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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

domingo, 26 de marzo de 2023

Arkanoid II




    En la época de los recreativos, había un género bastante popular, sobre todo entre las chicas, que era el de los rompecabezas, y dentro de ese género había una especie de subgénero conocido como "rompe ladrillos". Juegos en los que debías romper diversas formaciones construidas con bloques de colores. Para ello debías golpear los bloques con una bola que rebotaba de forma más o menos controlada.
 En los arcades hubo bastantes ejemplos, incluso recuerdo a uno en el que manejabas a un gordo que llevaba una especie de bandeja en la cuál rebotaba la bola. Pero cuando la gente piensa en esta clase de juegos el que normalmente suele venirles a la cabeza es el Arkanoid de Taito. Pues hoy hablaremos de Arkanoid II en su versión de Spectrum, que es la que yo jugué.
    Decir que, en realidad, no soy muy aficionado a este tipo de juegos, la verdad, pero yo que sé, me lo pude pillar barato un día y lo compré, así de simple... O no tan simple XD. Resulta que, en aquella época, yo estaba tonteando un poco con el Basic (lenguaje de programación), ya que el Spectrum traía un libro, bastante gordo, que te enseñaba lo básico, y aparte de eso, traía un par de programas muy simples que el usuario podía escribir en el ordenador para luego ejecutarlo ejecutarlo, y claro, uno de ellos era un juego de romper ladrillos, muy simple y tosco, es cierto, pero era una buena manera de aprender cómo escribir un programa y... Bueno, da igual, que me dio curiosidad por el género y el Arkanoid tenía bastante fama, así que sí, me lo compré... Bendita época en la que un niñato cualquiera podía tener más de cien juegos originales sin tener que vender un riñón o dos. Bueno, a lo que iba. Cuando jugué por primera vez a este Arkanoid me llamaron la atención dos cosas especialmente. La primera fue el increíble colorido del juego, en serio. Recordemos que, el Spectrum, tenía una paleta de... Ejem... OCHO colores, dieciséis sin contamos el "modo brillo", que eran los mismos colores pero más brillantes... Obviamente. Cómo iba diciendo, los programadores le sacaron un enorme jugo a la escasa paleta de colores jugando muy bien con las "texturas" de los ladrillos y utilizando también el sonido, de esa manera, hasta nos hacían creer que había ladrillos "metálicos". La segunda cosa que me llamó la atención fué lo mal que se veía la bola. Fijaos en las capturas, hay veces que ni se distingue del fondo. No sé cómo será en otras versiones, pero en Spectrum, los fondos de los niveles tienen "textura", vamos que no tienen un fondo liso, pero ese no es el problema, el problema es que dichas texturas son muy complejas y repetitivas, pudiendo llegar a ser incluso molestas, es más, hay una textura en especial que está formada de círculos con círculos más pequeños en su interior y que bien se parecen a la bolita. Todo esto, como digo, no sería problema en un sistema superior, pero con los problemas que tenía el Spectrum de teñir los sprites con lo colores del fondo, a los programadores no les quedó otra que darle a la bolita EL MISMO color que a los fondos, lo cuál era una putada, y más si tenías algún problema de visión cómo era mi caso. Pero bueno, salvo ese "pequeño" problema, lo demás estaba genial. La bolita se movía con agilidad, rebotaba de manera precisa y el trasto con el que le dábamos se movía a buena velocidad, en ese sentido nada de qué quejarse.



 Se supone que este juego tiene historia, incluso hay un enemigo final (?) llamado "Doh"... Y no es un chiste. Pero como la historia de este juego importa menos que lo que diga una feminista en YouTube, pasemos directamente a hablar de la jugabilidad e ítems varios.
    Primero lo más básico. Para avanzar de nivel debías destruir todos los ladrillos rompibles o, en su defecto, recoger un ítem que abría las puertas de salida. Si la bola rebotaba saliendo por la parte inferior de la pantalla perdías una vida, y si te quedabas sin vidas se terminaba la partida. El que este juego se centre en romper ladrillos, no significa que sea un juego repetitivo, que va, por suerte nos ofrecía un montón de mecánicas que le daban variedad al juego. La primera (y quizás la más importante) es que tras completar un nivel podíamos escoger un camino diferente, tan sólo debíamos salir por uno de los portales que se abrían a ambos lados de la pantalla al destruir el último bloque. Aunque no sabíamos cómo sería el siguiente nivel, seguía siendo una manera de enganchar más al jugador, ya que era imposible ver todos los niveles en una sola partida. Además de eso, cada nivel nos presentaba diferentes retos, no todo era lanzar la bola a lo loco. Había, por ejemplo, bloques que se movían, otros a los que había que golpear varias veces, otros indestructibles... Recuerdo que uno de los niveles que más me costaba pasar era uno en el que había que destruir UN BLOQUE, ¿suena fácil?, claaaaro, pon ese bloque rodeado de DOS muros de bloques irrompibles con una sola entrada cada uno y en ángulos casi imposibles de alcanzar y ya te diré yo si es fácil. Era súper frustrante ver rebotar la bola dentro del segundo muro, ver cómo iba acelerando (la bola iba acelerando con el tiempo), para ver cómo, en un segundo, salía al primer muro y, como si el demonio mismo manejara la bola, al alcanzar esta su máxima velocidad, salía del primer muro a una velocidad y en un ángulo inalcanzable para nosotros. Me llegué a aprender en qué nivel salía para no escogerlo.



    A parte de diferentes tipos de bloques, también había una buena cantidad de ítems, algunas afectaban a nuestra... Digamos "paleta", pudiendo hacerla más grande o más pequeña, dándonos una segunda paleta que se colocaría justo al lado de la primera. Ese ítem estaba muy bien, pero había que tener cuidado, ya que la bola podía colarse por el espacio entre ambas paletas. Incluso había un ítem que nos permitía disparar para destruir los bloques rompibles y los enemigos (luego hablo de ellos). En cuanto a los ítems que afectaban a la bola, había uno que le hacía reiniciar su velocidad, vamos, que si ya iba a toda hostia le hacía volver a moverse lentamente. También había otro ítem que hacía aparecer múltiples bolas, lo cuál era genial para provocar destrucción masiva, decir que si se te escapaba una bola no pasaba nada, no perdías ninguna vida, sólo te mataban cuando no quedara ninguna bola en pantalla. Recuerdo que había otro ítem que le daba a la bola la capacidad de destruir CUALQUIER BLOQUE, incluidos los indestructibles. Decir que, obviamente, los niveles con ese tipo de bloques, no exigían que los destruyeras. A ese ítem, mi hermano y yo le llamábamos "la Comilona"... No sé, éramos jóvenes y gilipollas, muy gilipollas. Otra cosa que caracterizaba a la Comilona, era que no rebotaba en los bloques, simplemente los atravesaba hasta chocar con los bordes del nivel, dónde sí rebotaba, con lo que su capacidad de destrucción era superior a la del resto de ítems. A parte de todos esos ítems (y más que me he dejado), nos podía aparecer una bonita "P", que no era otra cosa más que una vida extra. Y había un ítem que hacía que el fondo del nivel se moviera en un scroll vertical (?)... Nunca entendí para qué servía eso, pero lo cierto es que a mí me facilitaba ver la bola, cosas de la vida.



    A parte de la bola y los bloques, otro elemento bastante importante del juego, aunque sólo fuera por molestos, eran los enemigos. En la parte superior de la pantalla había dos compuertas por las que, regularmente, salían enemigos. Sus formas eran demasiado raras cómo para describirlas más allá de que eran... Ejem... Raras... Unos tenían formas geométricas y otros parecían seres gelatinosos. Su función principal era, simplemente, molestar. La mayoría de ellos morían con un golpe de la bola, eso sí, la bola rebotaba en ellos y cómo se movían caóticamente por la pantalla debías estar atento al cien por cien. En niveles más avanzados salían unos bichos que se "tragaban" la bola durante unos segundos (esos no morían a bolazos), y luego la dejaban salir despedida en cualquier dirección, por lo que había que tener mucho cuidado con ellos. Cómo dije antes, la mayoría de los enemigos morían a bolazos, o incluso golpeándolos con nuestra paleta, pero también morían con los disparos láser, incluidos los tragabolas.



    Al final, tras no sé cuántos niveles, debías enfrentarte al ¿malvado? Doh, una cosa cuadrada con cara y cuya máxima dificultad era el propio control de la bola... Ejem... El bicho se limitaba a quedarse quieto en la parte superior de la pantalla, aunque creo recordar que también salían enemigos para molestar o disparaba algo, no recuerdo XD y no tengo paciencia para jugar infinitamente hasta llegarme a él (aunque también podría ver un vídeo en YouTube, pero eso violaría el espíritu de este blog XD). 
 Por poder comparar, he jugado un par de partidas al arcade, y a parte de las evidentes diferencias gráficas, yo diría que la bola se mueve más rápido y que los niveles se ven más amplios, aunque supongo que eso es debido a la limitada (limitadísima) resolución del Spectrum. Incluso diría que el primer nivel es diferente. El ítem que multiplica la bola, hace aparecer muchas más bolas que en Spectrum. Pero aún con las diferencias yo diría que este es un muy buen port, ok, con problemas de visibilidad (en el arcade no hay ningún problema en ese sentido), pero se deja jugar muy bien, además, el poder jugar diferentes niveles en cada partida le da mucha rejugabilidad, una pequeña muestra de por qué Taito fué una de las grandes en los salones arcade, y por qué muchos la recordamos con cariño. Jugadlo, en Spectrum o en arcade, da igual, jugadlo. Y sin más que decir me despido, hasta la próxima.

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