Black Tiger

    

 

    Regresamos a los arcade, y regresamos con una de las compañías que más marcaron nuestra infancia o adolescencia, CAPCOM, con un plataformero bastante curioso y, ¿por qué no decirlo?, original. Uno de esos juegos exigentes, pero que una vez aprendidas cierta cosas, lo puedes pasar con relativa facilidad. Black Tiger, un clásico de los arcades que, lo digo ya, fue portado a múltiples aparatos de la época, como fue el Spectrum o los ordenadores de 16 bits de la época, el Amiga y el Atari ST. 

    Fue Black Tiger un plataformero original porque, nuestro protagonista, no solo saltaba de plataforma en plataforma, sino que podía trepar en ciertos pilares para alcanzar zonas superiores (o inferiores) o saltar a otros pilares, lo cuál afectaba al diseño de los niveles, obviamente, dando lugar a situaciones no vistas en otros juegos, pero no nos adelantemos. Black Tiger, conocido en Japón como Black Dragon, era un juego de plataformas y acción, nuestro protagonista, no mataba a los enemigos saltando encima de ellos precísamente (xd) sino que tenía un arma un tanto peculiar con la que podía atacar a sus enemigos. No sé cómo se llamaba el arma, pero era algo así como una bola con pinchos enganchada a una cadena, y con ella, podíamos atacar a los enemigos desde cierta distancia. Además, lanzábamos unos cuchillos en varias direcciones, lo que nos daba un poder de ataque bastante respetable desde el principio... y creedme, se queda corto. BT, al igual que sucedía en el anterior Ghost'N Goblins, nuestro protagonista poseía una armadura, armadura que, al ser golpeados, desaparecía... pero al contrario que el juego anterior, también poseíamos una pequeña "barra de vida", barra de vida que podíamos restaurar con ciertas pociones.

Y así se resume una partida cualquiera a este juego

    La jugabilidad era muy clásica (¿que queréis de un juego de mediado de los ochena?), mucho saltar entre plataformas y mucho enemigo que derrotar. El juego estaba ambientado en una época de fantasía rollo D&D, con monstruos, esqueletos, dragones y monstruos similares, por lo que ya os podéis imaginar el tipo de enemigos que nos encontraríamos. Como se puede suponer, había enemigos débiles y enemigos fuertes, debiendo de darles más toques a los más fuertes (lógicamente), y siendo estos más peligrosos al hacer más daño a nuestro personaje. Algo que me llamó la atención, es que los enemigos podían dejar caer moneditas de diferente valor, y dichas moneditas no estaban de adorno, sino que podíamos gastarla en alguna de las muchas tiendas que encontraríamos en el juego, pudiendo comprar armas o armaduras mejores, pociones y cosas así, pudiendo así potenciar a nuestro personaje. A parte de los objetos que podíamos comprar, en los escenarios podíamos encontrar cofres que, para abrirlos, necesitábamos llaves, también relojes que nos daban más tiempo, y símbolos POW que, los fanáticos de la época reconocerían por verlo en otros juegos de CAPCOM de la época, que destruían a todos los enemigos de la pantalla. Y hablando de los cofres. En ellos podíamos encontrar muchas cosas, desde dinerito rico, a trampas que nos podían hacer daño.

¿Qué obsesión tienen los japoneses con los "zennies"?

    Si hablamos de enemigos, pues podíamos encontrar lo típico de estos juegos, murciélagos, pequeños pero puñeteros, esqueletos, que eran muy sencillitos, enemigos que lanzaban fuego, monstruos con escudo que costaban bastante de matar... y aquí me gustaría explicar algo. Hay juegos de arcade que, por pura habilidad, te los podías pasar, practicamente no necesitabas memorizar nada, con saber más o menos por dónde salían los enemigos y los ítems ya llegaba, pero este juego no, este es de esos juegos que te tienes que aprender de memoria, como pasaba, por ejemplo, con Toki, que no era un juego especialmente difícil, pero en el que saber de memoria dónde estaba cada enemigo, cada vida extra, y cada ítem era el 90 % del juego... ¡pues aquí más! Cuando juegas de primeras, tienes la sensación de que el juego es "impasable" (sin continuar, al menos), hay multitud de saltos "de presición", salen muchos enemigos en posiciones complicadas, hay piedras que caen del cielo y te matan de un golpe, enemigos que tienen mucha vida y que te matan rápidamente... lo ves así y dices, ¿quién cojones se va a pasar esto?... cualquiera que se aprenda de puta memoria dónde sale cada enemigo, lo que da cada cofre, dónde cae cada piedra. Es un juego de pura memoria. No jugaba este juego desde la época de PS3 (luego explico esto), y no me acordaba de lo capullo que es, llega un momento en el que piensas que es injusto, porque lo es. No es normal que tras pasar un tramo complicado, te mate una jodida piedra que cae del cielo y no te da tiempo a esquivarla porque, obviamente, no sabías que te iba a caer en la jodida cabeza. Pero una vez que has completado un nivel el suficiente número de veces, ya vas con más cuidado (esto me recuerda un poco, por ejemplo, a Dark Souls), matas a los enemigos casi antes de que aparezcan, te paras un segundo antes de que salga la piedra, matas a los enemigos desde una distancia de seguridad, y cuando te das cuenta, te has pasado un nivel sin que te den ni un toque... ya vas aprendiendo. Por eso, es un juego que resulta bastante satisfactorio, ya que vas notando el progreso, pero si no te da la gana de aprender, entonces estás jodido.

Me acabo de dar cuenta de que, quizás, debía haber recortado las capturas... bah, ya que se queden así

    Si hablamos un poco del apartado técnico, no podría decir que sea de los mejores graficamente hablando de CAPCOM, pero hay que tener en cuenta la época. Los sprites son pequeños, pero eso permite ver una zona muy amplia del mapeado, que siendo ciertamente laberíntico, es algo que se agradece. Los efectos sonoros y la música cumplen bastante bien, y aquí debo decir una cosa que me resulta curiosa a mí personalmente. No sé por qué, pero la música del primer nivel me recuerda a Light Crusader, de Mega Drive... no sé, no entiendo de música por lo que no puedo explicarlo, pero hay algo que me recuerda mucho a ese juego.

Me recuerda al "compro oro" de mi pueblo

    En cuanto a gráficos, como digo, cumplidores, son pequeños, pero cada monstruo es reconocible. Yo diría que son "funcionales" sin más.

    No me voy a entretener en narrar la "historia", si es que da igual, la cosa es que hay que atravesar diversos niveles, con los jefes finales de rigor, para acabar con un malvado (supongo) dragón. A lo largo de los niveles, como ya comenté, podremos encontrar diversas tiendas "escondidas" en el escenario, en realidad, son zonas en las que encontraremos enemigos y, además, un npc que nos venderá cosas, que por cierto, casi no lo comento. En los diferentes escenarios, podremos encontrar más npc (que en realidad tienen todos el mismo sprite... no se comieron mucho la cabeza los de CAPCOM). Dichos npc estarán petrificados, pero los curaremos al tocarlos y estos nos darán algo a cambio, por lo que no está de más explorar los niveles buscando ancianos petrificados.

    Ya he comentado que, los pilares por los que puede trepar el protagonista, condicionaba bastante el diseño de los niveles, y es así, de hecho, había un nivel en el que saltabas hacia la izquierda hacia un pilar, para luego tener que saltar de pilar en pilar, cada uno a diferente altura y con diferentes tamaños (podían estar "flotando" en el aire), y debías encontrar la secuencia exacta para llegar a la zona superior saltando siempre hacia la izquierda, todo eso con enemigos pululando por la zona... ah, los enemigos.

El primer jefe, dispara como loco y ya está, no tiene ni media torta

    Siendo sincero, los enemigos en si no eran muy peligrosos, excepto quizás los del escudo, porque eran muy duros y corrían hacia ti como idiotas, lo peligroso era su localización (uy, como Dark Souls). Había, por ejemplo, unas serpientes que se enrollaban a los pilares, debiendo atacarlas desde el ángulo apropiado. Había unos monstruos que lanzaban bolas de fuego y que, normalmente, se encontraban en zonas ventajosas, por fortuna, las bolas de fuego tenían un alcance limitado, por lo que, con cuidado, podíamos colocarnos en una posición ventajosa para nosotras. Pero en resumen, lo que dije más arriba, yendo con cuidado, y observando el entorno con cuidado, ningún enemigo es demasiado peligroso. Eso sí, había enemigos un tanto raros, como un especie de gotas (supongo que serían algún tipo de "limo") que caían del cielo y podían moverse por el escenario, y que si te pillaban por sorpresa, te podían dar algún toque.

No, aunque lo parezca, nuestro prota no lanza los cuchillos con la mente

   

    

    Los combates con los jefes no eran demasiado complicados, al contrario que otros juegos, eran casi "el descanso del guerrero", oooobviamente, la dificultad de los mismos va subiendo a medida que avanzas, pero matar el primero, por ejemplo, está chupado, y el segundo más de lo mismo.

    El juego original, el de arcade, pues fue bastante popular, ya comencé diciendo que fue portado a diferentes sistema... pero incluso ya en la época de PS3, se publicó en un recopilatorio bastante curioso. Yo no sé si dicho recopilatorio salió en otros sistemas, así que hablaré de la versión de PS3. En PS3, te podías bajar de la store la versión gratuita, esta traía, creo recordar, tres demos, y la versión completa de... sí, este Black Tiger. En la época de los arcade, claro qué conocía este juego, creo que incluso llegué a jugar la versión de Spectrum, pero no le eché muchas monedas, la verdad, por lo que a la que más caña le di fue a la versión de PS3, que creo que permitía guardar partida y tal... peeeero, es que antes, en PS2, también salió en otra recopilación de CAPCOM, el segundo volumen de CAPCOM Classics Collection, que como curiosidad, las imágenes que véis aquí son de dicha versión, mi MAME no reconoce la rom que me desgargué y... bueno, teniendo esta versión tampoco creo que pase nada si lo aprovecho.

No tengo muy claro qué está pasando aquí...

    

    Algo que casi se me pasa... ya he comentado que hay muchos enemigos (o mejor dicho varios) que lanzan proyectiles, los cuales son muy peligrosos, pues por fortuna, con nuestra arma podemos destruir dichos proyectiles al golpearlos, y no sólo eso, sino que los enemigos más duros quedarán "atontados" durante unas décimas de segundo (no os flipéis, y seguid disparando), lo cuál es un "detalle" por parte de CAPCOM, ya que de no ser así, el juego sí que sería un auténtico infierno.

No sé... este es de esos juegos que no me inspiran a la hora de decir chorradas, así que sólo diré que ahora tengo dos patos que me siguen a todas partes y que, el macho, sólo come hierba si se la doy con la mano... hijo de pata...

    Casi se me pasa, pero hay una curiosidad que, a lo mejor, no sabe todo el mundo, y es que hubo un juego (español, cómo no), que copiaba las mecánicas de este juego. Satan... Satan era un juego típico de Dinamic, un juego que se dividía en dos partes bien diferencias y que, cada uno, venía en una cara diferente de la cinta (hablando de aquellos sistemas que utilizaban las cintas de casete como sistema de almacenamiento, obviamente), pues resulta que la primera parte de dicho juego, es casi un calco, jugáblemente hablando, de este Black Tiger. Yo tuve el placer de jugar dicho juego, de hecho, me lo compré precísamente por su "parecido" al Black Tiger, y me resultó bastante interesante... bastante interesante la poca vergüenza que hay que tener para hacer algo como esto XD. Ya en serio, como juego estaba bien, yo qué sé, cada cual se gana las habichuelas como puede. Quizás un día hable de este juego, por cierto.

Nuestro prota en pelotas...

    

    Y bueno, realmente no me queda mucho más que decir, Black Tiger, dentro de lo que cabe, aun siendo un clasicazo, no está en mi top arcade de todos los tiempos, razón por la que, por ejemplo, no he hablado de él hasta ahora, aún así, lo recomiendo 100 %, diciendo, eso sí, que tengáis paciencia con él, que no vayáis a lo loco, y que estéis dispuestos a memorizar mucho. Y bueno, pues eso, que hasta la próxima.