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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

miércoles, 19 de julio de 2023

BMX Freestyle Simulator




 Tenía pensado hacer una entrada especial hablando de varios juegos de Codemasters para el ZX Spectrum, pero hay un par de dichos juegos que me está costando emular, así que he decidido convertir dicho "especial" en una especie de "mini serie" cuyos capítulos iré sacando según me venga en gana... ejem... ¿que por qué no he hecho otras mini series de otras compañías?, pues muy simple. Compañías como SEGA o CAPCOM nos dieron ENORMES juegos para casi cualquier plataforma, juegos tan buenos que se merecían sus propias entradas, pero el caso de Codemasters, en el caso del Spectrum, es diferente, ya que la mayoría de sus juegos eran bastante sencillotes y de los que, la mayoría de las veces, no hay mucho de lo que hablar, de ahí que quisiera hacer una sola entrada hablando de, al menos, CINCO de sus juegos, así de simples eran. Al ser este el primer capítulo, hablaré, muy por encima y sin querer profundizar, de Codemasters.
 Codemasters es una empresa británica que nació en 1985 con ex trabajadores de otra compañía británica llamada Mastertronics, se hizo un nombre gracias a un juego de plataformas y aventuras llamado Dizzy y "vomitó" también una gran cantidad de juegos más simples y menos exitosos. Más tarde, acabó migrando a consolas de 16 bits, sabiendo adaptarse, al contrario que muchísimas otras compañías de la época, pariendo, por ejemplo, el juego de los Micro Machines. No sólo vivían del software, ya que fueron los responsables del Game Genie, ya sabéis, esos aparatitos con los que podíamos trucar juegos en diversos sistemas. Codemasters no sólo sobrevivió al salto de los ocho a los dieciséis bits, sino que su paso a los treinta y dos también fue exitoso, siendo responsables, por ejemplo, de la serie TOCA o el magnífico Colin McRae Rally. El éxito de la compañía fue tal, que en 2020 fue adquirida por la malvada EA, siendo de esas que, por ahora, no han sido regurgitadas por dicha empresa, siendo así una de las pocas compañías europeas que no solo sigue viva desde la época de los ocho bits, sino que además cosechó tremendos éxitos por el camino. Como digo, no quiero profundizar mucho, pero Codemasters sacó juegos para casi todas las consolas habidas y por haber desde la época del Spectrum, y es un ejemplo de cómo una compañía relativamente pequeña puede adaptarse a los nuevos tiempos y convertirse en un gigante de la industria.


Cuidado con los charcos, los carga el diablo 


 Antes de empezar a hablar del juego en sí, me gustaría decir que todos los juegos de los que vamos a hablar en esta "mini serie" se engloban en la colección "Simulator". Una colección que sirvió para dar salida a juegos de múltiples géneros, desde el bélico hasta el rugby, pasando por las máquinas de pinball. Espero, por cierto, conseguir cargar al menos dos juegos más (ya tengo capturas de varios juegos) para que la mini serie no quede reducida a "mini mini serie".
 Tras esta intro, no sé si más larga de lo habitual, y sabiendo ya un poquito sobre Codemasters, si es que no sabíais nada de ella, me gustaría empezar (por fin) con el primer juego del que quiero hablar en esta mini serie. BMX freestyle Simulator... al que para no volverme loco, llamaré simplemente BMX a partir de ahora. Como el nombre podría hacernos sospechar, el juego va de bicicletas BMX, muy populares en los 80/90, antes de que las bicis "de montaña" arrasaran el mercado (al menos en España, no sé cómo será en el resto del universo). de hecho, yo tenía una BMX, era mi mayor tesoro en aquella época... hasta que me la robaron... pero bueno, no quiero hablar de esa puta mierda de recuerdo, uno intenta no ser racista ni tener prejuicios con la gente de ciertos estratos sociales y, por confiado, le pasa lo que le pasa... peeero de eso no va mi blog. A mí me encantaba mi BMX, era de las baratas, pero me daba igual, era blanca con detalles en azul y disfrutaba yendo al "bosque" a pegar saltos y a hacer el idiota, sólo o en compañía, me daba igual. En ocasiones iba con varios amigos a pasear a muchos kilómetros de nuestro pueblo sin que nuestros padres supieran nada... ya sabéis cómo es la adolescencia, y cogíamos por caminos por los que las cabras no querrían pasar... peeero mi blog no va de eso. Me encantaba lanzarme por cualquier pendiente para luego saltar pasando por encima de un tablón colocado sobre unas piedras... joder, incluso aún tengo una cicatriz en el vientre por una mala caída en la que casi me clavo el manillar... peeeero mi blog no va de eso. Lo que quiero decir, es que me encantaba hacer el cabra con la bici, y por eso, cuando vi en la tienda este juego, con una carátula bastante atractiva, no pude evitar comprarlo, y menos al precio al que estaban los juegos en aquella época... cómo han cambiado las cosas.


Hala, mejor que el Tony Hawk ese


 Cuando llegué a mi casa, introduje la cinta en el lector de mi Spectrum y me quedé leyendo las confusas instrucciones del juego mientras esperaba a que este cargara, ya sabéis, en aquella época los juegos tardaban siete u ocho horas en cargar... Debo reconocer que, la pantalla de carga, era bastante bonita a pesar de su sencillez, la verdad. Incluso a día de hoy sigo sorprendiéndome de lo que algunos programadores podían hacer con el viejo Spectrum, al menos en lo que a imágenes estáticas se refiere.
 Pero bueno, vayamos a la "chicha". Este BMX, como era de esperar, era un juego deportivo de habilidad en el que debíamos superar varias pruebas. Solo podíamos avanzar de prueba si superábamos una marca impuesta por el juego, dicha marca dependerá, obviamente, del tipo de prueba. Se podría comparar con muchos juegos deportivos de la época del tipo juegos olímpicos, con la salvedad de que todas las pruebas estaban ambientadas en el mundillo BMX, vamos, que todas las pruebas las haríamos a lomos de una de esas hermosas bicicletas. La primera prueba era muy sencilla, teníamos que recorrer cierta cantidad de metros haciendo "el caballito", o sea, con la rueda delantera levantada. La prueba terminaría con nuestra descalificación si nos caíamos o si la rueda delantera tocaba el suelo. Esto que suena tan simple, podía ser un dolor de huevos si no entendías el funcionamiento del juego. Podías elevar o bajar la rueda delantera a tu antojo para evitar caerte, pero el más leve toque en el momento equivocado podía dar con tus huesos en el suelo. Además, en el suelo había charcos (creo que eran charcos), que hacían que nuestro ciclista resbalase forzando mucho su postura, y si no reaccionábamos a tiempo... pues a empezar de nuevo. Básicamente, todas las pruebas eran así, más de habilidad que de acción. El juego poseía además dos loops, por lo que al terminar la última prueba empezábamos otra vuelta más, pero con marcas más complicadas de superar.


Una carrera en la que ganas por ir lento.. Flash estaría decepcionado 


 A parte de hacer el caballito, también teníamos que pasar por el "halfpipe", ya sabéis, el "medio tubo" o como le llaméis en vuestros países y muy conocido por el "skating". Dicha prueba, mucho más fácil de lo que parece, nos pedía que diéramos un cierto número de giros en el aire... tranquilos, lo único que había que hacer era pulsar hacia abajo cuando la rueda trasera de la bici tocara en cierta zona del aparato, una linea blanca en la pare superior que veréis en la captura correspondiente. Lo único "complicado" era que debíamos mover siempre al ciclista en la dirección correcta, izquierda o derecha, para no perder velocidad y poco más. Otra prueba era, ¿cómo no?, el "salto de longitud". En ella debíamos pedalear para ir cogiendo velocidad y luego, al llegar a la rampa debías saltar en el momento oportuno, el juego te avisaba si habías pulsado el botón correcto demasiado tarde o demasiado temprano, lo cual DABA IGUAL ya que sólo tenías UN INTENTO, como en el resto de pruebas. Al igual que en las demás pruebas, debías superar una marca (en metros, en este caso), pero además debías asegurarte de caer bien, ya que si te caías... sí, descalificado y a empezar de nuevo. 
 Todas estas pruebas se veían desde una perspectiva lateral, que aunque no era muy espectacular, hay que reconocer que era lo ideal teniendo en cuenta el sistema del que estamos hablando, y además, los gráficos no estaban mal del todo.
 Una de las últimas pruebas (en la que me quedé haciendo las capturas), es la "carrera lenta"... sí... carrera lenta. En dicha prueba debías conducir la bicicleta lo más LENTAMENTE POSIBLE dando pequeñas pulsaciones arriba y abajo, que en realidad movía la bicicleta de izquierda a derecha ya que, en esta ocasión, veríamos la "acción" desde una perspectiva aérea en sentido horizontal. Cualquier toque con los bordes del escenario, haría que la bicicleta acelerara un par de segundos, lo cual es justo lo contrario de lo que queremos en dicha prueba. Es curioso que, aquí, llegar antes de tiempo, suponía nuestra descalificación.
 Tengo que decir que, para no tener que repetir mil veces las mismas pruebas, utilicé "salvados", y perdí la paciencia con la prueba de la carrera lenta. Las otras me parecen salvables, siendo para mí la más fácil la del halfpipe, seguida por la primera... la del salto no la entiendo muy bien, como digo, cada vez que la paso, es más por casualidad que por habilidad.
 Como suele suceder, este juego tenía modo "multijugador", aunque en realidad, los jugadores, debían ir turnándose. Para que no hubiera líos en ese sentido, debíamos escribir nuestro nombre antes de empezar, para así saber quién iba detrás de quién.


¡Qué recuerdos de golpes "in the boquino"!


 Hablemos un poquito del apartado técnico, aunque tampoco es que haya mucho de lo que hablar, en realidad. Los gráficos, como se puede ver en las capturas, son cumplidores y poco más, aunque debo decir que yo los recordaba mejores... o es un claro caso de nostalgia o quizás confunda este con otro juego y haya "mezclado" los gráficos en mi mente XD. Del sonido mejor ni hablemos, este es de los juegos más simples en ese sentido, aunque el Spectrum tampoco es que destacara precisamente por tener un potente chip de sonido. Pero si algo tengo que achacar a este juego, es algo que, precisamente, era muy habitual en el Spectrum, y es el pequeño tamaño de la pantalla de juego. Da igual la prueba, media pantalla estará ocupada por un, bonito, dibujo de un ciclista, que es el mismo que el de la pantalla de carga y que está ahí sólo para "hacer bonito", ya que no cumple ninguna función, además, un buen trozo de la mitad restante, la ocupa el marcador que indica qué jugador está haciendo y su marca actual.
 Viéndolo con la perspectiva del tiempo, parece mentira que Colin McRae Rally saliera de las manos de estos tipos (o de otros tipos trabajando para la misma compañía, ya me entendéis), ya que aquél fue un juego que revolucionó el género de carreras y, a la postre, nos dio un pequeño bocado de lo que el mundo de los juegos de carreras nos traería en el futuro.
 Y, así a lo tonto, en realidad, no hay mucho más que decir. BMX Freestyle Simulator era en juego que te podía divertir un par de tardes a lo sumo, carecía de la acción que nos podía proporcionar cualquiera de los múltiples juegos tipo arcade que tenía el Spectrum, tampoco tenía el reto de un Klax, por ejemplo, y la habilidad necesaria para pasártelo pasaba más por saber QUÉ DEBÍAS HACER en cada prueba que por tener una verdadera habilidad en los mandos. Tampoco llega, y eso es ya más grave, al nivel de juegos similares, con pruebas que van de lo tedioso a lo directamente aburrido. Si quería hablar de este juego, en realidad era por el amor que le tuve al BMX en su día, por como disfrutaba haciendo el idiota con mi bicicleta, y porque este juego estaba ambientado en ese mundo, y sí, porque quería hablar de Codemaster y su serie "Simulator", que tuvo juegos de géneros tan variados como inesperados. Y no queriendo alargar más, porque más no merece, me despido hasta la próxima.


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