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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

lunes, 22 de abril de 2013

Samurai Shodown








    Si se me pregunta qué compañía de videojuegos es mi favorita seguramente diría Capcom y más por razones sentimentales que por otra cosa, es la compañía de mi infancia y adolescencia, solo hay que echar un vistazo a este blog para darse cuenta y por eso me resulta raro comentar este juego, Samurái Shodown, de Snk quizá la compañía que más duro competía con Capcom en las recreativas de los noventa con juegos como Fatal Fury, Art of Fighting o el que presento hoy.
    Samurai Shodown, tal y como su nombre parece indicar el juego trata de duelos entre samuráis, bueno en realidad hay un par de ninjas un actor kabuki y algún que otro luchador exótico pero sí, abundan los samurái. El desarrollo del juego no tiene ningún misterio, era un 1vs1 típico al estilo Street Fighter pero con armas de filo tratándose los personajes de fieros espadachines.



Duelo a la orilla del mar, cuidado con Ukyo, es un poco Gay.




    Samurai Shodow (Samurai Spirits) fue publicado por Snk para las recreativas en el año noventa y tres, poseía unos gráficos enormes y coloridos además de un extraño zoom no muy extendido en este tipo de juegos, el zoom se alejaba si los personajes se separaban y, al contrario, se acercaba si los combatientes hacían lo propio. Su música y escenarios te sumergían en el Japón medieval de una forma nunca vista y su acción era algo simplemente espectacular, pero centrémonos en la versión Mega Drive que es la que yo pude disfrutar más.
    La primera vez que jugué a SS fue en un recreativo claro, todo él me dejó alucinado, siempre me había atraído todo lo relacionado con la cultura Japonesa y aquel juego parecía un documental de la National Geographic, había ninjas, samuráis, kabukis, música y escenarios japoneses... vamos que en cuanto ví el juego en una tienda de segunda mano no lo dejé escapar, fue una de las mejores compras que hice para mi vieja consola.


Gen-An nos enseña a bailar la lambada.



    Takara, la encargada de trasladar la placa a un juego de Mega Drive hizo un trabajo excelente pese a los típicos recortes que en ocasiones solían darse en estos casos, el más grave fue, posiblemente el del personaje Earthquake, eliminado de la lista de personajes de Mega Drive, supongo que su enorme tamaño influyó en la decisión de eliminarlo, fuese como fuese el SS poseía once personajes entre los que elegir, doce si contamos al malo final, Amakusa, con el que también podíamos jugar.
    No creo necesario describir el sistema de juego, un jugador escoge un personaje y va derrotando al resto de personajes en combates 1vs1, cada cierto número de combates había una fase extra en los que, por ejemplo, debíamos romper muñecos de paja.



Ataque sobaquero, a la par que espectacular, de Galford.




    Los combates eran despiadados, más de lo habitual, o puede ser que yo esté más acostumbrado a los 1vs1 de Capcom pero la cosa es que debías aprenderte todas las rutinas de ataque de tus enemigos así como la utilidad de cada ataque de tu personaje... aunque claro, eso pasaba en todos los juegos de este tipo. Supongo que lo que quiero decir es que, a pesar de que en aquella época ya me hacía el Street Fighter II SE en su máxima dificultad y si perder ningún round tuve que volver a aprender a jugar de nuevo. Suena bastante obvio, pero en mi ingenuidad de aquella época pensaba que visto un 1vs1, visto todos. Pero no era así.



Amakusa estaba disponible en el modo VS sin necesidad de trucos raros.




    Con SS tuve que sacar de nuevo mi genio interior, para variar me acostumbré a utilizar uno de los personajes menos apropiados para empezar a jugar, Nakoruru, una especie de ninja ecologista que iba acompañada de un pájaro, un halcón o algo de eso. Al igual que sucedía con Chun-Li, Nakoruru no era el personaje más fuerte del juego pero su velocidad y la ayuda de Mamahaha (su pajarillo) la convertían en un personaje muy divertido de utilizar, podía colgarse del ave para atacar desde ángulos difíciles de bloquear o podía mandar a Mamahaha contra nosotros como si fuera un misil.
    El resto de personajes estaban a la altura de Nakoruru y no solo eso, los había mejores, por ejemplo Galford y Hanzou Attori, dos ninjas del mismo estilo aunque uno japonés y el otro americano, ¿de qué me sonará esto?... como era de esperar los dos tenían técnicas de lucha muy similares, incluyendo desapariciones y multiplicaciones ninja. Galford además disfrutaba de la compañía de un perro con el que también nos podía atacar, el deseo de Galford era el de convertirse en el primer ninja americano, siendo un personaje alegre y optimista, al contrario que Hanzou, más serio y reservado.
    Haomaru era el protagonista, tanto del juego como de la caratula del juego, era el Ryu de SS para que nos entendamos, era el samurái hecho carne, deseando encontrar rivales dignos, viaja a lo largo del... mejor no sigo que me da la risa. Lo dicho Haomaru era el prota del juego lo que quiere decir que era el mejor personaje del juego, con un perfecto equilibrio entre fuerza y velocidad teniendo además técnicas de ataque a distancia y otra para defenderse de ataques altos, algo muy similar al Shoryuken de Street Fighter, de hecho se realizaba de la misma forma.



Intento de escena gore...




    Técnicas, si hay algo de lo que no carecía este juego eran las técnicas especiales,, ya fueran medias vueltas, un cuarto de vuelta, abajo y esperar... cada personaje poseía una cantidad considerable de técnicas, algunas más originales que otras la verdad, pero ya se sabe que en la variedad esta el gusto y aquí había variedad, desde tornados de viento a estrellas ninja, perros salvajes, ataques deslizantes... vamos que había donde escoger, eso sin contar con el Supeerataque, sí, ese que so se podía ejecutar al llenar el marcador de, digamos "ira".
    Una de las cosas que más me gustaban era la posibilidad de desarmar, y ser desarmados. En ocasiones los personajes chocaban sus armas, comenzando un duelo de fuerza, debíamos pulsar rápidamente los botones para no perder nuestra arma, en cuyo caso solo podríamos atacar utilizando nuestros pies y nuestros puños, siendo estos ataques muy débiles, por fortuna podíamos recuperar nuestra arma pasando por encima de ella.
    Hablemos de modos de juego. Hay que ser realistas y reconocer que tener solo el "modo historia" es un suicidio para este tipo de juegos, por suerte no era el caso de SS que a parte del juego principal poseía varios modos pvp, el típico 1vs1 y el "grupal", cada jugador escogía a varios personajes que se iban alternando según fueran derrotados.



El dulce instante de la victoria.




    Otra cosa que hay que reconocer es que aunque SS resultó ser un juegazo en Mega Drive no fue ni mucho menos una conversión perfecta, a la ya mencionada ausencia de Earthquake hay que sumarle el tamaño de los personajes, más grandes que en la versión de Snes pero sin llegar a la original, el espectacular zoom tampoco hacía su aparición aunque ciertamente eso me parece un detalle menor, la disminución de la dificultad. Y el resto es lo normal de la inferior capacidad de la Mega Drive con respecto a las placas recreativas, fondos menos detallados y esas cosas, por lo demás un juego prácticamente perfecto y, a mi manera de ver, nunca superado por ninguno de la saga.
 Pues eso, si os gustan los ninjas probarlo  si os gustan los samuráis probarlo si os encanta Soul Blade y buscáis algo de su estilo pero más retro, probarlo... si os gustan los videojuegos, probarlo.







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