Nunca he ocultado que una de mis mayores penas como aficionado a los videojuegos, es la de no haber tenido una Super Nintendo y, además, no haber podido jugar al Zelda de dicha consola. Ya dije en la entrada correspondiente, la cual me gustaría renovar, ya que no hace justicia a ese juego, pude probarlo en casa de un amigo, pero solo pude jugar un par de mazmorras y poco más, y por desgracia, la Sega Mega Drive no tenía muchos RPG de calidad (no al menos como la Super Nintendo, que tenía un catálogo enorme contando solo LOS BUENOS). Fue mucho más tarde, ya con mi PC y emulando, cuando conocí algún que otro juego que, en su época, no me habría importado conocerlos, pero no es el caso, ya que este Story of Thor sí lo conocí, lo vi en las revistas, me alucinaron las imágenes que vi y lo acabé alquilando, y aunque me gustó, no tenía yo todavía entrenado el paladar para este tipo de juegos, por lo que no llegué a comprarlo, en parte también porque no llegué a verlo en ninguna tienda, en aquella época no tenía los medios que sí tuve más tarde, pero ese es otro tema.
El juego, como digo, lo conocía gracias a las revistas, no recuerdo cual de ellas, ya que compraba varias, la Todosega, Megasega, Superjuegos y la inefable Hobbyconsolas, pues en una de ellas, o puede que en varias dado la importancia del lanzamiento, pude ver varios artículos sobre Story of Thor, un juego que quería ser algo así como "El Zelda de Mega Drive", aunque siendo justos, se parce a Zelda en poco más que el desarrollo, que no es poco, es cierto, pero tiene su propio estilo y mucha personalidad.
Venga, ya tenemos una hadita que nos perseguirá por todo el mapa... |
Si yo encontrase una araña así en mi casa, me mudo sin dudarlo |
Yo y mi mítica puntería... |
Una vez alcanzado la parte más profundad el tempo obtendremos el primer espíritu, que controla el agua, con el cuál podremos tanto atacar como curarnos, lo que viene muy bien, obviamente. Se podría decir que es aquí donde de verdad comienza la historia, pero obviamente, no voy a extenderme demasiado en ello porque no es mi intención ni el objetivo de este blog. Hablemos un poquito del control y otras mecánicas. Story of Thor se parece tanto a Zelda como Final Fantasy a Dragon Quest, pueden tener un aire en ciertas cosas, pero en otras son muy diferentes. Aquí, por ejemplo, podemos saltar, DESDE EL PRINCIPIO, y sin necesidad de ningún artilugio, además, el sistema de combate es más complejo, ya que podemos atacar a nuestros enemigos como si fuera... sí, un Streets of Rage, landando multitud de golpes y realizando combos, pero es que también podíamos dar patadas voladoras o incluso atacar agachados, lo cual parecería una tontería de no ser porque hay enemigos a los que no alcanzaremos si estamos de pie. También podíamos realizar ataques especiales, casi a lo Street Fighter, o esquivar... y luego estaban los diferentes espíritus, los cuales nos otorgaban ciertas habilidades. El combate era sencillo pero efectivo... y bastante adictivo, sobre todo al principio, ya que los enemigos eran bastante débiles y podías matarlos con unos pocos golpes, y aunque no ganabas experiencia por pelear, no era raro verte matando bichos tan solo para farmear cosas (aunque en aquella época no lo llamábamos así), como digo, el sistema era muy satisfactorio, ya que incluso veíamos la barra de vida del enemigo como si fuera un Final Fight de la vida. El movimiento por el mundo era similar a Zelda, estando el mundo dividido en diferentes pantallas, relatívamente grandes, con scroll, al llegar al extremo de una pantalla, pasábamos a la siguiente. El diseño del mapa también era ligeramente laberíntico, aunque no llegaba al límite de Zelda, cosa que agradezco. También teníamos un menú, muy escueto he de decir, en el que podíamos gestionar nuestros recursos. Los enemigos, cosa habitual en el género, podían dejar caer objetos, comida, por ejemplo, la cual podíamos recoger (obviamente, si no, ¿para qué molestarse en poner dichos ítems en el juego?) para usarlos más tarde, pudiendo restaurar nuestra barra de vida o de magia. Los ítems que dejaban caer los enemigos, desaparecían si no los cogían, y desaparecían con relativa rapidez, por lo que debíamos estar atentos, ya que para agarrarlos no bastaba con pasar por encima, sino que debíamos pulsar el botón de "acción".
El juego llegó traducido al español, lo cual era un "bonito detalle" en aquellos años |
Por decir algo negativo del juego, yo diría que el apartado sonoro no es tan bueno como cabría esperar, pero eso es más debido al chip de sonido de la consola que a otra cosa. Después de jugar muchos juegos de Super Nintendo, como la saga Final Fantasy, por ejemplo, escuchar el sonido de la Mega Drive se hace incluso molesto en algunos casos. Si había algo en lo que la consola de Nintendo ganaba claramente, era en el sonido, estaba varios escalones por encima. Pero bueno, que me enredo. Lo que quiero decir es que la calidad del sonido no es tan buena como podría, hay efectos, como el del agua, que resultan casi molestos como digo, y hay algún que otro tema musical que aunque intenta ser épico no lo consigue, pero bueno, ya está el resto del juego para compensar eso. Decir que el encargado del apartado sonoro era, ni más ni menos, que Yuzo Koshiro, el mismo, por ejemplo, que el que se encargó de los juegos de Streets of Rage y el magnífico, Revenge of the Sinobi, razón que hace aún más extraño que el sonido no fuera mejor.
Debido a la naturaleza del juego, este permitía guardar partida, pero siempre que no estuviéramos en una zona interior, como una mazmorra, claro, teniendo que repetir toda una zona si, por desgracia, nos mataba un boss, por ejemplo. De todas formas, el juego no era demasiado largo, ni difícil, por lo que no llegaba a ser tan frustrante como otros juegos del mismo estilo.
El diseño de los enemigos era muy detallado, sin salirse de un estilo "cartoon" o "anime" |
El desarrollo del juego resulta bastante más sencillo que en juegos similares, nada comparado a Zelda en realidad, pareciendo más un beat-em-up con historia, sencillita, eso sí, que a un verdadero RPG, pero aún así, sigue resultando más que interesante, siendo quizás uno de los mejores juegos de este estilo para la Mega Drive. El juego tuvo el suficiente éxito como para que tuviera una secuela, pero esta llegó ya para Sega Saturn, entendamos que este juego salió en 1994, año en el que salieron, por ejemplo, la primera PlayStation y la mencionada Saturn, el reinado de las consolas de 16 bits estaba llegando a su fin. Como dato curioso, el juego tuvo varios nombres dependiendo de la región, en USA se le conoció como "Beyond Oasis", mientras que en Japón y Europa compartió nombre, aunque con "subtítulos" diferentes. Y para ir terminando ya, el juego, como digo, es sencillote, perfecto para gente que quiere historias sencillas y un combate entretenido pero no complicado, el mapa del mundo no es demasiado grando y los desafíos no llegan nunca a desesperar. Si quieres un juego "tipo Zelda", pero el propio Zelda se te hace demasiado duro de roer, quizás este juego esté más a tu alcance. Y sin más, un juego bonito y entretenido que, con un poco de habilidad, te lo puedes acabar en dos tardes, todo un tesoro para los usuarios de Mega Drive, ya que no teníamos muchos juegos de este tipo en nuestra querida consola. Pues ya estaría, echadle un ojo, ¡hasta la próxima!
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