mejores condiciones. Las físicas tampoco estaban mal, nuestro vehículo giraba como loco si recibía un impacto en la zona adecuada, y notábamos que los coches tenían peso, eso sí, los coches no volcaban nunca, pero eso lo veo como una virtud en realidad. Otra cosa positiva, es que podías jugar a dobles CONECTANDO DOS PLAYSTATION, cosa de la que nunca disfruté, por cierto, para comprobar como iba. También poseía diferentes modos de jugo, incluido una especie de "modo carrera" en la que recibías puntos dependiendo de tu posición en la carrera y de los daños que infligieras al resto de corredores. También podías correr carreras individuales y practicar, en ese sentido el juego estaba muy bien, todo ok. ¿Pero por qué no disfruté de un juego que parecía ser tan divertido?
 Primero que nada, y sumado a lo soseras que eran los circuitos, debemos decir que TODOS LOS COCHES eran iguales (imagino que para ahorrar memoria) aunque tuvieran "skins" diferente, y de todas maneras tampoco podías elegir coche. Gráficamente, no estaba mal, pero se veía anticuado (recordemos que yo me compré la Play cuando ya llevaba un par de años, quizá más, en la calle, y que ya había jugado a juegos más modernos cuando compré Destruction Derby), pero por ahora no hay nada de verdadera importancia que me impidiese disfrutar del juego, ¿verdad?... Se corrompían los archivos de guardado... No sé si era un problema de mi juego en particular o era algo generalizado, pero cuando cuardabas el "modo carrera", siempre, siempre, se acababa corrompiendo el archivo en cuestión, y ojo, que NO PODÍAS BORRAR DICHO ARCHIVO ni desde el menú de la PlayStation. Por suerte, y ya lo comenté en la entrada del primer Crash Bandicoot, el juego del famoso marsupial sí me permitía borrar dichos archivos... por lo que a la cuarta vez que tuve que recurrir a Crash perdí la paciencia, estaba harto de comenzar un campeonato una y otra vez para nunca poder terminarlo, y abandoné el juego, literalmente sólo lo jugaba, y muy de vez en cuando, por el propio Derby de demolición, vamos, el "ruedo", porque las carreras normales no tenían ningún atractivo real más allá de ganar, que era muy fácil en realidad, y claro, por aquella época yo ya tenía juegos de carreras mucho mejores (y que no corrompían las partidas... ), por lo que esté acabó abandonado en mi caja de juegos. 
 A pesar de todo, Destruction Derby tuvo relativo éxito, por lo que llegó a salir una segunda parte, segunda parte que nunca probé, ni siquiera en emulador, ya que este juego me dejó un mal sabor de boca que me quitó las ganas de jugarlo... ya han pasado muchos años, quizás le doy una oportunidad.
 Y realmente no tengo mucho más que decir, la verdad, esta será una entrada bastante corta, pero es que el juego tampoco tiene mucho que comentar, un juego de carreras con daños en tempo real, que no está mal, pero que podría haber sido mucho mejor, y el problema de los archivos corrompidos es imperdonable. Pues eso, podéis probarlo, aunque hay muchas mejores alternativas en el mercado. Hasta la próxima.