Bienvenidos

Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

lunes, 24 de junio de 2013

Kid Chameleon




 
    Al que le guste el cine conocerá ese curioso subgénero denominado "metacine" en el que el argumento de la película se basa, precisamente, en el rodaje de una película ya sea real o ficticia. En ese subgénero entraría "La niña de tus Ojos", por poner un ejemplo. ¿Y a qué viene ahora una lección de cine?, pensaréis, ¿pero este no era un blogg sobre videojuegos? pensarán otros. Pues viene a que este KC podría decirse que es del género de las plataformas pero con toques de "metavideojuego", ¿y eso?... Cuando jugamos a KD, por muy obvio que lo parezca, estamos jugando a un videojuego,  pero a un videojuego DENTRO del videojuego.
    En KC a los alocados diseñadores se les ocurrió la estrafalaria idea de unir al típico "gamer" adolescente con su mayor reto posible, un videojuego virtual en el que te sumergías en un entorno tridimensional y... ¿qué?, ¿Que las capturas no son en 3D?, hombre claro es que.yo hablaba del argumento. Al parecer, el videojuego, la IA, uno de los "bosses"... algo falló, por lo que la cosa dejó de ser un mero videojuego y comenzó a ser algo más peligroso. Nuestro protagonista se introduce en la máquina de realidad virtual dispuesto a alcanzar el final y acabar con la amenaza que esta supone, aunque no sé si habría resultado más fácil desenchufarla de la corriente.



Aunque no lo parezca es el protagonista disfrazado de samurái




    Obviando el argumento del juego, lo que veíamos al introducir el cartucho en nuestra consola era un juego de plataformas, en apariencia sencillo y de gráficos simplones, si profundizábamos en el juego descubríamos dos cosas. La primera era que sí, sus gráficos eran simplones pero lo segundo que descubriríamos era que esa aparente sencillez solo era la forma en que el juego nos hacía aprender a jugarlo.
    Nuestro protagonista era capaz de cambiar su aspecto gracias a ciertos ítems, lo que le proporcionaba diferentes habilidades, indispensables en algunos casos para superar algunos obstáculos.





La meta era representada por una bandera... ¿de qué me sonará?.



    En cierta manera el objetivo del juego era muy sencillo, solo debíamos llegar hasta la meta de cada nivel utilizando las distintas habilidades a nuestra disposición. Estas "habilidades" eran proporcionadas por los diferentes disfraces que aparecían al romper ciertos bloques. Algunas de esas habilidades nos permitían trepar paredes o romper ciertos bloques, o utilizar una espada para atacar a nuestros enemigos.
     Nuestro protagonista comienza sin ningún disfraz por lo que solo puede saltar, con bastante inercia por cierto. Saltar nos sirve para acabar con algunos enemigos además de para llegar a lugares más altos, lo cual es tan ridículamente obvio que no debería haberlo mencionado... saltando también podremos romper esos bloques que veis en las capturas y de donde, de vez en cuando, saldrá algún disfraz.





Me recuerda a cierto enemigo de Spiderman...



    Los disfraces no es que resulten ser útiles para avanzar en el juego sino que resultan imprescindibles, por ejemplo, mirando la captura de arriba, si no rompemos esos bloques de aspecto frágil no podremos avanzar, y solo se podía romper utilizando un disfraz y así hay multitud de situaciones.
    Por fortuna los disfraces no aparecen de forma aleatoria, aparecen siempre los que necesitaremos, pero somos nosotros los que debemos averiguar donde utilizarlos.
    A parte de proporcionarnos una o dos habilidades, los disfraces aumentaban nuestras posibilidades de supervivencia ya que nos proporcionaban más corazones,  un solo toque de cualquier enemigo nos arrebataba un corazón, si teníamos un disfraz al perder el último corazón regresábamos a la forma básica, de lo contrario se nos restaba una vida.





Agujero con pinchos... TR en 2D.



    En un principio los niveles de KC eran bastante simples, casi lineales, era la manera en la que el juego nos dejaba tiempo a aprender su funcionamiento. De hecho el primer nivel lo podíamos completar sin utilizar ningún disfraz pero poco a poco el juego iba ganando en complejidad y dificultad. Tanto los enemigos como los diversos desafíos que nos proponía el juego lo dotaban de una dificultad moderada y progresiva que nos dejaba avanzar paso a paso.
    A parte de los disfraces y los bloques rompibles a lo largo del juego nos encontraríamos con diversos elementos que nos complicarían o dificultarían el avance. Por ejemplo, habían unos bloques negros que nos permitían saltar muy alto como si de trampolines se tratara, también existían ciertos bloques que al tocarlos lanzaban un proyectil, ese proyectil podía romper bloques y dejarnos avanzar, o matarnos si nos ponemos en el lugar equivocado, otro elemento curioso eran las plataformas con forma de nube, si las golpeabas desde abajo crecían un poco, dando acceso a lugares inalcanzables.
    Los enemigos resultaban un tanto curiosos, había uno que parecía un geodude sin brazos y otro que me recordaba a un bicho que salía en Three Wonders, de todas formas, y como pasaba en Tomb Raider, los enemigos tenían un papel secundario ante la exploración y los "acertijos".




La escalada es buena para la salud, excepto si te caes desde la cumbre.


    KC es, en resumen y aunque pueda no parecerlo ante la humildad de las capturas, uno de los mejores juegos que probé en mi Sega Mega Drive, tenía gráficos un tanto simplones pero una jugabilidad enorme, con decenas de niveles a cual más extraño y complicado, los disfraces le dotaban de una gran originalidad y de una complejidad superior a lo acostumbrado en este tipo de juegos. Es posible que Sonic fuera más rápido y colorido pero, como en el cuento de la liebre y la tortuga, la velocidad no es siempre lo más importante.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tienes algo interesante que decir?. Recuerda ser educado y respetuoso.