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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

jueves, 23 de enero de 2014

Saboteur





    Ahora que ya podemos disfrutar de las flamantes consolas de nueva generación, llámese PS4 o Xbox One, hablaré de un juego de esos que haría que a un jugador de los de ahora le explotaran los ojos solo con ver sus gráficos.
    Aquellos que hayan disfrutado de juegazos como el último y novedoso juego de la inmortal saga Tomb Raider, por poner un ejemplo, verán que comparte poco... o nada con la calidad gráfica de este juego de ninjas... Saboteur.

    Después de esta introducción sin demasiado sentido procederé ha hablar de este pequeño juego, sí, pequeño. Siendo yo un niñato con un simple Spectrum como entretenimiento informático aprendí el bello arte de la piratería (niños, la piratería es mala, no la apoyéis ni animéis a nadie ha hacerlo). Lo cierto es que durante bastante tiempo piratear juegos de mi humilde Spectrum estaba al alcance de cualquiera que tuviese un reproductor de música con doble pletina, vamos que era más fácil piratear un juego que ir a la tienda de la esquina a comprarlo. De hecho, si tenías una cinta de esas vírgenes podías grabar bastantes juegos en ella, aunque eso sí, debías marcarla de alguna manera para tener los juegos más o menos localizados... que época. El sistema era tan rudimentario que tenías que ir buscando manualmente los juegos ya que el ordenador no podía abrir la cinta y mostrar todos los archivos que había en ella para que eligieses cual ejecutar, ojalá, tenías que introducir la cinta hacerla andar calculando donde debía estar el inicio del archivo y esperar a no tardar mucho en encontrarlo. Aunque claro, también era más sencillo escribir LOAD "NOMBREDELARCHIVO" y esperar a que el ordenador lo encontrara por sí mismo, eficaz, pero mucho más lento.



Ale, ya hemos pasado una tarde en la playa, ahora infiltrémonos un poco



    Pero no hablemos de el sistema de funcionamiento Basic sino de este divertido, corto y epiléptico juego.
    Este juego de ninjas (que conseguí grabando una cinta que me dejó un amigo, de ahí la explicación de antes) te ponía en la piel de un eeeeh, ninja, con la misión de sabotear una compañía de reparto de tampones a domicilio, es broma, de hecho no sé de qué mierda iba el juego, yo me limitaba a dar vueltas por todo el complejo, matar a todo el mundo e intentar coger el helicóptero antes de que se acabara el tiempo. Sí, como saboteador no me ganaría la vida pero tampoco es mi objetivo en este mundo.
    Ya en serio, nuestro ninja debía infiltrarse en un complejo lleno de guardias y perros salvajes con la intención de robar un diskette, no sé si contenía los planos de la Estrella de la Muerte, el último disco de Justin Bieber o un posado desnudo de Carmen de Mairena, el caso es que el diskette debía desaparecer y nosotros debíamos robarlo.



Si miras esa pantalla durante 30 segundos notaras que todo se mueve a tu alrededor 




    La misión en sí no parecía demasiado compleja, viéndolo desde los estándares de hoy en día, apenas debías encontrar el diskette y darte a la fuga en un helicóptero, de hecho podías obviar la misión e ir directamente al helipuerto para huir, evidentemente fallabas la misión, pero al menos salías vivo... o eso es lo que decía mi amigo que así se consolaba al ser incapaz de encontrar el diskette antes de que se acabara el tiempo.
    El juego en sí era muy sencillo, solo hay que mirar las pantallas para darse cuenta de que no tiene nada que ver con Assassins Creed, el complejo se limitaba a una serie de niveles conectados con estrechas escaleras y poco más, bastante laberíntico todo la verdad, pero gráficamente muy simple, la mayoría de las veces ni siquiera sabías que era lo que se nos mostraba en pantalla, pero nos daba igual, éramos un ninja capaz de matar un perro de una pedrada y lo demás nos la sudaba (esto último es literal, lo de la pedrada sí).



¡Toma patada in the nuca!



    El extraño y sinsentido complejo en el que nos infiltrábamos poseía diversas defensas, estaban los guardias, gráficamente casi idénticos al protagonista y que además tenían los mismos movimientos, vamos que no había un gran derroche de medios en juego, también había perros, que por alguna razón decíamos que eran dobermans, ahora parecerían galgos raquíticos. Ambos enemigos podían ser derrotados, los humanos podían ser abatidos a pedradas, con cuchillos estrellas ninja y patadas "in the face", acabar con los perros era un poco más complicado por el simple hecho de que la mayoría de nuestros ataques les pasaban por encima xd, pero podíamos arrearles un ladrillazo ya que su trayectoria era descendente. A parte de estos enemigos "animados" en el complejo había unas torretas que nos disparaban, si éramos inteligentes podíamos hacer que sus impactos acabaran con nuestros enemigos.
 El juego era de sigilo, más que de lucha o acción, si podíamos evitar a los enemigos la cosa era más sencilla, sobre todo porque los movimientos de nuestro personaje eran un tanto irritantes, y si no estabas a la distancia justa nuestros golpes no acertaban a nuestros enemigos, por eso, en muchas ocasiones, era preferible huir de la pantalla a plantar cara a nuestros enemigos.



Quise tomar la foto justo en el momento de saltar... no pude



    Las habilidades de nuestro ninja, sin ser muchas eran sorprendentes para la época, a parte de dar patadas voladoras podía lanzar cuchillos y casi cualquier cosa que encontrara en su aventura, podía hackear ordenadores, trepar escaleras, saltar, agacharse, agacharse bajo el agua y ahogarse... es cierto, en mi primera partida fue lo que hice. Nada más empezar el juego nuestro ninja aparece en un embarcadero, salta de su lancha hinchable al agua y se nos pasaba el control del mismo. Para probar los controles pulsé las teclas del ordenador, me sorprendí un poco porque pudiera agacharse, pero me sorprendí más al ver que la barra de vida bajaba poco a poco... ¡el ninja podía ahogarse!, de hecho se ahogó... así de corta fue mi primera partida. La realidad es que el juego ofrecía bastante poco, los gráficos de los personajes eran bastante malos y los fondos... los fondos merecen pena de muerte, pero en los sábados lluviosos en los que no echaba nada bueno por la tarde y no podías salir a la calle y no tenías ni siquiera una Master System el ninja Saboteur te entretenía un rato, no llegaba a los niveles de Metal Gear Solid, pero eso del sigilo y la infiltración tenía un sabor distinto que te enganchaba.



El shoryuken nuestro de cada día danosle hoy




    No quiero alargarme demasiado, el juego no era nada del otro mundo y tampoco es que cambiara mi vida, tenía sus buenos puntos, cierta dosis de originalidad en su sistema de juego, el hecho de que la vida se regenerase sola si descansábamos, el poder recoger objetos para lanzarlos... los ninja, arrearle piedras a los perros... todo eso generaba un cóctel extraño pero atractivo en cierta forma para aquellos que no querían pasar media tarde esperando que un juego cargara, era corto sí, tan corto que si sabías lo que tenías que hacer lo completabas en un ratito de nada, pero era lo que había, en aquella época un juego se creaba en unos días, en un par de semanas a lo sumo, o quizá en algunos meses si era una "superproducción", no había otra cosa si no tenías una consola, ¿Qué demonios?, ser un ninja asesino que se infiltraba en un complejo lleno de grandes peligros, robar un misterioso diskette y huir sin ser detectado nos parecía la hostia.



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