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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

viernes, 3 de marzo de 2023

Die Hard Trilogy



    ¿Puede un juego con malos gráficos, jugabilidad regulera, música pasable, físicas pésimas y mecánicas repetitivas ser divertido?, pues sí, y mucho, además.
 Siempre he admirado a Bruce Willis y me han encantado sus películas, de hecho, es un actor que conocí por la serie de televisión llamada en España "Luz de Luna", una serie de detectives con un toque de humor, romance e incluso surrealismo en algunos capítulos, fijaos como de rara era la serie, que nuestro actor tenía pelo. También me gustaron mucho "El Último Boyscout", "El Quinto Elemento", "El Sexto Sentido"... pero vamos, que no estamos aquí para repasar la carrera de este actor, al que siempre he admirado, repito, y al que creía, sinceramente, indestructible. Pero la realidad es muy cruel a veces y se empeña en derribar a nuestros ídolos, y en el caso de Bruce lo ha hecho de una manera especialmente cruel, dándole una maldita enfermedad mental, demencia, al parecer, que no sólo le alejará del cine, sino que lo hará dependiente de un ayudante, un asistente o familiar solícito. Y para rematar, parece que también le afecta a la memoria... Por todo eso, y por mi admiración más sincera, y por ese singular cariño que se le coge a alguien que, sin conocerlo en persona, sientes que has pasado grandes momentos de tu vida, me gustaría dedicar esta pequeña entrada de éste, mi humilde blog, a aquél hombre que nos enseñó que no es malo llorar, sobre todo mientras te sacrificas para que tu hija pueda ser feliz para luego convertirse en una estrella de verdad en "Armageddon", como decimos en España, "¡va por ti, campeón!.
    Die Hard es, no creo que haga falta decirlo, la saga más exitosa de Bruce Willis, ya no sé ni cuantas películas son, ¿cinco?, y aunque las dos últimas tenían una acción bastante exagerada, la trilogía original, dentro de lo que cabe, era más moderada. La primera de ellas, inspirada en una novela, fue precisamente la que supuso el estrellato, en cines, de nuestro actor, una película de acción que, sin ser original, resultaba lo suficientemente entretenida (y taquillera) como para acabar convirtiéndose en saga y convirtiendo al bueno de Bruce en uno de los "héroes de acción" más solicitados de la época", y con el tiempo, se acabó convirtiendo en una de mis trilogías favoritas, y claro, cuando encontré en cierto supermercado un juego llamado "Die Hard Trilogy" no me quedó más remedio que comprarlo y llevármelo a casita.
    He de reconocer que, en un principio, el juego no era lo que yo esperaba. Pensaba que se trataría de tres juegos diferentes recopilados en uno o varios cd, sinceramente, no sabía sí para la PlayStation habían salido, por separado, algún juego de la susodicha saga, así que andaba un poco despistado. Como digo, el juego no era lo que esperaba, aunque técnicamente sí eran tres juegos distintos con mecánicas muy diferentes, y que podías jugar independientemente, los tres juegos utilizaban el mismo motor y estilo gráfico con colores chillones, texturas relativamente simples y personajes planos... Y con eso último no hablo de personajes mal escritos, sino a que los npc, y el propio protagonista, estaban hechos con el número mínimo de polígonos posibles, uno para cada parte del cuerpo... Algo similar a lo que haría Rockstar décadas después con Chinatown Wars. Lo curioso es que, a pesar de ello, los personajes no estaban mal animados y, además, permitía tener en pantalla a muchos npcs, pero ya hablaré luego de ello, primero me gustaría comentar cosas que los tres juegos tienen en común. 
 Aparte del diseño y el motor gráfico, otra cosa que compartían los juegos eran los códigos de trucos, códigos que debías introducir pulsando los botones adecuados en la pantalla de pausa y que tenían resultados... Curiosos. Desde invencibilidad, algo típico, a cosas más raras, como convertir a los enemigos en esqueletos o hacer aleatorio su tamaño, incluso había un truco para hacer que las plantas gritasen si recibían un disparo (?). Todos esos trucos, tan locos algunos, son los verdaderos responsables de las insanas horas que le dediqué a este juego, ya que jugarlo de manera normal era... No voy a decir aburrido, pero sí un tanto tedioso por lo repetitivas que eran las mecánicas, de ahí que cualquier cosa que me hiciera soltar una carcajada, era bienvenida, y ahora, cómo cada película tenía una mecánica distinta, hablaré de cada no de los juegos por separado. Pero antes diré que el juego permitía guardar la partida de cada "episodio" por separado, lo cuál era un punto a favor. También guardaba las mejores puntuaciones, como si se tratara de una máquina arcade, pero lo mejor eran las pantallas "de bonus". En dichas pantallas se nos mostraba cuántos puntos recibíamos por acabar con terroristas o por rescatar rehenes, y en vez de mostrar sólo los porcentajes, nos mostraban una escena en la que veíamos "morir" a un montón de muñecajos dependiendo del porcentaje conseguido, no, la sutileza no era el fuerte de este juego. Ahora sí, hablemos de...





    El primer juego estaba inspirado, lógicamente, en la primera película, en la cuál unos supuestos terroristas invaden el edificio Nakatomi. Como curiosidad, el malo de esta película estaba interpretado por el mismo actor que, años después, sería Severus Snape en la saga Harry Potter. En Die Hard, nuestro protagonista Jhon McClane, que está "de vacaciones" visitando a su mujer, se verá envuelto en esta situación y... Bueno, esta película es historia del cine, así que no veo necesario comentar mucho más aparte de que tiene acción trepidante, el humor que ya sería típico en los personajes de Bruce Willis y una pequeña, pero memorable actuación del protagonista de Family Matters donde, curiosamente, también hace de policía, pero hablemos del juego, que para eso estamos aquí.
 El juego que inicia la trilogía, es curiosamente el más complejo. Deberemos "infiltrarnos" en el famoso edificio rescatando rehenes y desactivando bombas, debiendo obviamente tener que enfrentarnos a todos los terroristas con los que nos encontremos. Como veréis en las capturas, jugaremos en un entorno totalmente tridimensional, podremos girar la cámara y destruir buena parte del entorno, en ese sentido todo estaba bastante bien, la verdad, y además, a pesar de la aparente simpleza de los escenarios, había decorados que recordaban a la película, como la mesa en la que MacClane se esconde para luego disparar a un terrorista que se había subido a ella. 


Las proporciones de este juego son bastante inquietantes 


    En determinado momento, deberíamos llevar a los rehenes a la azotea, lo que también era una referencia a la película.
    Otro detalle que me parecía genial, es que los npc no se limitaban a estar en los escenarios y ya está, en ocasiones veríamos a los terroristas amenazando a los rehenes, y matándolos si éramos demasiado lentos, por lo que había situaciones en las que debíamos actuar rápidamente. Hablando de la jugabilidad en sí, el control del personaje no era todo lo bueno que pudiera ser, pudiendo quedarse atascado con relativa facilidad, pero como siempre, es de esas cosas a las que te acostumbras. 
    Como juego de acción que era, teníamos a nuestra disposición una serie de ítems que nos ayudarían en nuestra aventura, desde armas, objetos de salud e incluso chalecos antibalas, nada original, pero que se agradece.
    El objetivo del juego como tal era, literalmente, ir planta por planta, comenzando desde el garaje, rescatando todos los rehenes posibles y desactivando todas las bombas, y aquí, lamentablemente, estaba el problema, no en el número de niveles y en lo repetitivo de los mismos, que también, sino en que debíamos acabar con todos los enemigos del nivel, que saldrían en diferentes oleadas, y una vez conseguido, deberíamos encontrar todas las bombas del nivel, y esto último debíamos hacerlo todo en un límite de tiempo, lo cual era una locura, ya que algunos niveles eran bastante laberínticos y, ni de coña, podías pasártelo a la primera sin conocer perfectamente la ubicación de las bombas, que a ver, al principio era solo una, pero cuando ya eran varias las que debías encontrar la frustración no tardaba en aparecer. Sumado todo eso a problemillas con la cámara y el regular control del personaje, hacen de este el juego con más potencial desaprovechado de los tres, ya que aunque resultaba muy divertido, podía haber sido mucho mejor.


—¡Resolvamos las cosas como se hacía en los 80/90!, ¡a tiros!

    En ocasiones, el mapeado se vuelve bastante estrecho, lo que dificultaba la visión, pero al menos, en esos casos, las paredes se transparentaban, resultaba algo raro, pero de innegable utilidad.


Nunca digas no a cosas gratis 


¡A la barbacoa sabe mejor, bitches!


 En cuanto a los códigos de trucos quizás fuera el que menos gracia tenía, podías convertir a los enemigos en monigotes hechos con palos como si hubieran sido dibujados por un niño pequeño, también podíamos hacer que se movieran de forma extraña y... Sí, también podíamos hacer que las plantas chillasen, lo cual era un tanto inquietante.





    El juego inspirado en la segunda franquicia, al menos para mí, estaba un escalón por encima en cuanto a calidad se refiere, y eso que estamos ante un shooter "sobre raíles" bastante competente en realidad. Aquí, como si de Virtua Cops se tratase, nos encontraríamos en mapas poligonales inspirados en los escenarios de la película, la cuál se desarrolla en el aeropuerto de Dulles, en Washington que, cómo no, ha sido tomado por terroristas que quieren liberar a un malvado dictador que se encontraba en procesó de extradición. Para alcanzar su objetivo, han tomado la sala de control del aeropuerto y apagado las luces de todas las pistas de aterrizaje. MacClane, en esta ocasión, se ve envuelto en a situación ya que, su esposa, va en uno de los aviones que deben aterrizar en el aeropuerto. El juego, como es de esperar, no es que siga el argumento de la película muy fielmente, pero sí que respeta ciertas escenas, cómo la huida del avión eyectando el asiento, la escena de las motos de nieve, incluida esa en la que, por cierta razón que podría considerarse espoiler, nuestras balas no hacen daño a los malos. También viviremos la emboscada que sufre el equipo de operaciones especiales, etc. 


Otra navidad, otro ataque terrorista...

 
    Los escenarios, todos poligonales, son fieles, dentro de lo que cabe, y si viste la película, los reconocerás. Lo mejor de todo es que, pese a ser un juego "sobre raíles" tenemos cierta sensación de libertad, al ser escenarios poligonales podremos mover la cámara de manera más libre q que en otros juegos de este estilo, por no hablar que a propia cámara se moverá simulando los movimientos del personaje, y dichos movimientos serán totalmente en 3d, no nos limitaremos a ver cómo la pantalla se limita a moverse de izquierda a derecha. Aquí será como si jugáramos a un shooter 3d en primera persona, subiremos escaleras, manejaremos vehículos, correremos por túneles atestados de enemigos... La acción no se detiene nunca y es muy dinámica, y con tantas situaciones diferentes que es difícil aburrirse, ¿lo malo?, pues que es un shooter sobre raíles, y si no te gusta el género pues seguramente lo aborrecerás, pero como digo, es un juego con mucho dinamismo, muchos disparos y explosiones, comentarios sarcásticos del personaje... ¿Qué más queréis? En cuanto a ítems pues casi los mismos que en el juego anterior, chalecos, munición, diferentes armas, lo típico. Dichos objetos solían encontrarse en cajas rompibles y para recoger los objetos, como es lo típico en este juego, debías disparar al icono correspondiente. Una cosa muy chula de la que me acabo de acordar, es que, en algunos niveles, habían zonas secretas, y para acceder a ellas debías realizar alguna acción en particular, en ocasiones sólo había objetos de bonificación, y en otras rehenes que rescatar o malos que matar. Resulta una lastima que haya tenido que jugar en una tablet, porque e manejo de la mira es mu, y en la tablet, si pulsas un píxel má arriba o más abajo, la mira ya no va adonde tú quieres, lo que estropea un poco (bastante) la experiencia, pero a pesar de ello, aunque me había propuesto avanzar solo un par de niveles para, al menos, no poner fotos solo del principio, me sorprendí al ver que no quería parar de jugar. 


La calidad gráfica del juego es... Bueno, al menos es divertido 


    La jugabilidad era más agradable incluso de lo que recordaba. El juego, cada vez que recibías un impacto, te daba un "tiempo de gracia", durante el cual eras inmune a los disparos. También te marcaba con una flecha la dirección del enemigo más cercano y te mostraba cuál sería el próximo en atacar para que tuvieras tiempo de reacción, y lo cierto es que se agradece, sobre todo jugando con mando, ya que nunca tuve la pistola de la Play. Este era el único juego que tenía de este estilo y no me merecía la pena, aunque lo cierto es que llegué a plantearme el comprarla, tanto jugaba y me divertía con este juego. Aunque pensándolo bien, teniendo en cuenta la duración del juego, que no era corto precisamente, y la cantidad de enemigos que llegaban a haber en pantalla, habría acabado con muñecas de octogenario.


Sentirás más presión que Messi en sus buenos tiempos 


    Los trucos de este juego molaban más, podías convertir a los malos en esqueletos y hacer aleatorio su tamaño, por ejemplo, también podíamos hacernos inmortales y, ojito, acceder a un interesante editor de escenarios que, aunque nunca le saqué partido, puede resultar muy divertido para aquellos a los que les gusta trastear con este tipo de cosas. Como digo, un shooter sobre raíles muy divertido, con escenarios variados y situaciones alocadas, el final es una ida de olla bastante gorda, por cierto, y bueno, acabemos con la trilogía original, pero antes he de decir una cosa. Si veis que en las capturas de este juego la resolución se va a la mierda es porque he tenido que redimensioarlas, al parecer, se utilizaba una resolución diferente a la de los otros juegos por lo que la imagen se veía aplastada, y claro, al redimensionar se pierde definición, que ya era poca, por cierto



    El último juego de la trilogía puede ser, sin duda, el más divertido, siempre desde mi humilde opinión, por supuesto. 
    En la tercera película de la saga, por primera vez, vemos a McClane por primera vez en New York, ciudad en la que ejerce de policía. Lo vemos en un estado lamentable, a un paso del alcoholismo (él mismo hace un chiste sobre ello), más separado que nunca de su esposa, que de hecho, ni llega a salir en el film, y apartado del servicio por ciertos... Problemillas, pero claro, cuando una organización terrorista pone bombas en diferentes zonas de la ciudad, y exige que sea el propio McClane el que las busque, el jefe del departamento se ve obligado a darle de nuevo a arma y su placa. En la película, aumentando su epicidad x3, aparece Samuel L. Jackson, un taxista RACISTA contra los blancos (lo cual me encanta) que acaba metido por accidente en todo el embrollo, debiendo acompañar a McClane, con el que, como debía ser, acaba congeniando. Lo cierto es que Willis y Jackson formaron una dupla insuperable, con momentos cómicos y de acción que iban más allá que las dos películas anteriores, y aunque la trama era algo floja, la mayor parte del tiempo se la pasan los dos actores subidos en un coche y resolviendo algún que otro acertijo, es la típica película para ver con tres kilos de palomitas y un par de litros de tu refresco favorito, acción, acción y más acción... ¿Y el juego?, casi se me olvidaba, ¡este es un blog de videojuegos! Pues el juego es, básicamente, un juego de conducción en ciudades "infinitas" en el que tendremos que encontrar las bombas del nivel (qué novedad), en un tiempo límite. Aquí no hay sutilezas ningunas, aquí manejamos nuestro vehículo a toda hostia, creedme, es necesario no rozar siquiera el botón de freno en muchas ocasiones si queremos alcanzar nuestro objetivo.


¿GTA?, ¿Quién se acuerda de GTA?

Explosión al canto...



    Sorprendentemente, y gracias a la simplicidad de los gráficos, la ciudad estará llena de peatones, peatones a los que, por cierto, podremos atropellar... Eso sí, no morirán, y encima, nos pueden incluso hacer cortes de manga, qué hijos de p. encima que intentamos salvar la ciudad... El objetivo, como digo, es muy sencillo, sólo deberemos encontrar la bomba y, ejem... Chocar con ella para desactivarla. A mí no me miréis, no soy experto en ese tema. En ocasiones, las bombas estarán en coches, otras veces en papeleras y, en otras, para dar más variedad al asunto, estarán en vehículos que deberemos perseguir y destruir como si de un GTA o un Driver se tratara, eso sí, con unas físicas y unos daños de vehículos bastante... peculiares, pero se le perdona por lo divertido que es recorrer la ciudad de New York haciendo explotar cosas. Si los otros juegos no eran muy fieles con las tramas de sus películas, este simplemente la ignorara, lo cuál no es necesariamente malo, seguiremos viendo situaciones de la película y controlaremos nuestro coche por los diferentes barrios de la conocida ciudad, desde Harlem a la propia Manhattan, sin olvidarnos de Central Park o incluso los túneles en construcción que se ven en la película, todos niveles divertidos y más variados de lo que uno pudiera esperar. Para mí, el único problema que tiene el juego, son las físicas y cómo afecta eso al control del coche en ocasiones, que una vez que te acostumbrabas pues oye, no importaba tanto, pero importa bastante cuando, sobre todo al principio, no llegas a tu objetivo por ser incapaz de no chocar con todo y acabar rebotando de un lado a otro, porque esa es otra. El juego se las arreglaba no solo para tener a ciudadanos por la calle, sino que la cantidad de vehículos era también bastante respetable, te daba la sensación de estar en una ciudad viva, porque encima, podías ver a los coches de policía por las calles, al igual que las ambulancias o incluso helicópteros. Al ser un juego de conducción, el juego nos ofrecía una diversa variedad de vehículos, desde taxis o coches de policía hasta, ejem, carritos de bebé o autobuses escolares, sí, no es broma. 


Escogí mal día para dejar de morir a causa de bombas colocadas por toda New York por una banda de ladrones disfrazados de terroristas comandados por el hermano del villano de la primera película...


    En los diferentes escenarios podremos encontrar aparcamientos dónde, chocando, cómo no, podremos cambiar nuestro coche, algunos serán más rápidos y otros más fuertes, ya dependía de cada uno si cambiaba o no de vehículo. Uno de mis favoritos era la furgoneta del vendedor de perritos calientes... Tampoco es broma. Yo diría que, de los tres juegos, es el que menos en serio se toma a si mismo, lo cual lo hace tremendamente divertido al proponernos un montón de situaciones alocadas, incluso hay un ítem con el cuál, y esto es una referencia brutal a a película, podremos llamar a una ambulancia para que nos abra el paso. Y los protagonistas, al igual que en los demás juegos, no se callan, con cada cosa que hagamos, alguno de los dos hará un comentario. En lo que a ítems se refiere, este puede ser el más flojo, ya que suelen ser de tiempo, puntos y poco más, la ambulancia, también puede considerarse un ítem, los turbo, que no me acordaba, y poco más, por la propia naturaleza del juego tampoco eran necesarios muchos más. Para terminar ya con DHIII, dije lo de ciudades "infinitas" porque a pesar de que la zona jugable de cada barrio estaba bien delimitada, NADA nos impedía coger una calle y largarnos a "explorar" la ciudad, eso sí, sólo veríamos calles y calles, desiertas además, pero como digo, "infinitas", a mí me gustaba p ponerme a dar vueltas como un imbécil... Tengo el recuerdo de utilizar un truco de tiempo infinito, pero he estado buscando y no lo encuentro, así que serán cosas de mi imaginación. Y sabiendo eso, adivinad cuál es mi pasatiempo favorito en GTA, pues sí, dar vueltas en coche como un retrasado. Y ya que estamos hablando de trucos, aquí podíamos poner vidas infinitas, que aunque útil, servía de poco por los problemas que comenté más arriba, ya que si fallábamos en alcanzar una bomba, moríamos y debíamos empezar otra vez a buscarla, lo cuál podía dar lugar a un bucle infinito. También podíamos hacer que los coches flotaran y muchas locuras mas. Pues bueno, termino ya con la saga y paso a dar la conclusión.

El Nakatomi en todo su esplendor 

 Die Hard Trilogy no ganaría ningún Goty, pero es pútamente divertido, lo compré porque me encantaba la saga, porque no pude jugar a Apocalipse (protagonizado, literalmente, por el bueno de Bruce), y lo cierto es que me dio horas y horas de diversión, risas y de —¡hostias!, ¡cómo se pasan!—, ya que era un juego que mostraba una violencia divertida por lo exagerada y absurda. A más lo pienso, más creo que no puedo más que recomendarlo encarecidamente, si no te gusta uno de los juegos no pasa nada, los otros dos son muy divertidos, y al final seguro que acabas jugando a los tres. No hagáis caso de los feos gráficos, debajo de ellos hay una enorme diversión escondida esperándonos. 

    Y para terminar, sé que Bruce Willis no va leer esto, y menos en su condición actual, pero joder, no puedo acabar esta entrada sin dedicarle un enorme, "yipi kay yei!", y desearle la mejor de las suertes, me alegró mi infancia y mi adolescencia, y en mi adultez pude verlo interpretando papeles que iban más allá del tipo duro en el que estuvo encasillado durante mucho tiempo. Sólo por manejar a un monigote que, se supone, era él, ya valía la pena jugar a este juego. Pues eso, hasta la próxima.


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