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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Gang Wars




 ¿Recordais Double Dragon?, ¿Streets of Rage?, ¿Final Fight?... si la respuesta es positiva ya sabéis de qué va Gang Wars, y el que no lo sepa... no sé que hace en mi blog xd. Bueno, un repaso nunca viene mal. Gang Wars era el típico juegecillo en el que caminabas por las calles de una ciudad en la que parece que le caes mal a todo el mundo, ya que nada mas verte corren a pegarte una paliza, vamos todo un prodigio de imaginación y originalidad, pero hay que decir que al menos 3 de cada 10 juegos que salían para las recreativas eran de ese tipo, algo debía tener eso de ir por la calle partiéndole la cara a todo el mundo y rompiendo todos los bidones y barriles que veías en los que a veces la gente metía pollos y filetes perfectamente cocinados.
 No obstante y a pesar de su total falta de originalidad, Gang Wars tenía algunas cosas que le hacían tener ese algo especial que podía engancharte y que lo diferenciaba de los demás.



En esta pantalla podías repartir tus primeros puntos.

 En primer lugar, había dos personajes entre los que elegir aunque en realidad eso dependía de si eras el player 1 o el 2, uno era una especie de kickboxer y el otro un karateka o judoka o vete tú a saber que tipo de artista marcial sería, y aunque en realidad no afectaba en nada al juego cada uno de ellos tenía un estilo de combate de acuerdo a su modalidad. Otra cosa que sí que lo hacía especial era la original, aunque limitada, personalización del personaje, antes de empezar a jugar se te concedían unos puntos para ponerlos en la característica que prefirieses, y cada vez que terminabas un nivel te daban más puntos. Otro detalle que lo alejaba de los clásicos, Double Dragon y Final Fight por ejemplo, era el uso de armas de fuego por parte de los jugadores. Había niveles en los que aparecían unos soldados o mercenarios y que te atacaban con ametralladoras y lanzallamas, y al derrotarlos dejaban caer sus armas que, evidentemente podías utilizar a tu favor. Esto hoy en día suena obvio, puede que incluso ridículo, pero en aquella época y en aquel tipo de juegos no era lo normal, fue mas tarde con juegos tales como Cadillacs & Dinosaurs o Captain Comando, los dos de capcom, cuando ya se volvió algo normal.


¿Te cae mal tu vecino?, lanzallamas que te crió.



Clásico entre los clásicos... una botella de fresquita cerveza.



 El desarrollo del juego era completamente lineal, como era de esperar en la época y como también era de esperar, al final de cada etapa nos esperaba un jefe dispuesto a no dejarnos pasar al siguiente nivel.
 En cierta manera se podría decir que tenía cierto punto de originalidad, ya que en ciertos puntos del camino debías caminar en equilibrio, por ejemplo sobre un raíl de unas vías o una cuerda entre dos azoteas, no es que fuera la gran cosa, pero se notaba que al menos habían intentado renovar un poco el género. El número de armas, sin ser apabullante era de considerar. Desde la típica botella de cerveza a mazas enormes, ametralladoras y lanzallamas, incluso una farola rota... bueno al menos la utilizaba un boss para atizarnos a nosotros. También había un arma que nunca llegué a identificar y que me recordaba a una bota de vino xd, si me acuerdo intentaré subir una captura.


Esa cosa roja en el centro es esa arma que no se qué demonios es, no se por qué no he podido cogerla.




  El juego tenía sus intentos de originalidad, incluso tenía una especie de "fatality", aunque sería mas correcto decir que se trataba de un "golpe final".Cuando golpeabas repetidamente a un enemigo este caía al suelo y al levantarse, dependiendo de la resistencia de ese enemigo, podía quedar de pié jadeando durante unos segundos, si antes de que se recuperase lo golpeabas con el botón correcto lo matabas de un golpe, no es que fuera una combinación tipo Mortal Kombat, si eras el kickboxer le dabas al botón de puñetazo y usaba una  llave lanzando al enemigo, y si usabas el botón de patada con el karateka lo matabas con una patada giratoria.



Aquí el kickboxer intentando violar a un calvo...


El karateka y su patada giratoria.



Ni que decir hay que al final de cada nivel nos esperaba un boss... y esta es la segunda vez que lo hago, pero claro debo poner algo porque tantas capturas juntas sin nada interesante que leer da sensación de que me he esforzado poco, y no puedo dar esa sensación.
 Solo diré que los enemigos no poseían rutinas especialmente complicadas, de hecho los bosses eran perfectamente olvidables, de hecho solo recuerdo al de la captura que he puesto, que es el de la primera fase, y así de repente solo me vienen a la cabeza una especie de vagoneta blindada y con ametralladoras, sí como suena, y un tipo enorme con pinta de gay sadomasoquista que utilizaba una farola un tronco o algo así... y que acabo de darme cuenta que en realidad ese arma podía ser una metáfora... un símbolo fálico vamos.




Cuando llegabas aquí y veías al tío ese pensabas que era el primer boss.


Pero solo era un calentamiento para este.

 El juego no era demasiado largo, en cierta manera parecía seguir los pasos del mítico Double Dragon. Ya que los niveles estaban interconectados entre si (el que haya jugado a Double Dragon sabrá lo que quiero decir), y además no solían haber demasiados enemigos en la pantalla, lo que en realidad era un alivio ya que el control del personaje era un tanto raro, no era ese control limpio de Final Fight, sino un poco trabado, casi como si el personaje tuviese inercia algo impensable en un juego de ese tipo en aquella época, además la patada en salto no era demasiado precisa por lo que se utilizaba poco, además el hecho de golpear a un enemigo no impedía que este también te golpease a ti cosa que si pasaba en Final Fight en el que golpeabas a todo el que tuvieras delante de tu puño haciendo que no pudieran golpearte, pero como ya he dicho en este juego no solía haber más de tres o cuatro enemigos a la vez en pantalla.


Para añadir algo de variedad, había zonas en las que te podían caer cosas de encima, como esos motores... o más soldados, sí en serio.


 Una de las cosas que te hacía jugar una y otra vez era, precisamente, la actitud de los enemigos ya que estos no se limitaban a golpearte hasta dejar a tu personaje tirado en el suelo, sino que además se burlaban de ti, riéndose y haciendo señas para que te levantaras del suelo, las risas eran tan molestas que te ofendían obligándote a buscar alguna moneda más en  tu bolsillo.
 En la misión final debías luchar también contra unos tigres, bastante difíciles ya que solo eran débiles a los ataques de barrido y a que quitaban bastante vida, y bueno tampoco tenía mucho más este juego. Bastante acción gracias al uso de armas y la doble diversión que suponen los dos jugadores simultáneos, un juego decente para la época y que llenó bastantes horas de aburrimiento, un juego que no tuvo ninguna versión doméstica, al menos que yo sepa, las conversiones solo eran para los grandes, Final Fight, Double Dragon, Dragon Ninja, Shinobi y títulos de ese calibre.
 Me gustaría poder recomendarlo a jugones de menos de veintibastantes... pero no creo que entendieran el encanto de este juego. Aunque bueno, como decía mi madre «más para mí».




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