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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

sábado, 13 de julio de 2013

Final Fantasy VIII





 Bueno, al fin ha llegado el día, finalmente me he decidido, así, sin anestesia.


HOY TOCA, FINAL FANTASY VIII. 


    FFVIII fue el penúltimo juego de la saga del que pudimos disfrutar los afortunados propietarios de una PSX, el primero en venir en cuatro cds y el primero en tener personajes cuya escala intentaba acercarse a la realidad, poseía gráficos mucho mejores que su predecesor en PSX y una historia quizá menos enrevesada y enfocada, puede que buscando público femenino, en el amor de los dos protagonistas principales.




La enfermería es lo primero que vemos tras la intro.



    Hablemos un poco del argumento, intentaré no hacer ningún spoiler, pero no prometo nada. Nuestro protagonista es Squall, un cadete que estudia en el "jardín" de Balamb para convertirse en Seed. Sí, bueno... dicho "jardín" es un especie de Templo Jedi, donde jóvenes de todo el mundo estudia para convertirse en una especie de soldado de élite... sí, suena muy raro pero el argumento del juego te explica el por qué de esos "jardines", lo pongo en plural porque resulta que hay varios jardines en el mundo, todos dedicados al entrenamiento de Seeds.

    El joven Squall Lionheart, protagonista principal del juego, será el primero en hacer su aparición, tras una larga y espectacular secuencia de introducción generada por ordenador, nuestro joven protagonista despertará en la enfermería del jardín de Balamb donde, medio dormido, será consciente de la visita de una joven desconocida.
    Quistis Trepe, su profesora y también personaje protagonista, le recogerá tras un pequeño rapapolvo y una conversación en la que ya se entrevé que Squall tiene serios problemas para relacionarse con los demás, la profesora le propone ir a cierta cueva como entrenamiento para el examen de Seed.



La joven profesora tras leer un par de capítulos de cierta novela que está muy de moda hoy en día.


    Tras el entrenamiento, y un par de charlas no demasiado profundas en las que se presentan algunos personajes importantes, entre ellos Zell Dincht y Seifer, se le asigna a nuestro personaje una sencilla misión, que hará las veces de examen. Junto a los dos personajes mencionados deberá apoyar a las fuerzas de élite del jardín que han sido contratadas para ir a Dollet para repeler una invasión. La misión se complica y terminan en una gigantesca antena de telecomunicaciones luchando con un bicharraco enorme, algo típico en FF dicho sea de paso.
    La misión es un éxito, Squall se convierte en Seed junto a Zell y Selphie, una "estudiante de intercambio" que también es protagonista.
      Hasta ahora todo es bastante normal, acción, combates y búsquedas, pero entonces, durante el baile de graduación, es cuando ya vamos entendiendo el por qué del logo de FFVIII. Mientras todos bailan y se divierten, Squall se queda en un rincón pasando de todo, hasta que una bella joven se le acerca y, tras un par de pases mágicos, consigue sacarlo a bailar... el que haya jugado el juego sabrá que es lo que quieto decir.
    Final Fantasy VIII tiene muchas escenas de vídeo, muy buenas, a pesar de que me gustaron más las de FFIX sería absurdo negar que eran excelentes. Ver a Rinoa intentar que Squall bailara era una delicia, el tipo se hacía el patoso para que ella le dejase en paz, incluso chocan con otra pareja, pero entonces ella le mira con dulzura y él, sin poder evitarlo, comienza a bailar bien, a los pocos segundos  los dos observan unos preciosos cohetes y en aquel instante, cuando más anonadado estaba Squall, la chica se aleja con una disculpa en la mirada.





Con el ordenador de nuestro pupitre podemos entrar en Twitter y en  Facebook.



    Squall se queda con cara de tonto pero su vida personal no importa, al día siguiente ya tiene su primera misión, le acompañaran Zell y Selphie, cual no será su sorpresa al ver que debe ponerse a las órdenes de la hermosa desconocida que le sacó a bailar... Y se acabó el spoilear xd. 
 FFVIII es, básicamente, una historia de amor, supongo que buscaban cazar al público femenino, que por entonces ya empezaba a abundar, y ya sabemos que a las féminas les van las cosas esas del amor y tal. 
    Para ser sincero no me supuso ningún problema que el tema principal del juego fuera el amor, de hecho hubo un par de escenas que consiguieron encogerme el corazón, como esa en la que Rinoa se queda flotando en el espacio quedándose sin oxígeno, si esa escena no te conmueve no tienes corazón.
    El problema que sí tiene este FF es que el argumento, a mi manera de ver, es demasiado sencillo, no tiene apenas giros, y la mayor sorpresa del juego es que TODOS se conocían desde pequeños pero lo habían olvidado, sí, bastante flojo todo. Lo único que mantenía el juego era la relación Squall-Rinoa y el deseo de la segunda de conseguir la independencia de su país, lo cual estaba relacionado con la bruja malvada... Edea, ojalá todas las brujas fueran así. Pero no pensemos cosas pervertidas y hablemos del juego.




¿...?¿...?¿...?¿...?






Podemos guardar las magias o lanzarlas al extraerlas.




    Dejando de lado que el argumento me pareciese bastante flojo hay que reconocer que en su día me gustó, hasta aquel entonces solo tenía como referencia de su género el FFVII (casi nada), y aunque FFVIII pintaba bien no me llenó tanto.
    Una de las razones fue el argumento ya lo he dicho, y la otra el sistema de enlaces. ¿Qué es el sistema de enlaces?, pues es la forma en la que podemos mejorar las características de los personajes asociándolas a alguna de las magias que tengamos a nuestra disposición, pero para que me entendáis debo explicar las cosas desde el principio.
    En FFVIII hay unos seres, llamados Guardianes de la Fuerza, y que no son más que las invocaciones que ya conocemos de los juegos anteriores, más algunas nuevas. Dichos G.F. se podían obtener de diversas formas, derrotándolos en combate o extrayéndolo de algún enemigo, por poner un par de ejemplos.
    Dichos G.F. son parte importantísima para el desarrollo de los personajes y para el juego en si ya que si no tenemos ninguno enlazado los protagonistas solo tendrán la opción de atacar disponible en el menú de combate.
    Por suerte obtenemos dos G.F. nada más empezar la historia, suficiente para equipar uno a Squall y otro a Quistis antes de ir a la cueva de fuego donde nos haremos con Ifrit.




Las ciudades se ven más grandes que en FFVII.




    Los G.F. son prácticamente imprescindibles, ya que son ellos, y no los personajes en si, los que aprenden las diferentes habilidades que luego podremos utilizar en combate y, como ya he dicho, un personaje sin ningún G.F. enlazado, en combate solo podrá utilizar el comando "atacar", ni siquiera podrá utilizar magias ni extraerla de los enemigos.
    Sí, el sistema de magias... es el más sencillo e insulso de toda la saga. En FFVIII no hay materia, ni los hechizos se aprenden por nivel ni se compran en las tiendas, se extraen, ya sea de los diferentes enemigos con los que luchamos o de alguna de las diversas fuentes de magia que encontraremos por el mundo. Como es de suponer, el tipo de enemigo impondrá qué magia podremos extraer de él, a más fuerte sea el enemigo más poderosa serán las magias que podremos robarle. Al contrario que en casi toda la saga, al utilizar un hechizo no gastamos "pm", sino una unidad de dicha magia. Un ejemplo, si tienes 48 unidades de magia Cura, y utilizas una para sanarte se restará 1 del total con lo que te quedará, siempre según las matemáticas 47. Con ese sistema es muy improbable quedarse sin magias durante un combate, ya que aunque utilices todas las de fuego, por ejemplo, aún te quedarían las de los demás elementos e incluso llegando al extremo de quedarte sin ninguna siempre puedes extraer más a tu enemigo.
    Otra forma de conseguir magias es trasformando algunos de los objetos que consigues tras los combates tales como los guijarros, las piedras y las rocas mágicas, pero para hacer eso debes hacer que el G.F. en cuestión aprenda la habilidad. Cada G.F. nos proporciona la habilidad de crear magias compatibles con su tipo.




Ifrit poco antes de ser derrotado




    Y a todo esto, ¿Cómo aprenden habilidades los G.F. sencillo, luchando. Todo aquel G.F. cuyo poseedor luche en un combate ganará experiencia, con lo que podrá subir niveles, y puntos de habilidad, que son los que nos interesa tener controlados.
    El sistema de desarrollo de los G.F. es bastante sencillo en realidad, de hecho podemos dejar que vaya aprendiendo las habilidades por si solo, el problema es que de ese modo primero aprende las habilidades que aumentan las características del G.F. el poder mágico y tal, y aun son cosas útiles hay habilidades más necesarias a corto plazo. Por eso, en su pestaña correspondiente podemos elegir a qué habilidad van a ir los puntos de habilidad ganados en combate. Este sistema es muy práctico y dinámico, a medida que un G.F. aprende habilidades otras nuevas van apareciendo, y podemos cambiar la habilidad a aprender en cualquier momento, aunque aún no se haya aprendido la actual. No solo eso, hay diversos objetos, con los que podemos borrar habilidades o, aún mejor, enseñarlas para así conseguir un G.F. a nuestro gusto.
    Para terminar ya con los G.F. con ellos adquirimos la habilidad de enlazar las distintas características de los personajes a una magia en particular, con habilidad y los G.F. bien repartidos, podremos enlazar todas las características de nuestros personajes, aumentando así su poder considerablemente. El problema es que este sistema disuade a la hora de utilizar dichas magias, ya que del número de ellas que poseamos dependerá la bonificación.





Zell Dincht



En FFVIII también hay gatos "trolls".



    Una de las cosas que más me llamó la atención, y que más me decepcionó, fue el cacareado sistema de las dos historias paralelas.
    En la publicidad daban a entender que el juego seguía dos historias, la de Squall y sus amigos, y por otro lado la de Laguna Loire y su panda, luego explico eso, lo que sucedía en realidad era que el juego tenía la historia principal y, de vez en cuando... muy de vez en cuando, los protagonistas caían en una ensoñación en la que revivían escenas pasadas del tal Laguna, escenas bastante cortas la mayoría de las veces y tremendamente escasas para llegar a tener una importancia real en la experiencia del juego, eso sí la música de los combates era mucho mejor que la de la historia principal.
    Y bueno, ¿Quién es Laguna?, pues un antiguo soldado de Galbadia bastante torpe y con poca experiencia con las mujeres, y aunque en un principio nada parece tener ni pies ni cabeza poco a poco vamos descubriendo por qué tenemos esos sueños raros.



 
My favourite girl in this game



    Hablemos del apartado técnico. No creo necesario decir que FFVIII tiene los mejores gráficos de la saga en Psx, y si no está bastante cerca. Posee una larguísima y espectacular intro y los mejores créditos que he visto en mi gris, Selphie grabando con su cámara a los invitados en la fiesta de celebración donde vemos muchas cosas divertidas, como a Zell a punto de atragantarse por comer como un cerdo o a Irvine Kineas intentando ligar con Quistis.
    Las magias y lo G.F. son debidamente espectaculares y los combates contra los muchos jefes son divertidos y en escenarios bastante espectaculares también. Una cosa que me decepcionó fue el número máximo de enemigos en un combate, normalmente dos o tres, raramente más, eso sí el diseño de algunos monstruos rozaba el preciosismo, casi daba pena matar algunos enemigos.
    El diseño del mundo era superior a su predecesor, con texturas más complejas y con unas ciudades algo mayores, me refiero a la representación que se nos mostraba en el mapa del mundo.
    La calidad de los distintos escenarios era diversa aunque por lo general era más que buena, cuevas, ciudades, montañas, daba igual el escenario nuestros personajes se movían por ellos en perfectas 3D, a pesar de ser fondos en 2D.
    El único pero al apartado técnico, al menos para mí, es la música. Me encanta Uematsu, de verdad, pero a parte de varios temas sublimes, FFVIII, está repleto de temas soporíferos. La canción que suena en el jardín de Balamb da ganas de acostarse, el tema del mundo lo mismo y la música de batalla no motiva como debería, es más no motiva nada, mejor la hubieran intercambiado por la música de batalla de Laguna.
    De paso debería decir que el juego es demasiado corto, casi diría que el tiempo que tardabas en FFVII en salir de Midgar es lo que dura el primer cd de este juego, al menos son 4. Otra cosa que estropea la experiencia del juego al final es el hecho de que, en el cuarto disco, no puedes acceder a las diversas ciudades del mundo.





-Prrrrrrrrr



    Pero bueno, no todo son cosas malas, FFVIII tiene muchos secretos, algún que otro G.F. secreto, enemigos casi imposibles, escenas curiosas difíciles de ver... el juego puede tener una historia bastante más sencilla de lo habitual para un FF, pero una vez entendido de qué va, no puedes dejar de disfrutarlo. Es muy fácil enamorarse de Riona y meterse en la historia, no quieres que le pase nada y eso hace que cada escena en la que está a solas con Squall vaya ganando en emoción a medida que la historia avanza y Squall va cambiando su forma de ser. Yo le daría al personaje de Rinoa el 90% del mérito en el juego, sin ella FFVIII no tendría sentido ya que, como dije al principio, el tema principal del juego es el amor, amor sobre trenes a toda velocidad, amor en el espacio o en la pista de baile, es cierto, hay amor por todas partes pero sin llegar a ser empalagoso, en parte gracias a que Squall pasa de todo y de todos, al menos al principio. Solo hay una escena en la que se le ve sonreír.
    Y bueno yo ya quiero ir terminando esto, solo decir, así por encima, que los monstruos no nos daban dinero tras los combates sino que se nos otorgaba una asignación según nuestro rango seed, y que no había tiendas que vendieran armas, sino herrerías en las que llevando los materiales adecuados se nos fabricaba el arma deseada.

    Ya para terminar; este no es, ni de lejos, mi FF favorito, eso no quiere decir que piense que es un mal juego ni mucho menos, tiene muchos motivos para ser jugado, personajes "queribles" historia sencilla de seguir y cientos de cosas que descubrir, mi consejo es este; juégalo hasta el final, luego otra vez aprovechando lo que conoces y explorando el mundo más exhaustivamente y luego, para terminar, busca una guía, te sorprenderás de la de cosas que te dejaste por el camino.






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