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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

miércoles, 25 de enero de 2023

Soul Blade



    NAMCO y PlayStation tuvieron una fructífera relación durante la increíble vida de la primera consola de SONY, desde juegos de lucha hasta juegos de carreras o rpgs, y la verdad es que la mayoría eran juegos increíbles. No sé si por suerte, si fue por hacer compras informándome antes o por la razón que fuera, pero la verdad es que la gris de SONY fue la ÚNICA consola en la que tuve buenos juegos, y el de hoy no es una excepción.
    Ya comenté en cierta ocasión que vi la recreativa en cierto centro comercial de mi ciudad (El Paseo), se llama. En aquella época había DOS recreativos en dicho centro comercial, casi enfrente el uno del otro y en los que podías encontrar rodeados de juegos poligonales alguna que otra máquina del Super Pang, los clásicos nunca mueren. Pues entre juegos de carreras, de motos de agua y entre el ruido de todas aquellas máquinas, ví un juego que me llamó mucho la atención. En dicho juego, los personajes portaban armas de filo, como en Toshinden, que ya lo tenía más que quemado, pero los personajes estaban mejor modelados y más detallados, además de estar ambientado en el pasado, no recuerdo qué año se supone que era, pero había samuráis, ninjas y caballeros medievales. Lo que más me llamó la atención fue un personaje femenino muy chulo, en su día me pareció una especie de Valkiria. Llevaba una elegante coraza y luchaba con una espada corta y un escudo... Sí, se trataba de Sophitia, aunque eso no lo sabía en aquel momento. Digamos que me quedé mentalmente con el juego, que era de NAMCO, de lucha, y sobre todo con ese personaje para ver si había salido para mí flamante PlayStation...


Aun a día de hoy me parecen gráficos increíbles


 
    Quizás un par de meses después, puede que incluso más, encontré en aquél mismo centro comercial un jueguecillo que me recordaba al de las espaditas y "la Valkiria". Miré la portada, las fotos de atrás, comprobé que era de NAMCO y sopesé seriamente el comprarlo, ¡qué coño sopesé!, las imágenes eran muy chulas y me pareció reconocer algún personaje, así que lo pillé y me lo llevé a mi casa (pagando, se entiende).
    Ni siquiera puedo describir lo que sentí al ver aquella espectacular intro. Podíamos ver a los diferentes personajes en distintas situaciones mientras sonaba una tremendísima canción que aún me sigue erizando la piel. Tengo que confesar que no jugaba este juego desde hace años, quizás más de una década, y al escuchar los primeros acordes de la intro mientras sonaba la voz del narrador, se me saltaron las lágrimas de la emoción. No me voy a andar con rodeos y voy a ser completamente sincero. Para mí, Soul Blade, es uno de los mejores juegos de lucha de la historia, y si hablamos de PS1, sin haber jugado todo el catálogo de dicha consola, evidentemente, lo colocaría entre los cuatro o cinco mejores juegos de lucha, como digo, para MIS gustos. 
    Tras el bombazo de la intro, que nos sumergía en un mundo de piratas, ninjas, fantasmas y espadas misteriosas, nos plantaban en la cara un menú de opciones que dejaba claro que NAMCO iba en serio con aquel port, porque sí, el juego que me había comprado era el de la recreativa que tanto me había llamado la atención y de la cual, irónicamente, no recordaba el nombre. El menú, que se me va la olla, poseía varios modos de juego, el "arcade", que era el modo básico, luego había un "time trial", los típicos modo versus, tanto de uno vs uno, como otra opción en la que podías hacer equipos de varios personajes. También teníamos a nuestra disposición el modo "survival", uno de mis modos favoritos, en el que debías derrotar a todos los enemigos que pudieras pero con una sola barra de vida que se rellenaba un poco tras cada combate. Modo que se fué perdiendo con los años. Pero el mejor modo era en realidad el Edge Master, una especie de modo historia en el que deberíamos movernos por un mapa y enfrentarnos a diferentes luchadores teniendo en ocasiones que soportar situaciones adversas o cumplir ciertos requisitos para derrotar a nuestros enemigos. A veces empezaríamos con menos vida que el contrario, o nuestra salud iría bajando con el tiempo, o solo podíamos derrotar a nuestro enemigo sacándole de la arena de batalla con supertécnicas o lo que fuera. Por suerte, antes de cada combate, se nos mostraba un libro (en perfecto inglés) en el que se nos narraba la situación del encuentro y CÓMO debíamos derrotar al rival. En este modo, tras ciertas misiones, se desbloqueaban las armas de los diferentes personajes (bonitos tiempos aquellos). 


A eso, en mi pueblo, lo llamamos "macoco en toda la camolla"


    Hablando del apartado técnico, el juego me pareció una puta maravilla, sí, tenía el típico problema de la época en la que, a veces, algunos polígonos de los personajes se ponían encima de otros, pero eso era más problema de la consola que del juego en si. El modelado de los diferentes personajes me pareció algo brutal, a años luz de Toshinden, con personajes con más polígonos y más detallados. Sólo os diré una cosa, a Taki (la mítica ninja de la saga) se le marcaba el... Bueno, ya sabéis... Digamos que fue la precursora de marcar la "huella del camello" (más o menos), lo cual indicaba una obsesión por el detalle bastante grande. Decir también que, a Taki, se le movían las brevas, cuando aún no era algo habitual.
    Los escenarios, al contrario de lo que solía suceder en los juegos de lucha 3d, eran bastante llamativos y ambientaban espectacularmente los combates, lo mismo nos encontrábamos luchando en el interior de un oscuro castillo que en una pradera llena de hierba o en una balsa que navegaba por un río. Y los personajes... Ya he dicho que estaban muy bien modelados, pero lo que no he dicho es que todos tenían al menos dos trajes diferentes... Sí, "solo" dos, lo que ya es uno más que la mayoría de los juegos de la época (la locura por los vestiditos vendría con Dead Or Alive, próximamente en este blog). En el caso de Sophitia creo que eran tres o cuatro trajes, lo cual no estaba nada mal. Luego, cada personaje poseía su propio tipo de arma, que iban desde katanas hasta nunchakus pasando por martillos o espadas gigantes que parecían sacadas de Dark Soul's (o eso le parecería a un jugador actual XD). Evidentemente, cada arma tenía sus propias características, algunas eran muy lentas pero hacían daño masivo mientras otras eran más rápidas pero hacían menos daño. Y luego estaban las especiales, por supuesto, las que se desbloqueaban jugando en Edge Master Mode, las cuáles podían además darnos ciertas ventajas.



¿Que cómo aprendí inglés?... adivinad



    La música, ¿he hablado de la música?. NAMCO estaba tan consciente del buen trabajo realizado, que el propio juego traía un reproductor en el que podías escuchar todas las canciones sin tener que "molestarnos" en jugar. Pero es que la cosa es aún mejor, ya que el juego tenía TRES "listas de reproducción", por llamarlo de alguna manera. Teníamos la clásica, que imagino que era la original de la recreativa, luego teníamos una remezcla de la música original, con sonido más "moderno" pero que mantenía la epicidad de la banda sonora original, y para terminar teníamos una tercera opción que era música totalmente original y con toques más "techno" por decir algo, que aunque al principio nos puede chocar, en realidad también es muy buena. De todas formas, mi favorita era la original, ya que aunque estaba tocada con teclado y mucho sintetizador, intentaba parecer música de orquesta (como hicieron en Toshinden), y lo cierto es que daba el pego, tanto que yo creo que algún que otro instrumento sí era real XD. Para no alargarme más con la música, decir que era digna de una película de aventuras y que tocaba muchos estilos dependiendo de la nacionalidad del personaje al que te enfrentabas, recordemos que, en aquella época, cada personaje tenía su propio escenario fijo.



Esquivando como toda una ninja



    Sí, todo muy bonito, ¿pero qué pasaba con la jugabilidad?... Pues que era otra puta maravilla, hablando mal y pronto. Vale que me llevó su tiempo el acostumbrarme a bloquear pulsado un botón, pero una vez conseguido eso, lo cierto es que se hacía muy placentero el bloquear ataques enemigos en el último segundo. Como ya sería habitual en la saga, en Soul Blade teníamos tres botones de ataque, uno para ataques horizontales, otro para ataques verticales y un último botón para patadas. Y a parte, como ya he dicho, teníamos el botón para bloquear. A parte de los ataques "normales", especiales y "supers" (llamémosles así porque no me acuerdo del nombre real XD), nuestros personajes podían hacer lanzamientos dependiendo de los botones que utilizáramos y la posición desde la que agarráramos al contrario, no eran tantos agarres como en Tekken 3 pero seguían siendo un buen puñado. Otra cosa a la que me tuve que acostumbrar fue a a forma de realizar las diferentes técnicas, nada de medias lunas ni "shoryukens", aquí eran combinaciones más "rectas"... Creo que ya expliqué eso en la entrada de Tekken 3, y como no me quiero repetir demasiado diré solamente que lo aprendido con Street Fighter II no me sirvió demasiado, pero eso, en lugar de una molestia, fué todo un placer. 
    Los combates, por hablar un poco de las mecánicas de juego, eran al mejor de tres rounds, pudiendo ganar un round tanto dejando ko a tu enemigo como lanzándolo fuera del ring. El tiempo que el juego da por defecto es de treinta segundos, que aunque bastan y sobran para derrotar a cualquier enemigo, a la vista parece poco tiempo, pero eso, junto a otros parámetros, puede cambiarse en el menú de opciones, que es muy completo. Durante el combate, las armas reciben daño, visible en una barra pequeña bajo la barra de vida, si el arma se "rompe" deberemos luchar el resto del round a piñazos. Como ya comenté hay unos ataques especiales, supers, ultras o como queráis llamarlos que podían utilizarse (creo recordar) pulsando los tres botones de ataque, y digo creo, porque por defecto el juego tenía asignada dicha función a uno de los gatillos del mando, así que nunca memoricé eso. Pero al contrario que en otros juegos, los "supers" de Soul Blade tenían dos partes, para realizarlos completos debías pulsar cierta combinación tras... ¡Mentiraaaaaa!, por alguna razón, si pulsabas dos veces seguidas el botón de los "supers", en ocasiones, este salía completo, y no, esa no era la manera "oficial" de hacerlo, que el juego tenía un muy bonito modo de entrenamiento en el que te mostraban como realizar las diferentes técnicas y no, así no era, pero bueno, imagino que sería algún error de programación (algo malo debía tener el juego).
    Hablando de dificultad, yo diría que no era especialmente difícil, me lo acabé pasando con todos los personajes en el nivel máximo de dificultad, pero creo que, en parte, era porque no resultaba tan ladrón cómo juegos posteriores de NAMCO no te leían tanto, que no digo que no lo hiciera, solo que no lo hacía tanto como para llegar al punto de desmoralizarte y querer lanzar el disco de Tekken 5 por la ventana... Ejem.


Sophitia haciéndole una histerectomía a Mitsurugi, más tarde descubriría su trágica falta de conocimientos en anatomía, y biología, masculina


 
    Hablemos un poco de la historia, que me apetece. Según una leyenda, existe una poderosa espada capaz de otorgar un inmenso poder a quien la posea... Por un precio, por supuesto. Y al parecer, cierto pirata, español además, la ha encontrado, así que allá que van los diferentes personajes a buscar dicha espada, algunos con intereses egoístas y otros con la esperanza de acabar con aquella diabólica arma que devora el alma de quien la porte y lo convierte en un ser demoniaco. No es que sea especialmente original, pero molaba mucho la idea de una espada mágica que podía transformarte en un monstruo si no tenías suerte, porque además, eso era algo que el juego te mostraba. Tras el enfrentamiento con Cervantes, con uno de los temas musicales más flipantes que he escuchado en mi vida, la diabólica espada muestra su verdadera naturaleza y tendremos un enfrentamiento con una extraña entidad espiritual ¡que también tiene un temazo! Tras el último combate, veremos el final de nuestro personaje que ¡oh, sorpresa!, puede ser diferente si pulsamos cierto botón (o combinación) en cierto momento, sí, muy Dragon's Lair todo. Esto es algo que yo averigüé muy tarde, ya de por sí me compré el juego en edición Platinum, por lo que muchos de los "verdaderos" finales no los ví, pero eso es algo meramente anecdótico.
    Ya para ir terminando, decir que aunque el número de personajes es relativamente bajo, aun contando con los desbloqueables, éstos eran más que suficientes, todos poseían diseños increíbles y sus trajes opcionales tampoco estaban nada mal. Destacar sobre todo el diseño de Voldo, que aunque como personaje no me gustaba, su diseño me parecía sacado de Hellraiser, lo cual ya es garantía de calidad.
 Pues no creo necesario decir más, bueno sí, que este fue el inicio de un idilio que continuó en PS2, con un Soul Calibur 3 flipante, y que terminó en PS3, y digo terminó porque no he tenido consola más moderna... Mis motivos tengo. Este juego me dió a conocer a Sophitia y a Taki, pero también a Mitsurugi, Seung Mina y a muchos otros a los que, aún a día de hoy, les tengo un cariño especial. No creo necesario ni el recomendarlo, si no lo has jugado aunque sea una vez, no entiendo qué haces en este blog XD... es broma... O no, pos eso, hasta la próxima.



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