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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

martes, 14 de marzo de 2023

Captain Fizz Meets The Blaster-Trons

Rom y captura de la carátula en EmulatorGames.net.


    Aaaah, el Spectrum, ese pequeño ordenador con el que comprar un juego era como jugar a la lotería, habitualmente te comías una mierda, pero de vez en cuando te encontrabas con alguna sorpresita agradable. Pero para poner un poco de contexto, tengo que decir que ya a principios o mediados de los ochenta habían revistas especializadas. De hecho, en España teníamos la Microhobby, revista dedicada exclusivamente al Spectrum que no se centraba únicamente en las capacidades lúdicas del microordenador, sino que también nos ayudaba a explorar su faceta utilitaria, ya fuera con consejos de programación o hablando sobre los diferentes programas que podíamos utilizar, como hojas de cálculo o editores de texto... ¿qué?, recordemos que, el Spectrum era un ordenador, no una consola, y que además podíamos expandir sus capacidades conectándole todo tipo de hardware, desde impresoras a lectores de discos... No, los de música no... Además, dicha revista, de tirada mensual, solía regalar una cinta de casete, en ocasión traían demos de juego, utilidades o incluso juegos completos... Peeeero es que, por aquella época, había otra revista llamada Micromania (hermana de la anterior, de ahí que tuvieran nombres similares), que además de ser más barata era más grande... Creedme, tenía el tamaño de un periódico diario. Era tan grande que resultaba incluso incómoda de leer en ocasiones. También abarcaba todo el panorama videojueguil de la época, hablando tanto de PC cómo de las consolas de la época. Recuerdo que el papel era bastante malo, tanto, que podías doblar la revista como si nada... Eso se compensaba con que era "a todo color", con su precio y, sobre todo, con el contenido. Era la típica revista con trucos, consejos e incluso "cargadores" para ordenadores. También solía traer mapas de algunos juegos, a doble página, lo que literalmente te servía como póster. Cuando yo comencé a comprar aquella revista, el contenido sobre el Spectrum ya empezaba a decaer, las "nuevas" consolas y los ordenadores de 16 bits empezaban a comerse el mercado, e incluso el PC, con las "potentísimas" nuevas tarjetas gráficas empezaba a demostrar lo que podían hacer, y ese contenido, en lugar de hacer que dejara de comprar la revista, me enganchó más aún... Era como vivir en una realidad paralela, en las revistas hablaban de los últimos juegos de, no sé, Mega Drive, mientras yo, en mi casa, jugaba todavía al Robocop de Spectrum. Resulta curioso que, la última Micromanía que compré, fuera a principios de los noventa... Poco antes de comprarme la Mega Drive. Me di cuenta de que era un gasto tonto, ¿de qué me servía una revista que apenas hablaba ya sobre juegos de mi ordenador?. Pero bueno, a lo que quería llegar con tanto parloteo, es a que yo no estaba demasiado informado en aquella época, me dejaba llevar por el instinto. Si conocía un juego de las recreativas, o me gustaba la carátula, me lo compraba. Y vale, es cierto que sí llegué a comprar algún juego de Spectrum "con conocimiento", como pudo ser el After the War y, quizás El Capitán Trueno, pero estamos hablando ya de juegos de la etapa final y juegos que, además, eran GRANDES LANZAMIENTOS, así, en mayúsculas. Por eso, prácticamente el 90 % de los juegos que compraba, eran un disparo a ciegas... Y así me fué, me perdí grandes clásicos y me comí verdaderas mierdas, ¡si hasta compré el juego de Predator!.


¿No entendéis nada de lo que hay en pantalla?... Acostumbraos 


    Por eso, por esa increíble aleatoriedad que reinaba en mis compras, encontrar productos cómo este Captain Fizz (me niego a escribir el nombre completo), me hacía sentir como una especie de Indiana Jones del Spectrum. Porque el juego de hoy no es que se merezca una introducción especialmente larga, es que se merece un monumento, y sus creadores, un libro en el que expliquen cómo hacer virtud de la simplicidad, y de cómo a veces es mejor adaptarse a las humildes capacidades de un sistema en lugar de exprimirlo hasta que dicho sistema explote (que parece mentira que haya que explicarlo).
    Aquí dónde lo veis, Captain Fizz es un canto a la diversión, sus gracias simples esconden una acción sin freno y una diversión infinitas, ¡y a dos jugadores!. De hecho, este era uno de los mejores juegos para jugar con un colega, ya que tenía PANTALLA DIVIDIDA pudiendo cada uno ir limpiando zonas distintas o cogiendo llaves o lo que fuera, teniendo así que colaborar para avanzar.


Algunos niveles son tan laberínticos que me recuerdan a los callejones de mi pueblo 


    El objetivo del juego era muy simple, avanzar de nivel a nivel activando unos teleportadores, pero claro, como suelo decir, que el objetivo sea simple no significa que sea fácil.
 Los niveles estaban llenos de enemigos, los cuáles salían de una especie de nidos que podíamos destruir y... ¿he escuchado Gaunlet?, pues sí, evidentemente, este juego bebe de las mecánicas del clásico de las recreativas (que también fue portado al Spectrum), y no sólo se inspira en las mecánicas, incluso el aspecto gráfico es similar, tan simple que se podría considerar incluso esquemático, lo cual, en realidad, es una virtud, ya que redunda en un mejor rendimiento. La mayor diferencia se encontraría en la ambientación, ya que pasamos de un mundo de, literalmente, espada y brujería a un mundo futurista lleno de robots asesinos (o eso me imaginaba yo).

    Al igual que en Gaunlet, en Captain Fizz, al que mi hermano y yo llamábamos Capitán Fizz, en español, debíamos recorrer laberínticos y estrechos niveles hasta lograr activar el teletransportador. Para ello, en ocasiones deberemos encontrar llaves, o debería decir, tarjetas de algún tipo, que nos abrirían puertas. Tanto puertas y llaves seguían una sencilla clave de color. Las llaves rojas abrían puertas rojas y, las azules pues... Pues eso, a buscar llavecitas de colores.
    De vez en cuando, también nos encontraríamos con algún tipo de puzles, nada especialmente espectacular, pero joder, en su día me pareció una flipada, porque no se trataba sólo de recorrer pasillos disparando como putos subnormales. Los puzzles solían consistir en una especie de interruptores, los cuáles había que pulsar en un orden concreto, normalmente para desactivar unos muros eléctricos (o de láser, yo qué sé), para acceder a nuevas zonas, por ciert, tocar esas barreras nos hacía daño y nos paralizaba unos segundos. Para complicar las cosas, los interruptores solían estar a cierta distancia de los muros a desactivar y, además, sólo tenías unos segundos para llegar a tu objetivo. Esto, obviamente, jugado a dos jugadores resulta más fácil y, de hecho, divertido, ya que sentías que de verdad colaborabas con el segundo jugador. Uno se quedaba frente a la barrera y el otro pulsaba los interruptores, y cómo normalmente había también que pulsar interruptores para salir, la operación se repetía a la inversa para que pudieran entrar los dos.


Esas rayas verdes simbolizan una barrera láser... Más minimalista imposible 


    A pesar de su simpleza gráfica, jugablemente era muy agradable y tenía mayor profundidad de la que aparenta a simple vista. Para ir avanzando por el juego, deberíamos recoger multitud de ítems, ya fuera para mejorar la armadura o el daño de nuestra arma hasta dinero (credits), que servía para curar nuestras heridas en unas ¿máquinas de curación?... no sé, los gráficos eran tan simples que la mayoría de los objetos en pantalla eran irreconocibles (y no es broma), me recuerda incluso a cierto juego de rol de ordenador, dicen que el más completo y realista el mundo (cuenta la leyenda que incluso se tiene en cuenta la erosión de las montañas), pero con la particularidad de que prácticamente no tiene gráficos cómo tal (aunque hace ya un tiempo sacaron un mod, o un parche, no lo tengo muy claro, que le da algo más de vistosidad haciendo que todo sea más reconocible a la vista... Y ahora que digo eso. Cuando juego casi no me doy cuenta, pero al mirar las capturas es cuando realmente veo la fea simpleza de sus gráficos. Me siento casi cómo el tío ese de Matrix, el que traiciona a la tripulación. En cierto momento, Neo le sorprende mirando una pantalla en la que sólo hay código, y el otro le responde que no pasa nada, que está tan acostumbrado a ver Matrix así que ya no ve código, sino una morena, una rubia, una pelirroja... Pues eso es lo que siento. No veo cuadraditos de colores, veo una máquina teletransportadora, veo llaves, veo compuertas electrónicas, etc, y lo cierto es que, cuando entras en este juego (tanto figurada como literalmente), es cuando de verdad lo disfrutas.

    No voy a echarle más flores de las que se merece, tiene sus fallos y luego comentaré algunos. Pero hay que reconocer que es un juegazo, ya lo juegues sólo o con un amigo, y sí, gráficamente es muy simple, pero gracias en parte a ello, es muy colorido, tiene música mientras juegas (lo cuál era menos habitual de lo que me gustaría), y tenía diferentes efectos sonoros, ¿Qué más queréis de un humilde Spectrum? Yo lo disfruté mucho, sobre todo con mi hermano, pero también solo, era de esos juegos que valía la pena tener que esperar medía hora para que cargara (en realidad no tardaba tanto XD). 


Toca las cosas esas blancas y rojas en el orden correcto y algo pasará...


    El juego como dije arriba, no era perfecto. Aunque sus gráficos eran tremendamente simples, al final te daba igual, era muy divertido perderte por los laberínticos niveles buscando llaves y matando enemigos, pero algún fallito más importante a tener en cuenta sí que tenía.
    El más obvio es el diseño de los niveles, digo más, el tamaño de la zona jugable es muy pequeño, pero en realidad no molesta, veo peor, por ejemplo, que los niveles, en ocasiones, son demasiado laberínticos, teniendo en ocasiones que pasar por estrechísimos por los que sólo cabe un personaje (amigo o enemigo), y complicando en ocasiones el desplazamiento. El segundo problema, aunque en principio es más grave, pierde importancia porque es algo muy aleatorio, puedes jugar horas y horas sin que pase. De hecho, no sé si incluye el número de jugadores. Paso a explicar. En este juego, TODOS los objetos en "sólidos", eso incluye a los puntitos verdes que representan a los créditos. Eso significa que, los enemigos, no pueden pasar por encima de los ítems (lo cuál es absurdo, pero su razón tendrá), y una vez que nosotros cojamos los ítems, los enemigos podrán pasar por dónde antes estaban. Está mecánica hace que haya situaciones tan absurdas como que estemos disparando a un grupo de enemigos desde un hueco entre dos créditos, ya que los enemigos solo pueden acercarse o disparar (sí, ellos también disparan), a través de ese hueco. Pero no es esa mi queja. Sucede que, muy de vez en cuando, el sprite de uno de nuestros disparos, puede "solidificarse" en la pantalla, se queda ahí, quieto, sin hacer daño a nadie (tendría su gracia que los enemigos que tocaran el sprite murieran). Y el problema es que, al contrario que los demás ítems, NO PODEMOS recoger el sprite de nuestro disparo, claro, no es un ítem. Y si te sucede en una zona amplia no pasa nada, el problema es que te pase en un pasillo, o frente a una puerta y te impida avanzar. Por suerte, las veces que nos sucedió eso, no supuso un problema, pero pasar, puede pasar, obviamente.

    Para ir terminando, decir que aunque el tipo de enemigos no es que sea muy amplio, sí es cierto que hay unos que parecen... ¿tanques?, que lanzan unos misiles buscadores (más o menos), y que realmente no sé si se pueden matar, de hecho ni los recordaba, pero me salió uno en el tercer o cuarto nivel y me acabó matando, ya que son más "inteligentes" que el resto de enemigos y me quedé atascado en uno de esos estrechos e infinitos pasillos, y claro, los enemigos no son atravesables. Por eso no hay que confiarse con este juego, que parece más sencillo de lo que es en realidad.


Aquí ni siquiera sé qué comentar, tal despliegue gráfico me aturde


    Pues poco más puedo decir, tan sólo que literalmente compré este juego por su portada y que fue una de las sorpresas más agradables que me llevé. Un juego que además no tardaba mucho en cargar (lo he probado en un emulador que emula, valga la redundancia, la carga, y es una carga bastante rápida. Es colorido, la música no está mal del todo, puedes jugar a dobles, tiene acción, puzles, un puntito de exploración... Será feo y arcaico, pero sus mecánicas son muy divertidas, tanto, que siguen vigentes a día de hoy, sólo que más adornadas gráficamente, y si buscamos en el panorama indie, podremos encontrar muchos, pero muchos juegos que siguen la estela de juegos como Captain Fizz o Gaunlet, sin más que decir, probadlo, vale la pena. Hasta la próxima.


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