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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Galaga






    Hoy toca hablar del que seguramente fuese el primer o segundo juego al que jugué en mi vida y no puedo ser más preciso porque ya se pierde en los océanos de tiempo de mi recuerdo, sé decir que los tres primeros, con total seguridad, fueron Galaga, Phoenix y Galaxians, todos de más o menos la misma época y con un desarrollo similar.
    Galaga, el juego del que hablaré hoy, fue publicado por Namco en 1981 y era algo así como una versión mejorada del Space Invaders de Taito, un clon que dirían algunos aunque en este caso muy mejorado. El juego poseía una paleta de colores mayor que el viejo juego de Taito y sus naves se movían por toda la pantalla, descendiendo en ocasiones para impactar contra nuestra nave.
    El juego en si no era gran cosa, al menos viéndolo con los parámetros de hoy día, un juego de unos pocos Ks y con no más de dieciséis colores no puede ser ninguna maravilla pero hay que tener en cuenta una cosa... no había otra cosa. Los aficionados de la época no tenían ni idea de hacia donde se dirigía la industria ni hasta donde llegaría la complejidad de los videojuegos, de hecho había un sector de la sociedad que no solo lo consideraba una lacra sino una "moda pasajera", por todo ello, el usuario medio de videojuegos no tenía, no podía tener, ni idea de que un día en el futuro, cualquier niño de doce años podría tener en su casa una máquina de videojuegos miles, millones de veces superior a aquella en la que se gastaba el dinero del bocadillo. Pero es injusto, treméndamente injusto medir este juego según lo que sabemos hoy en día, para saber lo que este juego fue en su día hay que haber nacido antes de los 80, cuando no habían Psp ni Nds, cuando ni siquiera la Megadrive ni la Snes estaban inventadas. Era un mundo en el que un juego de dieciséis colores era el máximo exponente de calidad en lo que a gráficos se refiere.
    Hay algo que me dice que este va a ser el articulo más corto de este mi humilde blog, pero claro, es que tampoco hay mucho que contar, pero bueno, intentémoslo.



Y ese es el precio de la vida... extra.




    Cuando yo conocí este juego aún iba al colegio, y me refiero a mí, no al juego... chiste malo, lo sé. De hecho creo que fue el primer año que empecé a ir solo, cosa que hoy en día me provoca ciertos escalofríos por la mi edad que tenía en aquella época y la distancia que había desde mi casa al colegio, pero de todos es sabido que antes éramos más duros, dormíamos sobre cristales, nos bañábamos con lava pura, cazábamos cocodrilos con un palo por simple diversión, y para desayunar bebíamos yeso puro... Cierto día pasé junto a una puerta de un local cercano a mi escuela del que salía mucho ruido y un poco de humo que olía raro, y aunque aquel día no cedí a mi curiosidad, sí que caí finalmente en la tentación, la puerta estaba abierta y nadie me impidió la entrada, aunque había algo en la densa atmósfera del local que le daba cierto aire de "prohibido". 
    El local resultó ser una habitación pésimamente iluminada y con decenas de "cajas de madera con televisores dentro", hay que recordar que era la primera vez que veía una máquina recreativa, el local estaba a rebosar de "gente mayor", supongo que la media de edad rondaría los dieciséis años pero yo debía de tener unos diez, así que todos me parecían mayores. Me paseé en silencio hipnotizado por las luces y los diferentes sonidos que despedían los monitores mientras veía como los chicos presentes echaban monedas para jugar con aquellos cacharros.



Al parecer podían abducir tu nave... nunca llegué tan lejos.




    He de decir que nunca he sido muy alto así que apenas podía ver las pantallas, pero los laterales de las máquinas estaban repletos de evocadores dibujos, fuese como fuese conseguí, elevándome sobre las puntas de mis pies, mirar hacia algunos de aquellos monitores. En aquel entonces no fui consciente, como es de suponer, pero mis ojos estaban viendo lo que treinta años después se llamarían "clásicos", yo no sabía nada de nombres, solo veía una rana intentando cruzar una carretera o a una bola amarilla perdida en un laberinto, clásicos sí, pero el único que me llamó la atención fue uno de naves, parece que mis gustos quedaron definidos ya desde el principio, el juego no es que fuera la gran cosa, unas pixeladas navecitas disparaban a otra nave en su afán de destruirla, los gráficos eran coloridos pero poco más, no tenía ni la más remota idea de hasta donde iba a llegar en este mundillo cuando introduje la primera moneda en aquella cajita de madera.
    El juego era de esos en los que tu "nave" permanecía en la parte inferior de la pantalla y tú debías disparar a los enemigos de la parte superior, lo que diferenciaba a Galaga del ya mencionado Space Invaders era una mayor cantidad de color en los gráficos del juego y las rutinas de movimiento de las naves enemigas, ya que al empezar cada nivel iban apareciendo por los laterales para colocarse en la típica formación de ataque de aquellos juegos de la época.

    No me cansaré de decirlo, el juego no era ninguna maravilla, de hecho me gustaba más Phoenix, ya que tenía más variedad de niveles, de hecho este juego solo está aquí por ser uno de los primeros a los que jugué, uno de los que tiene la culpa de que mi género sea el mismo al que pertenecen maravillas tales como Alpha Mission II, Thunder Force IV o DonPachi. Ni siquiera sé si recomendarlo ya que su antigüedad es tal que solo un fanático de la arqueología podría interesarse en él, casi mejor probad cualquiera de los otros juegos que he nombrado de paso, y si os gustan siempre podéis buscar el Space Invaders 95, la mejor versión del clásico de Taito.
    Lamento que este articulo sea tan corto e... insustancial, pero estoy preparando algo "gordo" para el siguiente y me he propuesto subir al menos una entrada a la semana, pues eso, hasta la próxima.



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