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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

sábado, 2 de septiembre de 2023

Final Fantasy III

     



Y bueno, aquí estamos otra vez... Hace ya algún tiempo, no recuerdo en qué entrada fue (evidentemente debía ser sobre un Final Fantasy), dije que sería la última entrega de dicha saga de la que hablaría, pues... ¡Mentí!

    Tenía que hablar de Final Fantasy III por fuerza, por narices, por múltiples motivos, por cojones y porque me da la gana. No podía ser de otra manera, la verdad, siendo esta una de mis sagas favoritas no podía dejar de hablar de una de sus entregas más difíciles. Y esta entrada, además, podría entrar en la sección oficiosa de "juegos malditos", cómo a mí me gusta llamarlos.
    Primero que nada, ¡contexto!: Mi primer Final Fantasy fue el VII, el cuál compré poco antes de que saliera el VIII, del que ya había visto imágenes gracias a las revistas de la época. Ya sabéis, esas cosas echas con hojas de papel con dibujitos y normalmente grapadas. No había internet, o mejor dicho, no estaba tan extendido como ahora. Pero fue cierto artículo en particular, de la PlayStation Magazine, el que hizo despertar en mí la curiosidad sobre esta saga. Era un artículo de unas pocas páginas en el que se hablaba brevemente de todos los juegos de la saga salidos hasta entonces. Sólo dedicaban un pequeño rinconcito a cada juego, pero cada captura me hipnotizaba, me atraía de una manera como nunca había sentido antes (sin contar el póster se Sabrina Salerno de cuerpo completo que había tenido años antes). Aquél artículo, y las imágenes que ya había visto del futuro Final Fantasy VIII me convencieron de comprar Final Fantasy VII... El resto es historia. El juego me enamoró, el VIII me gustó pero no tanto, aunque lo he vuelto a jugar y me gustó mucho más que entonces. El IX fue ya la confirmación de un gran amor, y todos los de SNes que jugué en PlayStation me encantaron. Incluso las versiones de los dos primeros juegos que también salieron en Play. El X, para mí, fue el último GRAN Final Fantasy y ya con eso lo digo todo. Pues bueno...falta algo aquí, ¿no?, ah, que no he dicho nada de Final Fantasy III, jajajaja, qué tonto yo. No salió para PlayStation.


No se puede negar que, las aldeas, quedaron bonitas


 A día de hoy, puedes jugar a Final Fantasy III hasta en un smartwatch, en realidad no lo sé, no tengo de eso, pero ya me entendéis. Y ha sido reeditado en múltiples ocasiones, salieron remakes 3d para PSP y Nintendo DS, ha salido en recopilatorios... En la época de ps1 te jodías. O tenías una Nes compatible o lo emulabas en un pc... Con parche de traducción a ser posible, ya que al no haber salido (todavía) de Japón no había una traducción oficial. Y adivinad quién no tenía una Nes NTSC ni un ordenador para probar FFIII. Yo, y me refiero a mí mismo, por si hay algún despistado. Por eso, durante muuuucho tiempo, ese viejo juego se me resistió. No fue hasta la época de la PS2 que me compré un ordenador, un portátil, nada del otro mundo, lo quería para escribir, agilizar mis partidas de D&D y, sí, jugar jueguitos. Lo cierto es que tardé bastante en buscar el emulador de Nes, di prioridad al de Psx, SNes, Mega Drive y, por supuesto, MAME. Pero cuando finalmente me dió por buscarlo, uno de los primeros juegos que busqué fue FFIII, y ojo, que me costó encontrarlo parcheado, y no porque fuera difícil, sino porque muchas de las roms o no estaban realmente parcheadas, o el emulador no detectaba el parche o yo no sabía identificar el problema. Por no alargarlo mucho. Sí, acabé encontrándolo, lo pude jugar, me resultó súper fácil y me lo terminé a la pri... ¡Mentira!, me quedé atascado en una zona de casi el principio, una zona en la que había un barco, y sí te montabas en dicho barco, te salía Bahamut (el nombre del bicho cambia según la entrega y/o versión de cada juego, así que lo escribo como me da la gana) y te violaba. Y claro, cuando tú catálogo total de videojuegos es de, literalmente, VARIOS MILES (entre originales y... "digitales"), pues tienes que priorizar, así que fui dejándolo hasta que fue demasiado tarde y mi PC murió. Más tarde también lo pude jugar en smartphone, pero ahí lo jugué incluso menos, mí teléfono también murió ¡Y me pillé la PS3!... Pero no, que yo sepa no hay FFIII para dicha consola. Decir que, en pc, llegué a probar antes la versión de Nintendo DS porque estaba traducida al español, aunque jugué menos aún que a la de Nes. Y llegamos a la época actual. He de decir que me ha costado bastante encontrar una ROM parcheada que me funcionase. No soy experto, lo único que se me ocurre es que deba haber problemas de compatibilidades. Pero bueno, al fin puedo jugar Final Fantasy III en versión de Nes... En inglés, eso sí, aunque no me supone ningún problema. Y bueno, ¿hasta dónde me he llegado?... Pues justo al mismo lugar que cuando lo jugué en PC. Y no por nada, lo cierto es que juego menos de lo que me gustaría y, en realidad, me apetecía mucho hablar de este juego, cosa que haremos a continuación, que ya me he alargado mucho.


Mejor ni hablo...


 Y bueno... ¿En serio debo decir que los dos primeros Final Fantasy fueron éxitos brutales y bla, bla, bla?... No, creo que no es necesario. Y cómo ya he dicho, me estoy alargando mucho.
 Tras el éxito de las dos primeros entregas de la saga, Square supo que tenía una auténtica gallina de los huevos de oro, a la cuál ordeñarían como si fuera... No sé, una vaca con las ubres de oro, yo qué sé. Aunque fue el último FF que salió para la 8 bits de Nintendo, al parecer, la idea original era más compleja, ya que querían sacar dos FF seguidos, uno para la vieja Nes, y otro para la moderna SNes, pero la idea se descartó. Demasiado lío para la Square de la época. Por lo que sólo tuvimos el FFIII de Nes aquel año. ¿Y cómo fue?, ¿que cambios tuvo?, ¿fue una buena entrega?, hablemos ya en serio de lo que de verdad importa.


Las capturas de este tipo de juego no dan para muchos chistes


 FFIII fue tanto un paso adelante como un paso atrás. Me explico. Era un paso atrás porque volvíamos a tener personajes de mierda, sin nombre, carisma ni personalidad alguna. De hecho, para mí, ésto es peor que en el primer FF, ya que en ese juego podías escoger tanto el nombre cómo la clase (o profesión) de cada personaje. En FFIII sólo podíamos escoger el nombre y gracias. Y sí, entiendo que es por el sistema de jobs, pero más tarde hablaré de ello. Y digo que fue también un paso adelante porque trajo uno de los mejores sistemas de clases de la saga, el cuál se ha utilizado ya en varias entregas, y me refiero obviamente al sistema de jobs. Gráficamente, la Nes era lo que era, pero se notaba una mejoría, y lo mejor que puedo decir del apartado sonoro es que, de nuevo, teníamos a Nobuo Uematsu. Los sprites de los enemigos se veían bastante bien, coloridos y bastante grandes en ocasiones, y los sprites de los personajes también se veían aceptables, teniendo diferentes sprites para cada clase. Y los efectos de las magias... pues bueno, era una Nes, no esperéis nada especialmente espectacular, aunque imagino que, en la época, estaban muy bien.
 El juego, nada más empezar, y darnos otra vez la chapa con no sé qué de unos cristales, nos dejaba en una cueva, ahí, sin anestesia, con los cuatro personajes (sin jobs), y apáñate como puedas. Os juro que no es nada raro que os maten aquí, y sólo es el principio. La cueva, aunque hace en cierta manera de tutorial (no), tiene enemigos bastante duros y que hacen bastante daño. Por suerte, hay uno de esos "charcos mágicos" que te curan al utilizarlos, por lo que puedes aprovechar para subir niveles (sí, acabamos de empezar, y ya es prioritario subir niveles). Al final de la cueva, nos teníamos que enfrentar a un bicho que podía hacer que, nuestra aventura, terminara ANTES de empezar, ya que era un monstruo con bastante vida y que podía destruirnos con relativa facilidad. Por "suerte", en la cueva encontrábamos ciertos objetos que lanzaban cierta magia, la cuál le hacía MUCHO daño al bicho. ¡Y hala!, al mundo exterior.
    El mundo exterior... esa es otra cosa que cambió, y mucho, en FFIII, si en los juegos anteriores podíamos casi hablar de "mundos abiertos" con algún obstáculo en momentos puntuales, aquí hablamos de todo lo contrario. El mundo se dividía en zonas, y hasta que no avanzaras en la trama y realizaras ciertas acciones (como encontrar a un famoso piloto de barcos voladores), pues te encontrabas "atrapado" en dicha zona. Y dichas zonas son relativamente pequeñas, aunque eso sí, con varias localizaciones a las que ir, una ciudad y dos cuevas o cosas así. Con éste diseño, se evitaba que los jugadores se perdiesen y acabaran en zonas de alto nivel, pero también hacía el juego muy lineal, demasiado lineal, ya que no te daba la libertad de exploración de los anteriores. En cierta manera, si nos fijamos, en los juegos posteriores (incluidos los de p)s1 pasaba algo similar, no podías ir a dónde te diera la gana, no, tenías que ir avanzando en la trama para acceder a vehículos o tenías que realizar ciertas acciones para abrir el mapa. Imagino que, en Square, aprendieron que eso era menos frustrante para el jugador, aunque para mí, el caso de FFIII era demasiado restrictivo, y no creo equivocarme, ya que en el siguiente juego, ya de SNes, aunque seguía más o menos con el mismo diseño, las zonas eran más grandes e interesantes,


Sí... ya había pasadizos secretos en FFIII


    Una de las cosas que más me sorprendió del juego (positivamente) fue el uso de ciertas magias FUERA de los combates. En ciertos momentos de la historia, debías reducir el tamaño de los personajes para acceder a ciertas zonas, cambiando los sprites de los personajes y, obligándonos a utilizar jobs mágicos... ¿que por qué? En FF, reducir el tamaño de los personajes, hace que su fuerza se reduzca enormemente, y en el caso de FFIII y en las zonas de las que estoy hablando, eso significa que le harías UN punto de daño a los enemigos, lo cual... pues bueno, os podéis imaginar. Por ello, lo mejor era tener gente que lanzase magia negra, y alguno que curase, lo que me recuerda, ¡ay, dios mío!, una de las cosas que hacen que este sea uno de los FF más difíciles.
    En FF, ¿qué hacías cuando te quedabas sin puntos de magia?, ¿en cualquier juego de la saga?... pues utilizabas un éter o poción que recuperase vida y PM, normalmente, los éter los encontrabas en cofres o al derrotar a enemigos y, normalmente, al final podías comprarlos en las tiendas, aunque a precios relativamente caros (dependiendo del juego)... pues en FFIII NO, puedes encontrar alguno que otro, pero son muy escasos, y los elixires aún más... y no, no se vendían en las tiendas, en NINGUNA tienda. Os recomiendo el canal de youtube de Gerarutaru, y que veáis el video del boss más difícil de FFIII, a parte de explicarlo todo mejor que yo, os reiréis un buen rato. Que digo yo... ya que estamos, ¿por qué no desgranamos un poquito el por qué de la dificultad de este juego?


El primer boss


    Primero que nada, los enemigos son todos, TODOS, bastante duros (que sí, que subiendo de nivel bajan su dificultad, pero al cambiar de zona, ¡ay, hijo mío!), los jefes también son bastante duros, se notaba que, a los programadores, la salud mental de los jugadores les importaba una mierda, además, las acciones a realizar para avanzar, no siempre eran claras, la inexistencia de los éters (sí, podríamos decir que, en realidad, NO HABÍA éters), los puntos de guardado... aaah, los puntos de guardado. Resulta MUY placentero guardar partida en la ciudad, recorrer un camino entero lleno de monstruos, entrar en una cueva o castillo, con enemigos aún peores que los del exterior, llegar al boss y que este te matase... No, no había puntos de guardado en los dungeons, ni siquiera justo antes de un boss, nada. Ah, y recordemos que no tenemos éters (o que los queremos guardar para momentos verdaderamente importantes). Y algunos diréis, "pero bueno, así son los Dragon Quest", ya, pero esto era Final Fantasy, y esa "tontería" cambiaba totálmente la jugabilidad. Recordemos que, FFIII, lo jugué mucho después de jugar TODOS los FF posteriores hasta el X (o incluso el XII, no recuerdo), por lo que yo ya tenía ciertas mecánicas más que interiorizadas, por lo que se me hizo muy duro no poder guardar dentro de los dungeons. ¿Ya dije que los jefes eran duros?, pues bueno, creo que queda meridianamente claro que, FFIII es complicadete por múltiples razones. Hablemos de los jobs.
    Los jobs, aunque el sistema no es tan complejo como en juegos posteriores, sigue siendo (o ya era... según se mire) uno de mis sistemas favoritos. Podías dar a cada uno de los personajes el job que te diera la gana, lo cuál hacía que el juego fuera muy versátil por las múltiples combinaciones que podí... dos ninjas y dos magos blancos, o si quieres, puedes cambiar los ninjas por monjes y, más adelante, accedías a clases más poderosas (algo así como las "clases de prestigio" del D&D), aunque la combinación ideal eran las "evoluciones" de las antes mencionadas. Que sí, que había muchas clases (en realidad no tantas), pero si lo que querías era sufrir lo menos posible, lo ideal era hacer todo el puto daño posible (y lo más rápido posible) y tener acceso a magias curativas SIEMPRE, por lo que no podías arriesgar, no al menos en zonas complicadas. Por eso, y porque no podías hacer combinaciones con habilidades (como en FFV), este era el peor sistema de  jobs, y ojo, es entendible al ser la primera vez que lo usaban, y, de todas maneras, sí que puedes utilizar todos los jobs, nadie te obliga a utilizar ninguna combinación de los mismos.


Hay más gente que en una manifestación en mi pueblo


    A parte de todo lo ya expuesto, no tengo mucho más que añadir, ya que cualquier cosa que pudiera decir es aplicable a los juegos anteriores, el sistema de combate es prácticamente el mismo, con la diferencia de que, sobre los enemigos, saldrán unos numeritos para indicar a qué personaje le hemos ordenado que le ataque. Ni siquiera puedo hablar mucho más de la historia porque... bueno, ya sabéis de qué va mi blog (o quizás no), por lo que hablar largo y tendido de la trama sería como "engañar" ya que no me llegué muy lejos, y siempre por causas externas (o pereza, como es el caso actual XD). Pero no quiero terminar sin decir cosas más que evidentes. FFIII es un gran FF, y un gran juego en general, si tienes paciencia con él, puedes disfrutarlo mucho, pero si te frustras fácilmente, o si eres de los que creen que Dark Souls debería tener un "modo fácil" mejor ni te acerques. Yo pensaba que FFIV era el más difícil de los juegos clásicos, pero éste se me hace más complicado, el IV, en mi último intentó, al menos llegué a la Luna, pero este no me motiva tanto, será que al no haberlo jugado original (en la versión que fuese), pues no siento esa necesidad casi ansiosa de terminarlo, por lo que ahí está, perdido entre mi colección de roms... no sé, quizás un día lo agarre y diga ¡de hoy no pasa! y me dedique en serio a pasármelo.
    Y sé que me dejo muchas cosas, pero como digo, la mayoría son aplicables a los dos juegos anteriores y oooooodio repetirme. Así que, sin querer alargarme más, probadlo, que a día de hoy lo teneís hasta para lavadoras automáticas. Hasta la próxima.


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