Wild Guns

    

    ¿Recordáis el Cabal?, o mejor, el ¿Blood Bros?, pues ya sabéis de qué va este título, fin. ¡Hasta la próxima!

    Nah, es bromis.

    Hoy regresamos a tocar un juego de mi deseada pero nunca poseída Super Nintendo, un juego del género "galería de tiro" similar a los ya mencionados, pero con ciertas características que, a mi parecer, mejoraban mucho la experiencia.

Me vais a decir que, la estética, no mola

    Es cierto que, la jugabilidad, era prácticamente la misma que en los juegos mencionados, nuestro protagonista estaba en la parte baja de la pantalla, y sólo lo podíamos mover a la izquierda o a la derecha, mientras que, la retícula de apuntado, se podía mover por toda la pantalla para alcanzar cualquier punto de la misma, hasta ahí todo bien.

    Es cierto también que, al igual que Blood Bors estaba ambientado en el "Lejano Oeste", pero con un toque steam punk que molaba mucho... ¿que qué es el steam punk?, pues digamos que es una estética o ambientación "retrofuturista" en la que, la sociedad humana, desarrolló la tecnología de las máquinas de vapor (steam es vapor en inglés) hasta el absurdo, dando lugar a máquinas estrafalarias (pero molonas). Un buen ejemplo del steam punk sería la (malísima) película de Will Smith, también ambientada en el salvaje (o lejano, da igual) oeste, Wild Wild West. Pero también tenemos ejemplos aún más antiguos, como la serie de animación de Sherlock Holmes de los 80. Es un subgénero de la ciencia ficción, podría decirse, ya que muestra mundos muy similares al real, salvo porque se exagera las capacidades de las máquinas de vapor... pero bueno, dejemos eso a un lado, y quedémos con que, en Wild Guns, podremos enfrentarnos a enemigos robóticos y máquinas de destrucción masivas.

Recuerdos de Viet... quiero decir, de Sunset Riders...

    Al igual que pasaba en Blood Bros, tendremos dos personajes para elegir, con la agradable "sorpresa" de que uno de ellos es femenino (para que luego digan algunos que, las mujeres, no tenían "representación" en los videojuegos en décadas pasadas). Obviamente, podíamos jugar a dos jugadores, debiende escoger cada jugador a uno de los dos personajes.

    Por lo demás, se podría decir que es un "clónico" de los juegos antes mencionados, aunque para ser justos, esos tampoco fueron los primeros en tener ese tipo de jugabilidad, la verdad. Pero sigamos. Aquí, podremos destruir también las balas enemigas, o esquivarlas dando una voltereta. Podremos destruir los fondos y recoger diversos ítems, incluídas diversas armas que nos convertirían en máquinas de matar. Como no podía ser de otra forma, es un juego muy, pero que muy divertido, ya que su jugabilidad sencilla se hace muy adictiva, sobre todo si jugamos a dobles, como suele pasar.

    Graficamente es muy, pero muy agradable, con unos colores ligeramente apastelados y unos diseños muy chulos. Los protagonistas tienen bastante carisma, y algunas de las máquinas enemigas parecían salidas de una película de ciencia ficción.

    Y bueno... yo no tuve nunca una Super... ¿cómo lo jugué?... pues gracias a mi amigo de siempre, el que se compró la Super Nintendo. Yo llegué un día a su casa y me dijo que me quería enseñar un juego, que estaba muy chulo. No sé si se lo prestó otro amigo o si lo alquiló, yo sólo sé que, al ver aquél espectáculo en la pantalla de su televisor de tubo, hizo que cierta envídia (de la buena) surgiera en mi interior. No sabía de ningún juego de ese estilo para mi Mega Drive, y era algo que me dejaba un tanto desolado (pero no mucho XD). Lo cierto es que fue de esos juegos que me hizo pensar que sí, que tenía que habermo comprado una Super Nintendo, pasamos una tarde entretenida y yo regresé a mi casa con ganas de más... ¡dios bendiga la emulación!

    Por seguir hablando un poco del juego (se supone que de eso va este blog), decir que su sistema de puntuación era algo más original (aunque tampoco mucho), ya que el matar enemigos de una misma hilera te otorgaba mayor puntuación si los matabas "en orden", pudiendo sacar puntuaciones mucho mayores que si los matas de cualquier otra manera.

El juego, lo que se dice "históricamente correcto", no lo era

    Para mayor diversión, el juego poseía dos modos de juego. El modo "historia", que consistía en el juego básico, recorrer los diferentes niveles para acabar con todo enemigo viviente y destruir a cada jefe correspondiente. Y luego tenemos el modo "versus", que no es sino una competencia entre dos personajes (y digo "personajes" porque uno de ellos lo puede manejar la máquina), para ver quien consigue la mayor puntuación. No es mucho, es cierto, pero aporta algo más de duración al juego, lo cuál no está nada mal.

    Lo más curioso del juego, es que se desarrolló en unos pocos meses por un grupo de no más de CINCO personas (pensadlo, chavales), y aún así salió un juego bastante redondo, con buenos personajes, escenarios detallados, jugabilidad muy pulida y un aspecto general más que sobresaliente.

    El juego tuvo un éxito moderado, no fue un bombazo, pero vendió lo suyo. Años después, salió para PS4 (casi nada), una versión "Reloaded" con características extra, como soporte para cuatro jugadores LOCALES, amén de nuevos personajes, niveles y enemigos, expandiendo así el juego.

El carisma de los protas es más que obvio

    Y siendo sinceros, tampoco tengo mucho más que decir. Es un juego que, al final, solo jugué una vez (en su época, más tarde lo jugué más), pero que me marcó, sobre todo, por el apartado gráfico, cuya paleta de colores (como sucedía con Zelda) se alejaba bastante de lo que yo veía en Mega Drive, llegando a tener una estética casi anime. Así que lo voy a ir dejando por aquí. Un arcade en tu casa, eso es lo que tenías con Wild Gun. Si te gustó Cabal, o te enamoró Blood Bros, no puedes dejar de pasar este juego. ¡Hasta la próxima!