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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

viernes, 23 de agosto de 2024

Frogger

     



    Clasicazo, hoy toca clasicazo. Lo voy a ir dicendo ya. Esta entrada va a ser cortita, porque en realidad no tengo mucho que decir sobre este juego más allá de lo obvio, pero bueno, allá vamos.

    Corría el año 81 del siglo pasado, cuando a los salones arcades llegó un juegecillo, de apariencia inocente, pero que venía a robarse las monedas de la merienda de todos los niños del mundo como si de matón de recreo se tratase, KONAMI, había creado un monstruo.

    Cierto día, a principio de los ochenta, un yo en miniatura entraba por primera vez en un recreativo, me habían "sobrado" diez pesetas de la comida para el recreo, y pensé que quizás podía echar unas partiditas a alguna de las máquinas de aquel oscuro y tétrico lugar repleto de gente que olía raro. Entre Galagas, Galaxians, Phoenixs y Pac-Mans había una maquina, de aspecto inocente, como dije más arriba, en el que manejábamos a una ranita, ¡qué mona la ranita!, ¡solo quería llegar a su casita!... no duré ni dos minutos.


Sólo lo jugué un par de veces en mi infancia... pero se me quedó marcado en la retina


    Lo cierto es que, Frogger, es de esos juegos de mecánicas muy simples pero que enganchan de lo lindo, de esos juegos que ves jugar a alguien y piensas, "qué imbécil, yo lo haría diez veces mejor", ¡y no!, ¡mueres como un bellaco!

    En Frogger, lo único que debíamos hacer era cruzar la pantalla, ya está, así de simple. Manejábamos a varias ranitas (de una en una, eso sí), las cuales debían cruzar una carretera de varios carriles, por la que, al parecer, pasaban coches de Fórmula 1 (o eso me parecían a mí), para luego atravesar un río que rompía todos los principios de la dinámica de fluídos al tener varias corrientes que corrían en sentidos inversos y en paralelo las unas con las otras... no sé, tampoco soy experto.

    Pues bueno, como digo, nuestro único objetivo era llegar hasta arriba... perdón, ¿he dicho "llegar hasta arriba"?, jajajaja, en realidad quería decir, llegar hasta arriba y encajar a cinco ranitas en cada uno de los huecos disponibles. Sencillo, ¿no?... pues no tanto. El control no es malo, no voy a mentir, teniendo en cuenta la antigüedad del juego se podría decir que es incluso bueno, pero el problema es que se exige bastante precisión, ya que el mínimo roce con cualquiera de los obstáculos nos quitará una vida, incluído el caer al agua que... ¿cómo?, ¿que las ranas son anfibios?, ya, bueno, imagino que, los de KONAMI, SUSPENDIERON BIOLOGÍA, bah, como sea. La cuestión es que, como digo, caer al agua nos hará perder una vida, por lo que hay que tener mucho cuidado.


Ese tronco con ojos y colmillos me parece ligéramente sospechoso


    Una cosa que hay que destacar es que, la pantalla de juego, está separada en dos partes. En la inferior tendremos la parte de la carretera, que es la más sencilla ya que sólo tendremos que esquivar a los vehículos que vendrán en ambos sentidos, y, en la parte superior, tendremos la parte del rio, que es un poco más complicada por algo que voy a explicar ahora. En la parte de la carretera, obviamente, caminamos por el pavimento, por lo que tendremos bastante terreno para movernos, pero sin embargo, en la zona del rio, solo podremos montarnos en los troncos, o en el caparazón de las tortugas, que se moverán en el sentido de la corriente, ¿problemas?, pues que como ya dije más arriba, el sentido de las corrientes se va alternando, al igual que su velocidad, también tenemos muy poco espacio para movernos, encima, algunos grupos de tortugas ¡giran! y pueden hacernos caer, y para terminar, si salimos por uno de los lados de la pantalla, por no poder saltar a una zona segura, nos quitarán una vida. Además, reitero, se nos exige bastante precisión, un pixel vale, dos, quizás no, por lo que hay que asegurar mucho los movimientos y no precipitarse. Es muy fácil perder una vida justo en el último salto por rozar el borde de la esquina del hueco. Pero no todo es malo. Hay que decir que no estamos obligados a caminar hacia arriba sin remedio, podemos retroceder si lo vemos necesario, cosa que en la carretera nos da igual, pero que es muy útil en la zona del rio, ya que debemos meter a nuestras ranas en los cinco huecos disponibles, y si nos pasamos de un hueco libre, deberemos retroceder para poder volver a intentarlo.


¡Las cinco, metí las cinco!, y sin truquillos de guardar la partida... nah, con un poco de cuidado puedes hacerlo en un par de partidas, lo complicado viene después


    Parece una chorrada, no lo voy a negar, ves el juego, lo anticuado de sus gráficos, lo simple de sus mecánicas y acabas preguntándote cómo cojones llevas dos horas jugando cuando hiciste las capturas para el blog en apenas diez minutos. En serio, este juego es de los que te vician, de los que hacían que te quedaras sin monedas, y aún a día de hoy, al igual que muchos otros clásicos de su época, sigue igual de vigente que cuando salió en los recreativos. Además, aunque es un juego "de loops", cuando vas completando dichos loops el juego se va complicando, los elementos en pantalla se mueven más rápido o incluso aparecen nuevos obstáculos, como los cocodrilos, que aparecen en el segundo loop. Y bueno, no lo he dicho, pero debes completar cada nivel (o loop, según se mire, esos juegos clásicos eran así de raros) en un límite de tiempo... con lo que me gustan a mí los límites de tiempo en los juegos... Por lo demás no hay mucho más que decir, a parte de que, de vez en cuando, aparecía una figura en alguno de los huevos vacíos, y si metías ahí una ranita, ganabas una bonificación de puntos, y poco más, el juego es tan sencillo (en mecánicas) como su propia apariencia da a entender, pero la rana se te hace simpática y te apetece ayudarla a cruzar todos los peligros para regresar a su casa. Y a ver, no estoy descubriendo nada, este es, de hecho, uno de los videojuegos más importantes de la historia e incluso a día de hoy se siguen haciendo competiciones o incluso programas de televisión, casi se podría decir que es el "Space Invaders" de KONAMI en ese sentido, un juego que supera las barreras del tiempo y que se pasa por el forro de los cojones todo lo que piensan los jugadores modernos con respecto a los gráficos, los fps, el raytracing y demás mierdas, y demuestra, que la única importancia real de los gráficos en un juego, es la de mostrarle al jugador la información visual básica necesaria para jugar, lo demás, es adorno. ¿Que si debéis jugarlo?, no... YA DEBERÍAIS HABERLO HECHO. Pues sin más, ¡hasta la vista!




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