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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

martes, 4 de abril de 2023

Green Beret



    Yo empecé a disfrutar de verdad de las recreativas a mediados de los 80, cuando estas comenzaban a mostrar gráficos de cierta complejidad y colorido y empezaban a surgir muchos de los que luego serían considerados como los "géneros" más populares. Anteriormente a esos años, había mucha experimentación, los recursos eran muy limitados y la memoria aún más escasa, por lo era muy complicado realizar un "simple" beat em up o un juego de naves mínimamente complejo. Pero a mediados de los 80 la cosa comenzó a cambiar, las compañías tenían más recursos y los programadores más experiencia, y la electrónica tampoco se quedaba atrás, así que poco a poco iba aumentando la memoria y la velocidad de proceso de datos, con lo que juegos más complejos empezaron a salir al mercado de las máquinas arcade, que eran lo más potente en aquella época en realidad (al menos en términos de videojuegos). Para mí fue un alto enorme, pasar de juegos de navecitas en una sola pantalla a juegos con diferentes escenarios, múltiples enemigos con movimientos "complejos", etc, los videojuegos habían llegado para quedarse parecían decir aquellos juegos. Por eso, hoy me gustaría hablar de uno de esos juegos que tú, al jugarlos, ya notabas que tenía un olorcillo más "moderno", con un desarrollo repetitivo, sí, pero que nos transportaba por diferentes niveles verdaderamente variados. Un juego de Konami, tan antiguo, que algunos ni reconoceréis el logo. Sé trata de Green Beret. Y hablaré del port a Spectrum, ya que es la que más jugué, ya que ese es el espíritu del blog (y ahora que tengo un emulador que me permite hacer capturas sin pérdida de calidad de imagen pues hay que aprovechar XD).
    Lo primero que quiero decir es que no sé si catalogarlo de beat em up o de run and Gun, ya que aunque comparte mecánicas con ambos géneros no acaba de decantarse (algo muy típico en videojuegos antiguos). La cosa es que manejamos a un soldado, un boina verde según el título del juego, atravesando niveles con la única ayuda de un cuchillo (por eso no sé si catalogarlo como "beat em up"). Con dicho cuchillo deberemos acabar con decenas y decenas de enemigos en escenarios claramente militares. Creo que nuestra misión es rescatar a unos compañeros, aunque también creo que hay algún rollo sobre armas nucleares, peeeeero eso nos da igual en realidad (¿a alguien le importaban las historias de los juegos de recreativas?). El punto es que debíamos llegar al final de cada nivel para enfrentarnos a... ¿un BOSS?... No sé si llamarlo así, lo cierto es que aparecía un camión del que salía una gran oleada de enemigos a los que debías derrotar... Y ya está. Tampoco voy a mentir, nunca me completé este juego, lo considero bastante complicado (luego explicaré por qué), así que no sé si hay un "final boss" o no, aunque todavía no era algo que estuviera ya generalizado.


Listo y preparado para apuñalar


    Las mecánicas del juego eran muy simples, caminar hacía la derecha acabando con todo lo que se moviera. Los niveles solían tener entre una y tres alturas, pudiendo subir o bajar por múltiples escaleras, eso, en ocasiones, nos permitía esquivar enemigos, los cuáles parecían putos suicidas, ya que corrían hacia nosotros sin ningún aprecio por su propia vida... Ejem. A parte de las escaleras, que hacia que tuviera una jugabilidad más compleja que otros juegos similares, nuestro personaje tenía la capacidad tanto de saltar cómo de agacharse, muy útil contra los diversos enemigos que nos encontraremos. Y como guinda del pastel, teníamos también la posibilidad de utilizar ciertas armas, que aunque raras y de escasa munición, eran muy útiles porque podían acabar con múltiples enemigos (por lo que era muy inteligente guardarlas para el final de cada nivel). Para conseguir un arma, lo único que debíamos hacer era matar a un enemigo "especial", y lo pongo entre comillas porque no sé si realmente tiene alguna diferencia con el resto de muñecos, si la tiene, estoy más ciego que un topo en el desierto a las doce del mediodía. Pero es igual, la cuestión es que una vez mates a ese enemigo, en la parte inferior de la pantalla se verá la munición que tienes, que no será mucha, precisamente. De memoria puedo decir que había, como mínimo, un lanzallamas y algo parecido a un bazooka, ambos muy útiles porque barrían la pantalla destruyendo a todos los enemigos en su trayectoria. Ya que estamos, hablemos de los enemigos. Aunque no había mucha variedad, lo cierto es que los pocos enemigos disponibles eran lo suficientemente distintos como para que dicha variedad afectase a la jugabilidad. Primero que nada estaba el soldado básico, este corría hacia tí como un subnormal, podía subir y bajar escaleras por lo que nunca estabas del todo a salvo de ellos. Luego estaban los saltarines... Sí... Saltarines... Unos soldados que atravesaban la pantalla dando saltitos. Esos los podías matar con tu cuchillo, si saltabas en el momento preciso, o podías simplemente esquivarlos subiendo o bajando unas escaleras. Luego estaban los de los morteros. Éstos soldados se quedaban quietos en sus puestos lanzándote proyectiles periódicamente. Por suerte, sus disparos tenían una cadencia que nos permitía predecir los disparos y su trayectoria era fija, lo que facilitaba esquivar los disparos. Lo normal era acabar con ellos con un disparo de nuestra arma, si tenemos munición, pero normalmente se pueden esquivar con unas escaleras, siempre hay alguna cerca, para atacarles por la espalda, aunque hay que tener que si pasamos por encima de ellos, girarán para disparar hacia nuestra posición, por eso digo que, lo mejor es dispararles y no complicarse. A parte de esos, también habían paracaidistas... O eso me parecían a mí. Esos eran más complicados porque estaban en el aire, dónde no podíamos alcanzarles de manera normal, por lo que lo más habitual era saltar hacia ellos desde alguna plataforma alta y dispararles... Suerte en la caída, por cierto. Si hay más enemigos diferentes no lo sé, en su época apenas me llegaba al tercer o cuarto nivel (con suerte) por lo que más lejos de eso, literalmente, no sé lo que hay.


Nunca te fíes de quién pueda caminar sobre minas


    Si hablamos de la jugabilidad, hay que decir que es bastante frenética, incluso en Spectrum, nuestros reflejos y capacidad de reacción eran muy importantes ya que, los enemigos, salían sin parar y en oleadas más o menos aleatorias, que es justo lo que hace que el juego sea más complicado que otros del estilo. Si nos fijamos en Dragon Ninja (en la versión de Spectrum), veremos que tiene un desarrollo similar, decenas de enemigos que nos atacan mientras que nosotros nos defendemos a hostias. Aquí, la principal diferencia es que, los enemigos, siempre aparecen en el mismo lugar y, además, no aparecen más enemigos "por tiempo", con lo cuál puedes prever las próximas oleadas y decidir tu siguiente movimiento con antelación... En Green Beret no, aquí siempre tienes que estar atento a lo que te manda el juego y debes ser capaz de reaccionar con rapidez. Para que me entendáis debo confesar que, para las capturas, utilicé "save states", no quería tener que jugar doscientas veces para mostrar imágenes del tercer nivel... Pues bueno, cada vez que me mataban, cargada el último save state... Y las oleadas de enemigos SIEMPRE eran diferentes, no podías memorizar nada. Y eso no sería tan malo si no fuera por los enemigos saltarines y el hecho de que podían salir enemigos por ambos lados de la pantalla. Si te salían dos saltarines demasiado juntos, o mezclados con soldados normales o enemigos que venían a toda velocidad por tu espalda, debías rezar a todos los dioses. Por suerte, y al contrario que en Dragon Ninja, la velocidad a la que metíamos navajazos era digna de un carterista de la posguerra, por lo que, con suerte podíamos salir indemne de casi cualquier situación, y digo bien, ya que se podían dar situaciones tan imprevisibles que perder una vida era casi seguro. Lo cierto es que se antojaba un poco injusto en ocasiones, la verdad.



El típico graciosete del mortero... Todos tenemos un vecino así 


    En cuanto a jugabilidad y mecánicas no hay mucho más que decir así que... Aaaah, espeeeeeeraaaa, que no he dicho que, en este juego TE MUERES CON UN SÓLO TOQUE, el más mínimo roce de cualquier enemigo acabará con nuestro protagonista explotando... Literalmente, y no entiendo el por qué, la verdad.
    Cómo dije al principio, este era un port de una recreativa de Konami, pero se da la divertida ironía de que yo, NO LO SABÍA. Y aquí tengo que invocar de nuevo al fantasma de Jack Sparrow para decir que no pagué dinerito por este juego y que, para variar, tampoco recuerdo quién me dejó el juego original. De hecho, quizás ni me dejaron el juego original, ya que en aquella época no era raro hacer "copias de copias", no muy recomendable por la perdida de fidelidad, por cierto, así que a saber quién era el dueño del juego original... La cosa es que, en la pantalla de carga no venía el nombre del juego, y cuando esté iba a cargar, el nombre del archivo era, simplemente, GB, por lo que así era como yo llamaba a este juego. Pero un día, un colega de la época con el que intercambiaba juegos en ocasiones, vino a mi casa, y como este juego me parecía bastante bueno se lo enseñé, y entonces exclamó extasiado —¡pero si es el Green Beret!—, incluso me dijo que la recreativa estaba en un bar de su barriada... Que estaba como a unos veinte metros de la mía XD. Recuerdo perfectamente que era un bar pequeño, típico bar de pueblo pequeño, con olor a vino y aserrín, con colillas en el suelo y una pequeña máquina recreativa pegada a la pared frente a la puerta. Y sí, un día entré y vi aquel juego, y me dí cuenta de que el port no estaba nada mal en realidad, que sí, la bajada gráfica era evidente, pero no tan grande como sería en ports futuros de arcades más modernos.


Esa especie de explosión es nuestro prota ¡es ninja!


    Este es un juego al que le tengo un cariño "extraño", y digo extraño porque no sé definir realmente el por qué de ese cariño, no está entre mis favoritos, ni siquiera entre los ports de recreativa, no es con el que más jugué... Quizás sea sólo pura nostalgia, pero nostalgia no del juego en si, sino de la época de mi vida en la que lo jugué una época maravillosa a la par que horrenda. Una época de luces y oscuridad, una época a la que, en realidad, no volvería ni por todo el oro del mundo.
Dejando mis paranoias a parte. Como port me pareció muy bueno (teniendo en cuenta que sólo jugué el arcade un par de veces, recordemos eso), y cómo juego me pareció muy, muy entretenido, ya que ese factor de aleatoriedad le daba un toque muy adictivo, las partidas siempre eran diferentes al no poder memorizar la posición de los enemigos (los "especiales sí aparecían en zonas fijas, los paracaidistas, los de los morteros y tal). Esa aleatoriedad, cómo ya dije, podía hacer que murieras muy fácilmente, pero siempre podías decir que "no era tu culpa", además, justo por esa jugabilidad no te quedaba más remedio que mejorar y hacerte más hábil, lo cuál ibas notando partida a partida. Este juego, al igual que otros de los que iré hablando más adelante, supuso un paso adelante para las recreativas, como dije más arriba. Y yo diría incluso que todos tenían como un estilo que, nada más verlos, ya sabías ubicarlo en el tiempo. Imagino que sería por la paleta de colores y la definición que mostraban. 
 Decir que, a pesar de que el juego es de mediados de los ochenta, yo lo jugué casi a finales. Primero que nada porque estamos hablando de un port, y ya sabemos lo que eso significa. Y segundo, porque la recreativa la conocí bastante tarde. Por aquella época ya había jugado, por ejemplo, a Dragon Ninja, Double Dragon y juegos más "modernos" en los diferentes recreativos de mi pueblo, pero aún así me pareció un juego más que interesante por su sencilla manera de entretenernos y picarnos para que siguiéramos echando moneditas, en el caso del arcade, o que siguiéramos jugando en el caso del port. Antes de terminar me gustaría tocar un tema que, en realidad, tiene poco que ver con los videojuegos pero que, en este caso es casi imperativo el contarlo. 
    Los más "perspicaces" habréis visto los simbolitos esos rojos que hay en la parte superior, sí, ésos que parecen una hizo y un martillo... pues sí, es lo que parece el símbolo clásico del comunismo. ¿Y qué hace ese símbolo en un juego de los 80?... A ver, no soy politólogo ni experto en marketing ni nada por el estilo, pero en cierta manera tiene que ver con la Perestroika. Para los más jóvenes, Perestroika les sonará a chino... cuando les debería sonar a Ruso (equisde qué pedazo de chiste me merezco un premio Nobel por lo menos). Sin entrar en temas políticos y económicos aburridos, resumamos que fue un proceso reformista por el cuál, la antigua URSS, quería convertirse en un país más abierto y "competitivo". Su objetivo era entablar relaciones CORDIALES con occidente y cambiar su política y economía que, obviamente, no les había funcionado muy bien hasta entonces. Lo curioso de todo esto, es que acabó con la disolución de la URRS, surgiendo multitud de países nuevos que supusieron una pesadilla para los estudiantes de aquellos años. Pero vayamos a lo que importa. Tras comenzar la URSS a mostrar intenciones "aperturistas", no pocos medios quisieron explotar el hecho, ya fuera para "tender manos" o  simplemente, para explotar un potencial mercado gigantesco. De pronto, en muchos medios los "rusos" dejaban de ser los malos, ahora eran "aliados" o incluso protagonistas. Si antes, mostrar el símbolo comunista en un país occidental era casi un delito (en España, el partido comunista fué ilegal durante los primeros años post  Franco), ahora se podía mostrar sin miedo (más o menos). Hasta Hollywood hizo alguna película dando ese giro, Danko Calor Rojo, protagonizada por "el Chuache" (me niego a escribir el nombre completo). Hasta cierta compañía española sacó un videojuego llamado, simplemente, "Soviet", un juego un tanto raro del que no sé si hablaré. Pues como digo, creo que esto fue una especie de acercamiento al público soviético, o una manera de alentar el "buenrollismo" occidental hacia los ciudadanos soviéticos. Por si os lo preguntáis, esos símbolos son las vidas, lo que da a entender, creo yo, que el protagonista es soviético aunque no sepas nada de la "historia" del mismo. Un ejemplo de cómo, aunque lo olvidemos en ocasiones, la geopolítica influye hasta en la industria de los videojuegos. A día de hoy, con personajes míticos como Zangief o sagas increíbles cómo Metro, no se nos hace tan raro pensar en rusos como protagonistas, pero hubo una época en la que casi era un tabú. Y ya sí que sí e ir terminando. Yo recomendaría francamente que lo probarais, pero teniendo en cuenta lo que he dicho de la aleatoriedad, ya que puede resultar frustrante en ocasiones. Y sin más que decir me despido, hasta la próxima.


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