Commando

 Fue en una excursión del colegio, a la playa de Bolonia, también fuimos a las ruinas de baelo claudia, aunque la mayoría de mis compañeros dieron mayor importancia a lo primero... yo era de otra pasta, me gustaba pasear por lo que en tiempos había sido una urbe romana y que... bueno sí, en un chiringuito en la playa de Bolonia había una maquina recreativa, de las antiguas, pequeñita y con solo dos botones, manejabas un soldado y tenías que matar vietnamitas, por alguna razón a mi me parecían vietnamitas. Me llamó la atención desde el principio, supongo que fue el primer shoot em up que vi, estaba acostumbrado a los juegos de naves y a los de Pac-man, «come cocos», como le decíamos aquí.
 Jugué solo un par de partidas, no llevaba demasiado dinero y mi inutilidad hizo que no llegase ni siquiera a la mitad de la primera fase, lo cual me hizo desear una pronta venganza... venganza que solo llegó varios años más tarde y solo gracias a mi difunto spectrum.
 El Commando original, el de las máquinas arcade, lo jugué relativamente poco, por alguna razón no parecía ser digna de estar en los salones recreativos de mi pueblo, solo pude verla en algún que otro bar, en los que la mayoría de las veces ni siquiera me dejaban entrar, por eso, el día que vi en un librería la cinta de su conversión a spectrum no pude dejar pasar la oportunidad, por poco más del equivalente a tres euros pude llevarme a mi casa una conversión directa, y oficial, lo cual era más raro de lo que podéis creer, del juego de Capcom.

Es una pantalla de Game Over, pero la pongo aquí para que la comparéis con la que pondré al final, esta es la del nivel 1.

 Según las sencillas instrucciones que traía el juego, debíamos controlar a Super Joe... un soldado de primera de los 80, eso último no lo recuerdo con total seguridad xd, y nuestro objetivo era avanzar a través de las tropas enemigas utilizando nuestra ametralladora M-60 y las granadas que nos encontrásemos por el camino y, sinceramente, eso lo resumía casi todo, el juego se limitaba a avanzar hacia la parte superior de la pantalla matando, o esquivando, a todo enemigo que se pusiera a tiro.
 Commando no poseía enemigos de final de fase, en lugar de ello llegábamos a lo que parecía ser la entrada a una fortaleza de la que salían multitud de soldados que nos disparaban y que debíamos matar, para ser justos hay que decir que en realidad podía bastar con esquivarlos, ya que, como si se trataran de mercenarios mal pagados, iban desapareciendo por los laterales de la pantalla de juego, entre los soldados siempre había uno de color verde que daba más puntos al matarlo, supongo que representaba ser un oficial o algo así. Aunque no había un enemigo final diferente y difícil de matar, al menos se molestaron en que cada final de fase fuera diferente, por ejemplo, la primera fase termina con una simple puerta, pero en la segunda además de la puerta hay como unas salidas subterráneas en los laterales de donde también salen soldados, también recuerdo que había otra puerta que tenía soldados apostados con morteros y cosas así, el objetivo era siempre el mismo pero aportaba algo de variedad.

Que macho soy, pasé de nivel.

A veces es el propio escenario quién nos dificulta el avance, si caías en una trinchera morías.

 Tanto si hablamos de la versión de spetcrum, como si lo hacemos de la original, hay que decir que gráficamente no era ninguna maravilla, hay que tener en cuenta los años que tiene este juego, pero estoy bastante seguro de que es el juego de menor nivel técnico que me ha enganchado, he jugado juegos de 16 Ks, todo hay que decirlo, por eso hago especial énfasis en el «me enganchó».
 Por aquella época yo ya conocía el spectrum, estaba harto de que las fotos que traía el juego no se correspondieran con lo que luego verían en mi televisor, los juegos solían traer fotos de las versiones de Atari o Amiga, los avanzados ordenadores de 16 bits de la época y a veces, traían fotos de amstrad, el rival del spectrum, también de 8 bits pero lo suficientemente distinto como para que sus juegos fueran completamente diferentes, así que tampoco te podías fiar de una foto de la versión amstrad. Yo casi sentía que se avergonzaban del spectrum, por eso me sentía enormemente sorprendido cuando algún juego mostraba alguna foto de la versión que yo había comprado... cosa por cierto que no sucedió con el juego del que estoy hablando.

Aquí poníamos nuestro nombre, o el típico X quiere a X.

 

No he podido reprimir el poner un video de la versión de spectrum.

 Cuando llegué a mi casa ya había abierto el juego y releído las instrucciones varios cientos de veces, no decían nada demasiado interesante pero algo tenía que hacer por el camino, cargué el juego, que mostraba una pantalla de carga bastante prometedora, introduje mis teclas favoritas y vi algo... podía jugar con el joystick, así que dejé el ordenador en el escritorio y me puse el joystick sobre las rodillas, y le dí a jugar...
 El spectrum era un sistema superhumilde, solo tenía ocho colores y un sonido bastante... podría decirse que repugnante de no ser porque hubo gente que supo sacarle partido a su chip de sonido, pero digamos que era «pobre», una simple gameboy color poseía mayores posibilidades, cierto que el usar cartuchos en lugar de cintas de casete es una gran ventaja... pero ni un mal sonido ni poseer esos ocho colores ni tener que esperar varios minutos de tediosa carga pudo arruinar la que fue, hasta aquel entonces, mi mejor experiencia con los videojuegos , teniendo en cuenta las limitaciones de aquel ordenador, fue una de las mejores conversiones a las que jamás he jugado, siendo bastante fiel dentro de lo posible en cuanto a gráficos y al diseño de los escenarios pero completamente idéntico en diversión. El personaje y los enemigos se movían a la misma velocidad que en la recreativa, los escenarios estaban repletos tanto de color como de enemigos, las balas silbaban a tu alrededor y las granadas caían sobre ti constantemente.
 Era un sueño hecho realidad, una de esas compras de las que nunca me arrepentí, incluso mantenía la original manera en la que la recreativa introducías tu nombre para el «Hall de la fama», debías manejar a «Super Joe» y un cursor para disparar a las letras, parece una tontería, pero fue todo un detalle mantener eso.

No solo en Metal Slug hay prisioneros que rescatar.

Los puentes eran trampas mortales, ya que no veías si te atacaban o disparaban ni nada, una lata vamos.

 Supongo que habréis notado que apenas he hablado del juego en si xd, y es que era tan sencillo que no hay casi nada que contar, ya que el juego se limitaba a ir avanzando de nivel en nivel, no había power ups de ningún tipo, lo único que podías recoger para ayudarte eran las cajas de granadas repartidas por el escenario, siempre en el mismo lugar. Los escenarios eran variados pero sin exagerar, zonas con trincheras, puentes, aeropuertos nada del otro mundo, y los enemigos pues tampoco es que fueran muy variados. Soldados, a pié, en moto o en trincheras, algún camión o jeep y poco más, y para colmo solo se podía jugar de uno... sí, todo muy simple, pero esa aparente simpleza escondía horas y horas de diversión, su dificultad te dejaba avanzar sin demasiados problemas al principio, poniéndose la cosa más peliaguda a medida que avanzabas, los enemigos iban ganando en agresividad y por alguna razón sus balas ganaban velocidad xd. En mis tiempos llegué a darle casi dos vueltas, era de los cíclicos, si terminabas el último nivel empezabas desde el principio pero con la dificultad aumentada claro.
 Gracias a MAME pude volver a jugar a este clásico, se notan los años como era de esperar, pero cada vez que me matan siguen entrándome ganas de continuar.
 En cuanto conversiones tuvo todas las que se podían tener en aquella época, pero no solo eso, tuvo además el honor de aparecer en PS2 en el Capcom Collections, junto con Bionic Commando y Mercs, el primero fue distribuido en USA como una secuela del Commando original y el segundo se da lo contrario siendo secuela real no se dijo nada de eso en los países occidentales en los que se distribuyó.
 Como última curiosidad quisiera recordar que Arnold Schwarzenneger protagonizó una película inspirada en este juego, el argumento no tiene nada que ver ya que "Arnei" debe rescatar a su hija, secuestrada por un grupo terrorista peor que la ETA... por cierto, hace poco visité una página de videojuegos y citan los hechos al revés, es decir, que según la página es el juego el que se inspira en la película, me dio ganas de decir algo, pero lo dejé pasar.
 Bueno, no hay más, feliz año nuevo.