The Legend of Zelda: Oracle of Seasons

    Un grande, un grande, eso es lo que toca hoy, uno de los grandes de verdad. Para los que piensen que una consola pequeña no puede tener grandes juegos nació Zelda OoS, para hacer que se tragaran sus palabras.

    No voy a hacer una retrospectiva ni un listado de todos los juegos habidos y por haber protagonizados por nuestro amigo Link, ya que son muchos juegos y, para mi desgracia, tan solo jugué en profundidad a este Zelda y su "hermano mellizo", los fans me entenderán. Pero sí que me gustaría hablar un poco del desarrollo del juego y el por qué lo considero un juego de aventuras y no un RPG como dicen algunos.
    El desarrollo del juego es enrevesado no tanto como el propio argumento del juego, que suele tratar sobre la aparición de algún mal y de como Link busca por el mundo "algo" con lo que combatirlo, no hay demasiada trama en realidad, de hecho incluso da un poco igual, como sucede en Pokémon, ya que lo único que nos importaba de verdad era llegar a la mazmorra siguiente y conseguir aquello que se nos pedía, ya fuera una Esencia o lo que fuese.
    Lo que si era complicado, en ocasiones incluso desesperante, era encontrar dichas mazmorras, y ya no solo eso, sino el averiguar como cojones se entraba en ellas, en ocasiones bastaba con tener alguna llave pero otras veces tenías que hacer cierta cadena de acciones para poder acceder a cierta mazmorra, todo sea por alargar la vida del juego, pero yo hubiera preferido mazmorras más complicadas a tener que darle veinte vueltas al mapa para poder acceder a ellas. Pero bueno, es una fórmula que a Nintendo (aunque esté juego y su hermano los hiciera CAPCOM) le funciona y no la va ha cambiar porque a mí me ponga de los nervios.
    Una vez en una mazmorra, nuestro objetivo no era otro que el de encontrar al Jefe de dicha mazmorra y acabar con él, tras lo cual obteníamos uno de los "Objetos objetivos" o alguna pista para encontrarlo, y digo "Objeto Objetivo" porque la misma fórmula vale para cualquier juego de la saga.
 En las diversas mazmorras que encontrábamos, nos debíamos enfrentar tanto a enemigos furiosos como a infinidad de complicados y enrevesados rompecabezas, bastante ingeniosos en su mayoría, aunque repetitivos algunas veces, ya que en ocasiones se volvían a utilizar los mismos puzles pero más difíciles.

Un pollo azul... a la mierda el realismo

    Bueno, centrémonos en el juego que nos ocupa, que casi parece que quiero dar una imagen negativa del juego cuando en realidad es todo lo contrario.
    Como los conocedores sabrán, la saga de Zelda siempre ha sido exclusiva de las consolas Nintendo, y este juego en cuestión salió para la GB Color, dicha consola la tenía mi hermano, se la compró por el Pokémon Oro y, ya que tenía dinero, se compró este Zelda y su "hermano". Yo siempre tuve "mono" de Zelda, desde que en mi adolescencia me quedara con ganas de jugar al magnífico Zelda de la Snes. Mi hermano, como buen hermano que es, me dejaba la consola para que lo jugara.
     Las sensaciones me parecieron bastante diferentes como era de esperar, gráficos coloridos a su manera pero bastante pobres comparados con los de Snes, eso lo entendí, pero el hecho de que no tuviera ningún tipo de scroll me mataba, debías atravesar el mapa pantalla a pantalla, literalmente, pero bueno, eso fue algo que acepté con el tiempo al igual que el resto de limitaciones de la consola.

    Una vez metido de verdad en el juego, pude ver que en realidad, eran más las similitudes con aquel juegazo de Snes que las diferencias, los mismos enemigos, el mismo sistema a la hora de utilizar objetos, los puzles, las mazmorras... las carretillas a lo Indiana Jones, vamos que me enganchó.

Un oso azul ¿con alas?... ¿Realismo, estás ahí?

    La trama, como ya he dicho, daba bastante igual, pero venía a ser algo así como que había pasado "algo" que había vuelto loco el clima, lo mismo estabas en verano que en invierno a los 20 minutos, no solo eso, sino que aquí puede ser primavera y en el barrio de enfrento podía ser otoño, vamos un caos. Tu deber era restablecer el orden y hacer que todo volviera a la normalidad, para ello, se te concedía un cetro capaz de cambiar las estaciones a tu antojo, más o menos, lo cual te ayudaría en la aventura. El cetro solo funcionaba si te subías a ciertos troncos, de ahí lo de "más o menos".
    A lo largo del juego, encontramos diversos objetos que nos ayudarán en la aventura, ya sean aletas de buceo, palas para excavar o plumas para saltar... en todo Zelda hay diferentes herramientas que nos ayudan a llegar a lugares de otras formas inaccesibles y que, en ocasiones, pueden tener usos secundarios, tal es el caso de la famosa pala, que lo mismo nos sirve para abrirnos camino entre la nieve que para desenterrar monedas.

Zelda siempre promoviendo el vandalismo

    El uso de dichas herramientas era un coñazo ya que debías asignarlos a los botones "A" y "B" de la consola, por lo que en ocasiones debías de entrar y salir al menú muchas veces en poco tiempo para cambiar de objetos, lo cual lo hacía un poco pesado a veces, pero bueno, si la consola hubiera tenido más botones podrían haber mejorado el sistema... "L" y "R" ejem, ejem.

    Al igual que la saga Final Fantasy, los juegos de Zelda siempre intentaban mantener una atmósfera parecida en todos sus juegos, más incluso que en el caso de FF. En Zelda es bastante común que aparezcan los mismos enemigos en las diferentes ediciones, o personajes, es el caso de los Goron, seres subterráneos y de naturaleza pacífica que aparecen en distintos juegos de Zelda y que no podían dejar de aparecer, en esta ocasión deberíamos ayudar a Moron, un goron resfriado a causa de los cambios climáticos repentinos. No recuerdo que había que hacer para ayudarle... hace mucho que no juego a Zelda... lo siento TT.

Al cambiar de estación crecen las zarzas y podemos trepar por ellas

    Sí, Zelda trata de mazmorras y tal, de moverse por un mapa creado por un loco oligofrénico y por el que no nos podría ayudar ni el mejor GPS, sí, el mapa del mundo es un "pelín" laberíntico. Pero todo queda eclipsado por el uso del cetro ese de las estaciones, ese que nos permite congelar un lago o hacer que florezcan las.... eso, flores.

Este es el mismo mapa que el de arriba, pero en distinta estación

    El cetro de las estaciones nos daba el poder de cambiar las estaciones, siempre que lo utilizásemos subidos en un tocón, como ya dije, entonces podíamos escoger en qué estación dejar el mapa, pero no el mapa entero, ya que cada tocón afectaba a una zona en específico, no a todo el mapa, y al salirnos de esa zona la estación volvía a cambiar a su antojo.
 Los cambios climáticos no eran algo meramente estético, sino que podían hacer surgir cambios dramáticos que nos ayudasen o perjudicasen. La nieve nos podía cerrar el camino... o proporcionarnos uno inesperado, las hiedras trepadoras nos daban acceso a zonas altas, ciertas flores nos podían lanzar por encima de precipicios... las posibilidades eran enormes, cada estación poseía algo que podía cambiar un mapa de manera drástica, en otoño, las hojas de los árboles podían ocultar agujeros en el suelo y hacernos caer en ellos, pero también podíamos recoger champiñones en esa época. Vamos que el clima nunca había sido tan divertido. Como resulta evidente, todo eso afectaba al desarrollo del juego de una forma inimaginable, frustrante en ocasiones, ya que a veces nos quedábamos atascados sin saber qué debíamos hacer, y resulta que debíamos cambiar de estación para hacer "nosequé" cambiar de nuevo, utilizar "tal objeto" en "x sitio", caminar hasta "no sé donde" y volver a cambiar a otra estación, frustrante es decir poco, pero bueno, a la larga y con la experiencia vas reconociendo las "pistas" que el propio escenario te da.

¿Un Zelda sin puzles?, ¿Qué es eso?

    Otra cosa que tampoco podía faltar en este Zelda eran las semillas gasha, semillas que al plantarlas crecían árboles que podían dar como fruto anillos muy útiles, aunque los que me salían a mí eran bastante "mierders".

En todo Zelda hay dos eventos cumbre, al menos para mí, y estos son, cuando consigues acabar con alguno de los Jefes, o cuando resuelves alguno de sus innumerables puzles. Y es que es eso, Zelda sin puzles sería como Tomb Raider sin saltos. En Zelda aparecían todo tipo de puzles, desde los más simples hasta otros... menos simples, desde pisar un simple botón, hasta lanzar una bola haciéndola rebotar para darle a un interruptor, bueno, los puzles de Zelda eran lo mejor y lo peor del juego, te sentías un genio al resolver uno... y un idiota al consultar una guía y ver lo sencillo que era en realidad.
 Bueno, no he hablado del "hermano mellizo" de este Zelda, pero seguramente hable de él ya que también lo jugué bastante.
 No he puesto fotos de jefes, esos enemigos que nos esperaban al final de cada mazmorra, las fotos que he subido son de una partida ya empezada y me daba una pereza enorme empezar otra solo para poner fotos de los jefes, pero no me quedaré sin decir algo, si alguna vez te estancas en un juego de Zelda, que no sea en un jefe. Los primeros los matas con simples golpes de espada, pero luego van siendo más difíciles, que si les tienes que lanzar bombas, que si empujarlo a los pinchos... eso no sé si me lo he inventado... como sea, los jefes más difíciles requieren acciones desesperadas, por lo que si no sabéis como acabar con un jefe no dudéis en consultar con un amigo, o mirar una guía en internet, yo me quedé atascado en el último Jefe y fue desesperante.

 Pues lo dicho, Zelda OoS es un juegazo con algunos fallos, que algunos considerarán esencia de la saga, pero un juegazo a fin de cuentas, para jugar y disfrutar al 100% de este juego, se recomienda tener también Zelda Oracle of Ages, su hermano, ese del que he hablado veladamente cosas de enlaces y tal. Jugadlo, si no tenéis GBC siempre están a mano los emuladores...